A 37 años de la guerra, el programa “Palabras Cruzadas” entrevistó a Héctor Sánchez, veterano de Malvinas y Comodoro de la Fuerza Aérea . Una charla que pone en valor lo actuado por nuestros soldados y que aboga por la resolución pacífica del conflicto.

  • Co-producción: Palabras Cruzadas y Prisma Contenidos
  • Reportaje: Ivana Nitti, Julián Retamozo y Sergio Vázquez
  • Texto: Julián Retamozo

Aquellos días de 1982 marcaron a todos los argentinos para siempre. Todos, en mayor o menor medida, fueron atravesados por una gesta que buscó recuperar una parte irredenta de nuestra Nación..

La Fuerza Aérea Argentina, la más joven de las fuerzas armadas de nuestro país, tuvo su bautismo de fuego y todos sus hombres se encargaron de cumplir a rajatabla el juramento de defender a la patria. Héctor Sánchez contaba con tan sólo 28 años y, con el grado de 1° Teniente, fue destinado al Grupo 5 de Caza con base en Río Gallegos. Allí se desempeñó como jefe de sección del 2° escuadrón de aviones A4-B Skyhawk, formando parte de los célebres «Halcones de Malvinas».

A 37 años de la guerra, el programa “Palabras Cruzadas” entrevistó al hoy Comodoro (R) Héctor Sánchez. Una charla que pone en valor todo lo realizado por nuestros compatriotas en el Atlántico Sur y que aboga por una luz de esperanza para la resolución pacífica del conflicto sin olvidar a nuestros veteranos.

¿Qué cambió en su percepción sobre Malvinas de aquél joven de 28 años al hombre que es usted hoy?

Mi pensamiento sobre lo que es la historia de Malvinas no se modifica. Malvinas es parte de nuestro territorio que fue usurpado por la fuerza allá en el año 1833. Es un reclamo histórico de nuestro país, no lo hago como militar, sino que esto lo aprendí desde mi casa con mis padres que me enseñaron la historia, luego en la escuela. Asique, de acuerdo a los principios que me dejaron mis padres, uno tiene que defender lo que le pertenece. Recuperar lo que es de uno. Respecto al conflicto en sí, en realidad, una guerra es algo muy duro para vivirla y sobrevivir. Le aseguro que como militar profesional el haber tenido que vivir esa circunstancia no es grata. Dejamos 649 argentinos como centinelas en custodia de las islas. Muchos volvieron mutilados y otros que no tenemos heridas físicas, pero nos dejó marcada huella de lo que significa intervenir en un conflicto bélico. El tema es ver cómo se soluciona el problema sin tener que recurrir nuevamente a las armas. Teniendo la experiencia de haber intervenido y lo que se vivió, tratar de buscar otra solución.

 

 

En Facebook usted declaró “Nunca pedimos tregua ni le dimos tregua al enemigo. Tampoco nos rendimos, sino que como soldados profesionales tuvimos que cumplir la orden de no volar más.” ¿Cómo evalúa el accionar de la Fuerza Aérea Argentina, el suyo y el de sus compañeros?

La Fuerza Aérea en su primer conflicto (donde no era su misión específica intervenir en un conflicto aeronaval) yo creo que lo hizo con creces. Entregó 55 de sus hombres y dio todo por cumplir con el compromisos que habíamos asumido de recuperar y sostener las islas. Todos los hombres, todas las unidades participaron. Lo que yo vi en el conflicto realmente me llena de orgullo: ver cómo los pilotos se peleaban para cumplir una misión. En muchos casos, otros compañeros y yo (que éramos solteros) nos ofrecíamos a volar en lugar de los casados porque realmente nos daba mucha angustia que un casado sufriera un derribo y deje viuda e hijos. Los mecánicos, la gente que está en la torre de control, los que planifican las misiones, haciendo las evaluaciones. Los aviones que realizaban el acompañamiento como señuelo para tratar de engañar a los ingleses… O sea, todo el mundo intervino y dio lo mejor de sí. Nos costó mucho porque tuvimos que aprender cómo se atacaba un buque, las defensas que teníamos que cruzar para llegar hasta los blancos… Todo eso lo tuvimos que aprender desde el 2 de abril hasta el 1° de mayo donde se inició el conflicto. Por supuesto, gracias al asesoramiento de los oficiales navales. Sumado a eso, teníamos que tener en cuenta a los aviones interceptores ingleses más el armamento que llevaban que había sido cedido por EEUU (que era de última tecnología). Para tener en cuenta lo que hizo la Fuerza Aérea en el conflicto de Malvinas basta analizar que para que el general Moore (comandante de las tropas inglesas) firme la carta de rendición, la única condición que ponía era que la Fuerza Aérea Argentina dejara de atacar a la flota inglesa. Incluso, para salvar las diferencias que había porque la declaración original decía “rendición incondicional” y al general Menéndez no le gustaba el término “incondicional” porque políticamente trae consecuencias severas, negociaron que la Fuerza Aérea no ataque más a cambio de la palabra “incondicional”. Y así ese término fue tachado en la declaración original. Quedó como rendición, no como incondicional.

¿Considera que hay un mayor reconocimiento por parte de los ingleses en comparación con los argentinos?

Eso es algo muy personal y muy particular. Se está viendo un cambio en la Argentina hacia el tema Malvinas. No es el pueblo, yo siempre sostengo que los gobiernos democráticos desde el ‘83 hasta acá vienen negando el conflicto de Malvinas e incluso no se están buscando las soluciones al problema que está inconcluso. Perdimos una batalla, pero no la guerra. ¡Ningún gobierno democrático tuvo como objetivo estratégico nacional el recuperar las islas Malvinas después del sacrificio que se hizo! Acá hay que separar las aguas y recordar que fue el pueblo argentino en Plaza de Mayo pidiéndole al general Galtieri “¡Vamos a la guerra!” cuando salió al balcón. Hoy en día, nadie reconoce eso. Todos lo niegan. Muchos políticos viajaron entre el 2 de abril y el 1° de mayo a visitar las islas. Ahora nadie fue, nadie lo quería. ¿Dónde está el patriotismo de nuestros dirigentes? Con respecto a los ingleses, yo mantengo contacto con el piloto inglés David Morgan desde el año 1993. Nos encontramos en Londres y pudimos superar diferencias, superar el pasado. Nos volvimos a encontrar este año en Malvinas, en un viaje que hicimos en febrero. El soldado no pelea por odio hacia el que está enfrente. Hay que tener en cuenta que las guerras las declaran políticos que se conocen mucho y se odian entre ellos, pero las batallas son peleadas por jóvenes soldados que no se conocen y tampoco se odian.

 

 

El 8 de junio de 1982 es conocido por los ingleses como el “Día más negro de la Flota”. ¿Cuáles son las razones de dicho calificativo? ¿Qué nos puede contar de ese día?

Ese día ellos estaban realizando un desembarco en Bahía Agradable, al sur de Puerto Argentino, muy cerca de la ciudad. Esa mañana estaba previsto que salieran 8 aviones A4-B de Río Gallegos para atacar el desembarco. Fue la primera vez que teníamos que volar combinados los 2 escuadrones, porque nos faltaban pilotos para ocupar distintos cargos dentro de una unidad aérea de ataque. Por algún motivo, nos separaron y salió la primer escuadrilla a la mañana temprano. La primer escuadrilla de ataque encontró los buques de desembarco. Allí iba Cachón, un piloto marplatense. Los atacó con sus compañeros de vuelo y produjo unos daños tremendos. Los daños se ven en las filmaciones de los ingleses: los buques prendiéndose fuego… prácticamente los 2 quedaron fuera de servicio. Lamentablemente, las tropas habían empezado a desembarcar desde la noche. A la tarde, nos hicieron despegar al segundo escuadrón y esto es como ir caminando, pegarle a un panal de abejas y salir corriendo: al primero las abejas no lo van a perseguir, pero a los que vienen atrás…

Se pierde el factor sorpresa…

Correcto. Eso nos pasó a nosotros. Nos estaban esperando. Para colmo, sobrevolamos a toda la tropa inglesa que ya había desembarcado. Íbamos sobrevolando en paralelo a las elevaciones que hay en torno a Puerto Argentino, Tumbledown, todas las cadenas de montañas que están ahí, asique nuestros camaradas del Ejército que estaban en esas posiciones nos deben haber visto pasar y cómo nos estaban tirando. Por suerte, pudimos pasar los 4 y luego, siguiendo nuestra ruta de navegación, nuestro líder divisó una lancha de desembarco y la atacaron. En ese interín, nos interceptaron 2 Sea Harrier, con lo cual fueron derribados mis 3 compañeros de vuelo. Regresé yo solo. Por los daños que sufrieron los ingleses durante el desembarco, ese día ellos los llaman “El Día más Negro de la Flota”. Y para mí fue el día más negro de mi vida, porque vi cómo murieron mis compañeros en combate.

La muerte de un piloto no es muy grata. Cuando fui a las islas, no fui a visitar una trinchera y dije “acá estaba, acá comía”. O sea, lo que voy a ver son los pedazos, los restos del avión desparramados en un kilómetro de distancia de lo que era un compañero mío que quedó en tierra. Hay otros que lamentablemente cayeron al mar. No es muy grato ver la muerte de un piloto de combate, como tampoco lo fue para David Morgan.

Nosotros no peleamos por odio. Tratamos de cumplir con nuestra misión. Lo que más desearíamos es estar con otro piloto de combate bebiendo cerveza en un bar en vez de estar matándonos unos a otros.

Recientemente Silvia Ratto, docente, investigadora y directora de la Licenciatura en Historia de la Universidad Nacional de Quilmes, escribió un texto donde argumentó sobre el uso político de la causa Malvinas. El actual gobierno de Mauricio Macri ha dado constantes ejemplos de una mirada deshistorizante del pasado argentino con el argumento de que “hay que mirar hacia adelante” ¿Usted concuerda con que hay un progresivo abandono de la reivindicación de la soberanía sobre las islas Malvinas?

No soy político, soy militar. Y me voy a morir siendo militar porque el político lamentablemente, para entrar en política, tiene que tranzar muchas cosas y ya el militar que quiere ser político deja algunos principios y valores de lado. Usted habló de Macri, yo hace un ratito dije desde el ‘83 hasta ahora no hubo un gobierno democrático que reivindique la gesta y a los muertos de Malvinas. Ni que tenga una política real, verdadera para recuperar las Malvinas. No es Macri solamente. Radicales, peronistas, del color político que ustedes quieran. K o no K, Macri… Ningún gobierno hizo nada por reivindicar la gesta ni por los soldados que pelearon en Malvinas. Tiene que haber una política real de Relaciones Exteriores. Es una estrategia nacional a largo plazo. ¿Qué político tenemos que esté llevando eso adelante? Acá no importa quién esté de presidente ni del partido político que sea. Las políticas nacionales de largo plazo, como es Malvinas, hay que llevarlas adelante independientemente del partido que esté gobernando.

En las charlas que brinda en las escuelas, ¿cómo percibe a los jóvenes en relación a la cuestión Malvinas?

Los chicos son muy sanos y les encanta a veces escuchar historias que no se las han contado todavía (con excepciones, como siempre). Hay jóvenes que saben más que nosotros que fuimos los que estuvimos en combate. A veces me quedo con la boca abierta de las cosas que cuentan sobre el conflicto: dónde estuvo una unidad de Ejército… O sea, a veces uno se sorprende gratamente de la reacción del auditorio. Los chicos son muy receptivos y lamentablemente (esto no es una generalización) les están metiendo muchas cosas en la cabeza que no son las verdaderas. Tergiversan, siempre dejan pegado todo a la dictadura. Malvinas históricamente quedó pegada a la dictadura. Entonces, una causa justa termina siendo ensuciada políticamente, educativamente, como quieran decirlo.

Héctor Sánchez y Luis Cervera junto a Pablo Bolzán, hijo del Cap. Danilo Bolzán, caído en combate el 8 de Junio de 1982. FOTO. Gentileza Luis Cervera

¿Qué sensaciones le dejó su reciente viaje a las islas?

Sabía que iba a ser duro, pero fue más duro de lo que yo creía. Me hizo muy mal. Todavía estoy tratando de asimilar lo vivido. La verdad es que me quedaron cosas sin completar, lamentablemente. No fue un viaje ni de placer ni de turismo, porque yo iba con 2 o 3 objetivos a realizar. La mayoría los pude hacer, excepto uno: llegar al lugar donde cayó un compañero mío. En general, lo que sentí estando allá y cuando volví inmediatamente es… No puedo decir odio que tienen los ingleses por nosotros, pero realmente la indiferencia. Puerto Argentino/Stanley es una población de 3.000 habitantes, asique todo el que llega se conoce. Saben quién es el que llega. Aunque nadie estuviera mirándonos, todo el mundo estaba mirando y todos sabían quiénes éramos y porqué estábamos. Lo que me quedó fue el dolor, el resentimiento de esa gente con nosotros, que también entiendo porque ellos siendo civiles sufrieron el conflicto. Siguen declamándose una nación independiente, pero necesitan que Gran Bretaña les preste las fuerzas armadas necesaria para defenderse. Y por el otro lado, me dolía mucho la indiferencia argentina porque con nosotros estaba David Morgan. Y por primera vez yo sentía al revés de lo que nos pasa a nosotros acá. Varias veces la gente cuando nos reconoce nos dice “gracias por lo que hicieron”. Compartiendo momentos con David Morgan en la isla, la gente cuando lo reconocía paraba y le decían “gracias por lo que hicieron por nosotros”. Asique todo fue doloroso.

Estos hombres que hoy peinan canas no fueron a la guerra en 1982 para defender una Junta Militar o en busca de condecoraciones. Fueron en defensa de lo que pertenece al pueblo argentino respetando el juramento de defender a la patria hasta dejar la vida. Desafiaron a la muerte y vendieron cara la derrota, ganándose el respeto de propios y extraños. Hoy, a 37 años del conflicto, Prisma Contenidos les rinde homenaje.