Más de 20 años de éxito consecutivo convierten a Dios Salve a la Reina, en la banda tributo a Queen más importante del mundo: Pablo Padín, Ezequiel Tibaldo, Dani Marcos y Matías Albornoz, lideran el proyecto que lleva más de 100 conciertos agotados en diferentes países y más de 300.000 espectadores.

  • Texto: Ivana Nitti
  • Reportaje: Julián Retamozo

Este año, la banda prepara su primer show tras la pandemia, y el lugar elegido es la emblemática calle Corrientes de Buenos Aires.

Prisma Contenidos dialogó con Daniel Marcos, guitarrista de la banda que interpreta a Brian May, quien nos adelantó sobre el show en el Teatro Gran Rex.

DIOS SALVE A LA REINA se ha convertido en un fenómeno excepcional, reviviendo la magia de Queen en América, Europa, y el resto del mundo; con conciertos completamente agotados en importantes ciudades como Buenos Aires, Sao Paulo, México DF, Madrid, Barcelona, Liverpool, entre otras.

 

 

La banda recorre el catálogo de Queen, desde sus comienzos en 1973 hasta su último álbum, Made in Heaven, editado después de la muerte de Freddie Mercury, en 1991. Éxitos insuperables como Bohemian Rhapsody, Love of my Life, We are the Champions, We will Rock You y otros éxitos inolvidables de la icónica banda británica de rock formada en 1970 en Londres por el cantante y pianista Freddie Mercury, el guitarrista Brian May y el baterista Roger Taylor. El bajista John Deacon llegaría un año después al grupo para completar la formación clásica.

En esta nota, entrevistamos a Daniel Marcos, quien nos brindó detalles en exclusiva sobre las expectativas que genera el próximo show en Buenos Aires.

¿Cuáles son las expectativas para el show del viernes y cómo vienen los preparativos?

DM: La manija viene a full porque es nuestro primer show del año. Arrancamos nuestro 2022 en el Gran Rex, en Buenos Aires. Lo cual, para nosotros es una alegría enorme tocar en Argentina, nuestra casa. Hay una electricidad diferente cuando uno toca en su país, en su ciudad y con su gente. A nivel show, venimos preparando un espectáculo basado en el mítico concierto de Wembley de 1986, pero con algunos agregados extra que nos permitimos la licencia de sumarlos para deleitar a los más fanáticos. Estamos terminando de afinar la puesta en escena, vestuario y, a nivel musical, estamos puliendo los ensayos. 

Al ser Queen una banda emblemática, siempre se encuentran perlas para rescatar. A la hora de armar la lista de temas, ¿van más por los lados B o ya tienen un set de caballitos de batalla infaltables?

DM: La mitad del show tiene una lista de temas infalibles e infaltables. Lo que pasa es que Queen tiene tantos éxitos que a veces nos cuesta mucho cambiar algunos temas puntuales porque la gente los espera. Optamos por hacer un equilibrio entre cumplir las expectativas de la gente que paga una entrada y nos viene a ver y tocar temas que no son tan conocidos pero que a nosotros nos enriquece muchísimo porque es un desafío. Aprender una canción de Queen es un gran desafío. Lo hacemos por nosotros y además hay muchos fanáticos de la banda que conocen todo el repertorio, el cual es muy grande.

 

 

Van a tocar en el Gran Rex, ya lo hicieron en el Luna Park, son escenarios simbólicos. Además, rinden tributo a una banda que también tiene un peso simbólico en Argentina. No me quiero olvidar del recital en Vélez…

DM: Queen significó mucho para el público argentino. El del Vélez fue el primer gran show que se hizo en un estadio y con ese nivel. Ellos trajeron toda una infraestructura que no existía acá. Fue un impacto muy grande a nivel cultural. Y para nosotros, seguir homenajeándolos hoy con tanto respeto y cariño, ver la respuesta de la gente y poder tocar en estos escenarios tan emblemáticos de nuestro país, es un gran privilegio y un orgullo. Tanto el Luna Park como ahora el Gran Rex, lo vivimos con mucha felicidad.

Además, homenajear a una banda tan icónica, implica también todo un desafío desde la puesta en escena, el sonido… Se ve que hay todo un trabajo en cuidar el legado de la banda…

DM: Hay mucho trabajo, de muchos años, a nivel individual de cada uno en su rol y a nivel grupal en lo que es la propuesta de la banda y el equipo técnico que se va formando. Se van cuidando muchas cosas: la puesta en escena, la iluminación, los instrumentos que usamos. Tratamos de cuidar todos esos elementos y, una vez arriba del escenario, “creerse” el personaje. Tiene que ver más con una actuación más allá de lo que uno aporta como músico. La suma de todos esos detalles hacen un poco al resultado y la gran aceptación de nuestro público.

En tu caso, te toca interpretar a Brian May, ¿qué sentis al interpretar a semejante artista? ¿Pudieron tener algún contacto con los miembros de Queen?

DM: Para mí, tocar música de Queen e interpretar lo que tocaba Brian, es algo que me toca muy profundamente. Yo empecé a tocar la guitarra a los 8 años porque quería tocar las canciones de Queen. Fue lo que me despertó querer tocar este instrumento. Con el pasar de los años uno va creciendo, evolucionando, aprendiendo otros estilos y tocando con mucha gente, pero hoy por hoy, el hecho de poder tocar con los chicos y meterme en ese personaje, es un sueño hecho realidad. Por otra parte, los chicos han tenido la posibilidad de ver a Brian en distintas oportunidades por separado, al igual que con Roger Taylor.

 

 

Han viajado por todo el mundo y recorrido diferentes escenarios, ¿cómo los ha recibido el público?

DM: La aceptación siempre es muy buena. Hemos tocado en Japón, lo que fue una locura para nosotros a nivel cultural porque somos tan diferentes en tantas cosas. Y sin embargo, la conexión se logra igual. La música de Queen es algo que claramente dejó huella en todo el mundo. No voy a dejar de decir algo que es súper trillado: el público de Argentina es mucho más efusivo, más demostrativo y se genera una energía mucho más potente. 

Hace unos días, la compañía Viberate, dedicada a recopilar información sobre plataformas como Spotify y YouTube, consagró a Queen como la banda más escuchada del mundo…

DM: La verdad es que después de tanto tiempo y de tantos grupos que surgieron después, es increíble. Queen ha tenido un gran impacto en Latinoamérica y el resto del mundo dejando una huella imborrable. 

Si tuvieras que elegir 5 canciones infalibles en cualquier escenario del mundo, ¿cuáles serían?

DM: Es difícil establecer un orden porque están todas a un mismo nivel, pero tenemos:

  • We will rock you: Una canción que invita a que la gente haga palmas y se sume al ritmo de la batería. Siempre terminan cantando el estribillo junto a nosotros. No falla nunca.
  • We are the champions: Por lo general la hacemos pegadita a “We will rock you”. Marca el final del show y es un himno de por sí. Lo han adoptado a nivel mundial por cuestiones deportivas y ya es un himno universal que la gente disfruta muchísimo.
  • Radio Ga Ga: Es un tema que ha pegado muchísimo y tiene una gran respuesta en el público.
  • Friends will be friends: Acá en Argentina obviamente está ligado a la famosa serie de televisión.
  • Rapsodia bohemia: Es el punto máximo de la obra de Queen. Es una obra maestra en sí misma. Para nosotros es un gran desafío hacerla entera, porque tocamos y cantamos la parte del medio, cosa que ellos no hacían (ponían la grabación original y luego retomaban en vivo). Se genera un clímax con el público donde todos juntos cantamos la ópera. Es el punto máximo del show.

¿Con qué nos podemos encontrar este viernes en el Gran Rex?

DM: Nuestra premisa está ligada a esta ilusión que nos creamos y permitir que el público sienta que viaja en el tiempo a ver un show de Queen. Que puedan disfrutar de toda esa música y la puesta en escena que ellos proponían. Que todos podamos disfrutar de una ilusión compartida.

Dios Salve a la Reina se presentará este viernes 8 de febrero a las 20 30 hs en el Teatro Gran Rex (Av. Corrientes 857, Ciudad Autónoma de Buenos Aires). Entradas a la venta en Ticketek.

 

 

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