El artista presenta su nuevo single, donde analiza la relación entre el mundo virtual y nuestra corporeidad en clave rockera.

  • Reportaje y texto: Julián Retamozo

El artista argentino Maxi Feroleto aca de lanzar el primer single en clave pandémica y rockera. Sucesor de su último disco “Dinámica”, “Bajo esta piel” se propone estudiar el fenómeno que se da entre lo virtual y lo corpóreo en medio de esta nueva realidad implantada por el Covid-19.

Siempre intentando mantener la esencia sin dejar de explorar nuevos horizontes, con dos discos editados y habiendo liderado distintas formaciones musicales, hoy se encuentra ante el lanzamiento de este nuevo corte..

Prisma dialogó con el músico sobre la canción y el viaje de encarar una carrera solista tras recorrer el circuito del under con su banda anterior.

Al igual que en tu caso con “Dinámica”, muchos músicos tenían discos lanzados o por lanzar y la pandemia los puso en la disyuntiva de esperar o no para presentarlo ante la hipótesis de que tal vez, al momento de que termine la pandemia, ese disco quede “viejo”…

MF: ¡Totalmente! Bueno, fui buscando las alternativas que tenía disponible. En ese sentido, la tecnología nos ofrece un montón de formas, aunque no hay manera de suplantar la cercanía con el público. El feedback que se genera. Intentamos hacer algunos vivos por Internet y de esa forma se fue presentando el material. Pero con ese tipo de salvedades que para mí hacen a la esencia del artista y del público.

¿Con cuál formato te sentís más cómodo: con el disco, el EP o el single?

MF: Me sentía más cómodo con el disco por esto de que todo gire en torno a un concepto, que fue lo que hice en mis 2 discos. Pero con la vorágine del streaming y los recursos con los que uno cuenta, incursioné en esto de ir haciendo de a una canción. Si bien a mi me pasa que termino de componer una y tengo ideas que derivan en 2 o 3 más, vos te enfocás en una canción y mientras esa canción va rodando, te a tiempo de hacer otras. Entonces, me parece interesante este formato de singles. No sé si me siento más cómodo, pero teniendo en cuenta el contexto, me parece lo más adecuado. Igualmente, mi horizonte sigue siendo el formato disco.

En la previa de la nota mencionaste la palabra “pandemiar” y esta canción tiene un poco de eso. ¿Cómo surgió?

MF: Tiene muchísimo que ver. Surge en medio de la pandemia, más a fines del año pasado. Estaba un poco saturado, sobreinformado (como la mayoría). Había sacado un disco hace poco y no tenía posibilidades de presentarlo. No había manera de tocar en vivo. La labor artística estaba muy complicada. Empezaron a salir las primeras reflexiones en un borrador hasta derivar en una canción que grabé como pude con los recursos que tenía a mano. 

 

 

En “Bajo esta piel” se nota un rock bien ‘90s, con guitarras al frente, bien elaborado sonoramente. ¿Cómo lo fuiste trabajando?

MF: En cuanto al sonIdo, coincido con vos. Yo soy guitarrista por sobre todas las cosas. Fue el primer instrumento que aprendí a  tocar y me parecía bueno que las guitarras hagan las veces de estandarte, que estén al frente y se vayan fusionando entre sí. Me gusta esa armonización. El sonido tiene que ver también con esta puesta en escena, de decir “vamos a movernos un poco, a ver qué hacemos con todo esto que estamos padeciendo”. Tiene su reflejo en el rock de los ‘90, mi influencia directa por un tema generacional y de gustos estéticos.

Cada instrumento es un mundo. A la hora de encarar la parte del canto, ¿cómo fue para vos meterte en ese mundo?

MF: Fue un descubrimiento nuevo, porque cuando yo empecé con la guitarra lo único que me interesaba era componer musicalmente. La letra también era importante, pero siempre tenía un cantante con el cual componía y me sentía muy cómodo desde ese lugar. Entonces, cuando decidí lanzarme como solista, al principio dije “si hay que cantar, se canta y listo”. Finalmente me di cuenta que no era tan fácil como parece (risas). Manejar el micrófono es complicado. Por ahí uno tiene el oído entrenado desde lo musical por el instrumento que toca, pero a la hora de ejecutar con la voz, tenés que tener cierta técnica. Ahi fue cuando dije “bueno, vamos a estudiar, vamos a prepararnos”. Creo que, como con la guitarra, es algo que se aprende toda la vida. Nunca se termina de aprender. Voy en ese camino, mejorando de a poco día a día. El rock te da esta flexibilidad donde se mezcla lo técnico con la interpretación, asique fui trabajando eso también, la forma de expresarse. Es todo un descubrimiento para mí.

Y eso de haber tenido bandas anteriormente, si bien no ocupabas el rol de vocalista, te da cierta experiencia a la hora de encarar un disco o un show…

MF: Eso la verdad que ayuda muchísimo. Conocer el escenario, la distancia que hay a veces entre estar al frente y estar atrás. En general, en el rock las guitarras van adelante. Y si pueden ir en la misma línea que el cantante, mejor. En eso estoy acostumbrado. Se agrega un tema más, que es el de poder escuchar bien todos los sonidos que necesitás, tener bien los retornos. Quizás la guitarra a veces hace de escudo a la hora de cantar porque tenés de dónde agarrarte para mantener el equilibrio. Pero sin duda que cuando me tocó subir ya en este rol de cantautor, sentí lo importante de todos estos años que me dio como experiencia el ser guitarrista.

 

 

Su primer disco, llamado Kairos se publicó en 2017 y fue presentado en vivo acompañado por una nueva formación musical. Luego, se embarcó en la creación de su segundo disco: Dinámica, que fue lanzado recientemente, en 2020.

En comparación a lo que fue el primer disco y este último single, ¿qué evolución notás?

MF: Muchas. Cuando fue el primer disco solista en el 2017 (Kairós), fue un disco que lo fui grabando en etapas, porque a la vez que lo estaba grabando, estaba aprendiendo. Estaba estudiando canto y era mi primer incursión en la grabación de varios instrumentos. Yo estaba acostumbrado a grabar con toda la banda y de repente estaba solo en el estudio grabando las cosas por partes. Fue un gran experimento. Por supuesto, y esto nos pasa a la mayoría de los artistas, cuando uno escucha algo que hizo en otro momento, lo primero que dice es “Quisiera grabarlo todo de nuevo porque haría un montón de cosas distintas”. Pero después te das cuenta que es una buena foto para ir mirando hacia atrás y ver dónde uno estaba parado en ese momento. Ya cuando grabé el segundo y estos temas que estoy grabando, lo encaré por otro lado. Con un poco más de conocimiento.

Aparte, no es lo mismo grabar con una banda donde vos conocés el sonido del otro que hacerlo en un proyecto solista, donde si bien vos sabés en tu cabeza cómo querés que suene, es un mundo totalmente diferente…

MF: Sí, porque también está el tema de la ejecución. Yo puedo pensar y tener una idea de cómo quiero que suene cada instrumento y orquestarlos. Pero después, a la hora de la ejecución, el bajista ejecuta como bajista y el baterista como baterista. Yo soy guitarrista y pienso al resto de los instrumentos como tal. Entonces cuando puedo, siempre llamo a mis amigos colegas músicos que se quieran sumar en el instrumento que les toca, porque eso le da un plus a las canciones.

Ahora que se está reabriendo todo, ¿cómo ves la posibilidad de volver a tocar?

MF: Con mucho entusiasmo y con gran expectativa. Estoy recorriendo lugares y distintas alternativas para poder programar fechas. Por el momento entiendo que lo más sencillo va a ser salir a tocar con mi guitarra y el micrófono de manera unipersonal. Con lo cual, también va a ser una nueva experiencia porque mis canciones están hechas en formato de banda. Habrá que esperar un poquito más para juntar a los chicos y salir a tocar.

¿Qué es lo próximo que se viene?

MF: Estoy grabando unos temitas nuevos, también hijos de esta pandemia. La idea va a ser reunirlos bajo un mismo concepto y poder sacarlos. Vamos a ver si da para un álbum o lo dejamos como un EP. Y en paralelo, buscar algunas fechas y reinterpretar las canciones de manera acústica y ver si se puede recopilar algún material de eso para poder editarlo.

Más info en: