El trío porteño, que se presentará el próximo 27 de Mayo en Niceto Bar, lanza un ep con reversiones de su repertorio. Hablamos con Juane Pelegrín sobre este nuevo trabajo y las ansias por volver a tocar en vivo.
- Reportaje y texto: Julián Retamozo
La banda oriunda de Once inaugura su catálogo alternativo destinado a outtakes, lados B, demos y más. «Ofertas Vol. 1: Máscaras» es un EP de temas propios, reversionados en nuevos géneros. En este nuevo trabajo de Talles, se destaca el track «No acepto lamentos» junto a Rocio Sirri (ex-Esteparia).
Prisma dialogó con Juane Pelegrín sobre este nuevo lanzamiento y la notable tarea llevada a cabo para lograr canciones totalmente renovadas.
Estamos de estreno…
JP: Estamos presentando “Ofertas Volumen I Máscaras”, un EP de 3 canciones nuestras reversionadas y llevadas a géneros diversos. Talles Espaciales por lo general todos los años saca material y no queríamos, en un contexto de pandemia, quemar canciones nuevas. Por lo general nuestro proceso de trabajo es sacar material, presentarlo, volver a grabar y salir a tocar nuevamente. Nos parecía una buena opción reversionar algunas canciones que nos gustaban y nos parecían interesantes. Quizás por los géneros que habías utilizado en una primera instancia, las letras no resaltaban tanto. Empezamos a tener reuniones donde leíamos las letras y pensábamos en qué clave musical sonarían mejor. Por eso en este EP hay una salsa, un western, una especie de balada pop… Fue un desafío particular porque nosotros somos músicos de rock.
El desarmar una canción es un experimento interesante…
JP: Hace poco salió la versión de “No acepto lamentos” con Rocío Sirri y nos pasó que mucha gente nos decía “Che, ¡Qué buena letra!”… y es una canción que habíamos sacado en el 2019. Era una canción que se perdía en el disco. Para mí era una muy buena canción en su momento, pero la que terminó siendo el corte del disco era la canción que seguía que tenía a Felipe Barrozo como invitado. Por un lado, uno respira y dice “Joya, lo que nos habíamos planteado está pasando: se están resaltando ciertos textos.”. Pero también esto que decís de descomponer la canción y pensarla con otros arreglos. Yo tengo una forma de tocar y de cantar y me llevó a hacer cosas completamente distintas. Con Ezequiel Ant (productor y baterista) tuvimos un desafío muy grande, porque tuvimos que empezar a escuchar salsa, western. Instrumentaciones que no son habituales en nuestras canciones. El desafío fue muy grande, creo que después de esto somos un poco mejores músicos.
Hay un tex-mex que si no me decías que era la primera vez que lo hacían, yo no me daba cuenta…
JP: Eso está buenísimo. Lo que me pasa con esa canción es que la versión original me encanta, es una especie de post-punk tipo Joy Division. Y al escuchar esta versión dije “¡Uy, que bueno quedó esto!” Soy muy crítico de lo que hago y consciente de mis limitaciones. No sé si vamos a presentar esto en vivo, quedarán como unas lindas versiones. Talles Espaciales sigue sacando material y queda como una firma el hecho de que la banda sigue sacando cosas distintas. Nunca nos encasillamos en el rock alternativo del primer disco. Probamos el post punk, el rock and roll crudo, el indie… Esto es una prueba más. Pasa que Talles es un trío y estas versiones están muy orquestadas. Se nos dificulta presentarlas en vivo. Me encantaría sumar teclas, otra guitarra que terminen generando otro clima a la hora de poder llevar las canciones al escenario. Pero son limitaciones con las que lidiamos. A la hora de hacer canciones y grabarlas, uno no puede estar pensando en el vivo. Yo me crié escuchando “The end of century” de Los Ramones que tiene “Baby, I love you”, un tema con toda una instrumentación que no es típica de Los Ramones. Imaginate que los tipos hubieran dicho “Este tema no lo grabamos porque no lo vamos a poder presentar en vivo”. Nos hubiesen privado de algo maravilloso.
Talles Espaciales es una banda de rock alternativo con licencias multigénero del barrio porteño de Once, integrada por Ezequiel Ant (batería y coros), Nahuel Redin (bajo y coros) y Juane Pelegrin (guitarra y voz). Se formó en 2015 y ya lleva editados dos discos: Rockbiz (2016) y Lonze (2019), también en formato cassette, además del EP Disfraz (2018) y cuatro singles.
Sos consciente de tus limitaciones, eso es un detalle que te lo da la experiencia. Talles no es una banda nueva, ya tiene cierto recorrido…
JP: Para mí Talles es una banda nueva… hasta que saco cuentas y digo “¡Carajo, pasaron 7 años!” (risas). En el medio pasaron 2 discos, 4 singles, 2 EP, remixes, viajes… de todo. Uno va generando ese “oficio” y esa mentalidad de saber cuáles son las limitaciones propias. Si yo como guitarrista intento hacer un solo que no me sale, la que queda mal es la banda. Hacer cosas que puedan estar a la altura de lo que uno puede hacer, porque tampoco somos un power trío. Divididos nos puso la vara muy alta (risas).
Influenciados por el sonido de los noventa, entre el nuevo rock argentino y el barrial, han estado en estrecho contacto con algunos de sus principales referentes: Rodrigo Martín (Juana La Loca) produjo el single «Furor» de 2016, mientras que en «Jugala de callado» y «Pachulí», del disco Lonze, participó el virtuoso guitarrista Felipe Barrozo, ex-Intoxicados.
También tienen cierto roce. Tocaron con Rodrigo Martin, Felipe Barrozo, ¿qué les dejó como enseñanza y como experiencia?
JP: Cuando yo era chico, tenía un poster de Feli en mi habitación. Cuando me confirmaron que venía a grabar con nosotros, el Juane modelo 2005 tenía un nivel de éxtasis increíble. Y después cuando lo ves tocar, como nos pasó con Chucky de Ípola, sentís que estás jugando a la pelota con Messi. Dan una cátedra incréible. Feli había grabado 4 versiones del solo de “Jugala de callado”. Estaban tan buenas que quería editar las 4. Con Chucky lo mismo. Cuando me mandó un we transfer con tocas las pistas dije “Claro, con razón toca donde toca”. Son tipos que te elevan la vara a un nivel altísimo. Lo mismo nos pasó con Rocío Sirri. Agarran tomas nuestras y les dan ese salto de calidad. Las tomas nuestras estaban buenas y con la voz de Rocío está 10 veces mejor. Y después cuando tocamos con Rodrigo Martin de Juana la Loca, ahí nos dimos cuenta del oficio que tiene el tipo. Entonces, cuando él se sienta con nosotros a producir una canción, yo directamente me callo la boca. Escucho, tomo apuntes y opino lo justo y necesario porque es un tipo que tiene muchas más horas de vuelo y de estudio de grabación que yo. A cualquier músico nuevo le recomiendo que trabaje con gente así, con cierto bagaje, porque terminás siendo mejor músico, mejor productor y con la cabeza abierta a un montón de cosas.
Se viene un show en Niceto…
JP: Así es, vamos a tocar en Niceto Bar el día 27 de mayo. Vamos a ver si de una vez por todas logramos retomar los shows en vivo. Es algo que hemos intentado durante la pandemia y por una cosa u otra (léase cepas, fases y cuarentenas) no hemos podido (risas). Venimos de tocar en Córdoba y ahora se viene esta fecha en capital, en un barrio en el que hemos tocado mucho como es Palermo. Vamos a estar presentando la gira “Volver al barrio”, donde la idea principal es tocar en distintos lugares no sólo fuera sino dentro de capital. La gira comenzó en San Cristóbal y ahora nos vamos para Palermo. La idea es tocar donde sea. Es un momento para arremangarse y trabajar.
¿Cómo están las expectativas de la banda de cara al show? Porque una cosa es juntarse a grabar, otra a ensayar y otra muy distinta es juntarse a tocar en vivo. El hecho de cargar los equipos, probar sonido… toda la ceremonia previa que implica dar un show.
JP: Pasé por todos los estados posibles durante este tiempo. Hoy, después del show en Córdoba, necesito que el recital sea mañana. La banda está muy firme, se armó una buena lista de temas. El show es poderoso, con buena presencia en el escenario en cuanto a situación de rock. Se generó un buen clima y estoy muy orgulloso de todo lo que nos está pasando. Yo pensé que no iba a tocar más en formato banda. Lo veía muy lejano. Los precios de los tickets se dispararon sideralmente, los insumos que necesitamos para tocar están en un precio muy alto. Y después, el principal problema que tenés como artista independiente a la hora de salir a tocar es que tenés una oferta de shows gigante: artistas que vienen, que reprograman. Artistas grandes que vuelven a tocar después de mucho tiempo y hacen 2 shows gigantes. Ante eso, lo que nosotros podemos hacer es tocar en la medida que veamos huecos. No somos tontos, sabemos que hoy en día, la prioridad de la gente está en ir a ver el Lollapalooza, el Cosquín Rock, el Quilmes Rock, etc.
¿Cómo está la banda internamente?
JP: Estamos muy bien. Somos 3 personas masomenos de la misma edad, pero con intereses diferentes. Eso termina generando un nuevo orden donde vos tirás cualquier ingrediente y terminan saliendo cosas como éstas. Eso se termina notando en nuestra música a lo largo de los años. Quien escuche nuestras canciones se va encontrar con un cambio sonoro constante tanto en la forma de cantar como en la forma de tocar y armar las canciones. Estamos humanamente juntos, lo que me daba un poco de miedo tras la pandemia. Antes de la cuarentena, ensayábamos religiosamente 5 veces por semana. Yo me preguntaba “¿Volverá eso?”. Y nos encontramos con que, como decía Pity en Viejas Locas, “Todo sigue igual”. Tratamos de que en vivo se priorice la energía. Que la gente venga a ver algo que está bueno, que suene bien, que esté bien tocado y que a la vez haya sangre en el escenario.
¿Qué es lo próximo que se viene para banda?
JP: Se viene el show en Niceto y luego está la idea de ir a La Plata, Rosario, Mar del Plata y Mendoza que son plazas que nos habían quedado pendientes de cuando empezó la pandemia. A nivel musical, cerca de fin de año va a estar saliendo “Ofertas Volumen II”, que en vez de ser versiones van a ser remixes. Asique se viene algo muy bailable. Y en breve, vamos a retomar canciones nuevas para editarlas en un disco nuevo el año que viene. Asique la idea es volver con un mensaje nuevo, con nuevas historias por contar.
Talles Espaciales se presentará el próximo viernes 27 de mayo a las 220 hs en Niceto Bar (Av. Niceto Vega y Humboldt 5507, CABA) . Entradas a la venta en Passline.
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