El pasado 18 de Septiembre Juan Grabois, abogado y referente de la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP), fue detenido junto a varios dirigentes sociales que trataban de frenar el violento operativo de la Policía de la Ciudad contra un grupo de trabajadores ambulantes senegaleses. En diálogo con el programa “Palabras Cruzadas”, Nicolás Caropresi, militante del Movimiento de Trabajadores Excluidos, brindó detalles sobre la brutalidad del operativo policial.

  • Producción periodística: Palabras Cruzadas & Prisma Contenidos
  • Reportaje, texto y edición de audio: Julián Retamozo
  • Voz en off: Ivana Nitti

El pasado martes 18 de Septiembre Juan Grabois, abogado y referente de la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP), fue detenido junto a Rafael Klejzer, Jaquelin Flores (de la Federación de Carreros y Recicladores), Alejandro Valiente, Sergio Sánchez y el pastor Diego Mendieta, integrantes de la CTEP. Los dirigentes sociales estaban frente a la Comisaría 18 de la Ciudad de Buenos Aires exigiendo la liberación de dos militantes del Movimiento de Trabajadores Excluidos y cuatro trabajadores ambulantes senegaleses que habían sido encarcelados una hora antes, tras un desalojo al que habían sido sometidos por parte de la policía de la Ciudad. Según explicaron fuentes del movimiento social, los trabajadores informales se negaron a entregar la mercadería y a identificarse, por lo que comenzaron a forcejear con los uniformados.

En diálogo con el programa Palabras Cruzadas, el integrante del MTE Nicolás Caropresi dio detalles de lo acontecido durante el operativo policial: “El operativo fue en Plaza Constitución, empezaron a golpear a 4 trabajadores senegaleses. 2 compañeros que se estaban acercando a la CTEP (que está a 3 cuadras) vieron esta situación, intervinieron no para impedir la detención sino para bajar el nivel de violencia que la policía estaba ejerciendo. La respuesta fue ejercer el mismo nivel del violencia sobre ellos y llevárselos detenidos. La policía estaba realmente enajenada y empezaron a provocarme. Me fui urgente a la comisaría 18 donde llevaban a los detenidos. Algo que hacemos siempre que se llevan a trabajadores o militantes detenidos porque es lo único que garantiza la seguridad y los derechos básicos en esos procesos. 30 minutos después, éramos alrededor de 30 compañeros sobre Avenida San Juan (sin cortar la calle).”

Diego Mendieta, pastor e integrante de la CTEP, recibió más de 40 trompadas en la cara. Imagen: Joaquín Salguero

Luego, la tensa situación derivó en otro hecho de violencia policial que culminó con la detención de referentes sociales (entre ellos Grabois) y la persecución brutal de los efectivos de la Policía a los militantes por las calles de Constitución. “Me había comunicado con Juan (Grabois) para que se presente no como referente social sino como abogado. Antes de que él llegue habían desplegado alrededor de 300 policías de esquina a esquina. Había 10 policías por militante, a ninguno se nos ocurrió ejercer violencia porque llevábamos las de perder. Después de varios insultos del comisario y del jefe de calle, el cordón policial avanzó sobre nosotros. Subimos hasta la vereda pensando que al liberar la avenida en su totalidad no habría ningún problema, pero la policía decidió acorralarnos contra la pared y comenzaron a pegarnos bastonazos y tirarnos balas de goma y gas pimienta. Juan justo bajaba del auto y se lo chuparon. Se llevaron detenidos a Jaquelin Flores, Sergio Sánchez y a Rafael Klejzer. Al resto nos persiguieron por las calles de Constitución en una cacería violenta que duró 20 minutos. En ese momento nos reagrupamos y volvimos hasta la comisaría hasta que libraran a los compañeros.” Narró Caropresi.

Mendieta y Flores denunciaron haber sufrido golpes y tratos vejatorios por parte de efectivos policiales en la comisaría. Jaquelin Flores denunció haber sido golpeada de manera brutal. Contó que los policías se ensañaron pegándole en la vagina y que “se sacaron la identificación para golpearnos”. El trato vejatorio comenzó cuando un policía le dijo que con esa remera -Flores vestía una del Movimiento de Trabajadores Excluídos- “se rajara” y ella le preguntó por qué siendo policía no tenía identificación: “me dijo que era una negra de mierda y que no tenía por qué responderme, que yo para lo único que servía era para chuparle la p…”, relató.

Acusados de «atentado y resistencia a la autoridad», los detenidos fueron retenidos hasta pasada la medianoche, mientras en la comisaría se reunían legisladores, dirigentes políticos y sociales en reclamo de su liberación. El metrodelegado Néstor Segovia, la diputada Victoria Donda, el ex dirigente social Luis D’Élía fueron algunos de ellos. También el triunviro de la CGT Juan Carlos Schmid, Leopoldo Moreau, Agustín Rossi, Roberto Baradel, Felipe Solá y José Luis Gioja estuvieron entre los que expresaron su apoyo, cuestionando tanto las órdenes políticas de reprimir como el discurso del odio que desde el Gobierno alimenta la violencia policial.

(Fuente: La Resistencia Noticias)

Marcelo D’Alessandro, Secretario de Seguridad porteño, aseguró que puede haber una “relativa politización” del caso al tiempo que defendió el accionar policial durante el operativo de desalojo: “Terminan algunos policías lesionados, con heridas. Se tuvo que actuar porque hubo un desborde de violencia. No podemos permitir que rompan cosas o agredan a personal policial. Lamentablemente, ante esa situación nuestro límite es la violencia y en ese sentido actuamos. Bajo ningún punto de vista pretendemos criminalizar o hacer de una protesta política un reclamos social en temas de seguridad.”

“Nosotros consideramos que eso es producto del mensaje que el poder político transmite a cotidiano. Toda esa doctrina que están impulsando el Ministerio de Seguridad y la Presidencia de la Nación lleva a que la policía actúe de esta manera desbocada y violenta.” Concluyó Caropresi.

 

 

 

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