El cantautor se encuentra presentando su segundo EP, “Justo a tiempo”, editado en 2023. Dialogamos con Facu sobre su último EP y su experiencia de participar en uno de los festivales más prestigiosos del país.
- Reportaje y texto: Julián Retamozo
Facu Parini es cantante, compositor y guitarrista oriundo de Agronomía (Buenos Aires, Argentina). Tras 12 años junto a Viejos Komodines, Facu comenzó en 2017 y su viaje solista acompañado por una banda de rock de vanguardia con aires pop. Su obra nos regala canciones directas y distintas entre sí que dialogan y se potencian para contar su historia y hacernos parte de su viaje.
Actualmente se encuentra presentando su segundo EP, “Justo a tiempo”, editado en 2023. Su sonido clásico y explosivo busca nuevas atmósferas que van desde canciones intensas, que pasan por el baile para transformarse hasta llegar a lo más sensible para elevarse. Su voz dulce y cruda suena como una ofrenda con ganas de renovar la escena «Justo a Tiempo».
Dialogamos con Facu sobre su último EP y su experiencia de participar en uno de los festivales más prestigiosos del país.
Y ya entramos un poquito en este material, estuve escuchando cómo arrancaba y los temas tienen esa suciedad media setentista pero que a la vez le da un brillo, ¿cómo lo fuiste trabajando?
FP: Fuimos trabajando con el sonido de la banda. Este es el único que trabajamos con un productor artístico con un productor musical que se llama Charly de Sydney. El sonido lo fuimos descubriendo con él. Si bien con la banda, ya veníamos en esa eterna búsqueda de la identidad. Me gusta que vean nuestras referencias, pero que no nos coman. Tratar de aportar nuestro color que suene a 2023 (salió en noviembre del año pasado). Que pueda sonar actual, tradicional y que pueda sonar al futuro. Es bastante pretencioso, pero buscar nuestro sonido significó también darnos cuenta trabajar y reconocer dónde brillaban las canciones. Hay una búsqueda sonora con respecto a las tres canciones ya que las tres tienen una energía bien distinta entre sí y particular. Tratamos de que se complementen y que las tres juntas puedan contar un relato. Estas canciones también son bastante directas. Yo necesitaba que sea un sonido crudo, medio desnudo o con pocos elementos y poder sacarle el mayor jugo a eso. Digamos, esa búsqueda simple de alguna forma para que la canción se rebele y pase al frente.
”Justo a tiempo”, ¿en qué etapa de tu carrera artística te encuentra?
FP: Bueno, en el nombre del disco está la respuesta. Son canciones que veníamos tocando con la banda en 2019 antes de la pandemia. La intención primaria era grabar a fines del 2019. Veníamos trabajando algunas canciones y yo tenía la idea de sacarle la foto a la banda con la que estábamos tocando. Veníamos de presentar mi primer EP solista, hicimos varios shows y la intención era “che, vamos a sacarle la foto a esto que está pasando ahora porque después se te pasa y cambia la vibra”. Vino la pandemia entonces y con Charlie seguimos trabajando online, tirando algunas ideas y empezaron a salir otras canciones. Juntamos varias canciones y cuando se abrió la pandemia nos metimos a grabar como pudimos: con barbijo, en tandas… Tomamos la decisión de tomar estas 3 canciones y empezar a trabajarlas como se podía. Nos comprometimos con la banda y con el grupo humano con el que trabajamos “Justo a tiempo” y pudimos sacarle la foto apenas se abrió la pandemia. Es mi segundo EP. Cuando empecé a tocar con mi nombre en formato solista, empecé a pensar distinto porque venía de una banda donde éramos varias cabezas y ahí me reduje a la máxima expresión que es uno mismo. Me di cuenta que es mucho mejor dar un paso firme que andar corriendo, entonces volví a las bases. A decir , bueno, necesito una cosa bien. Una sola. Empecé a pensar en el plan, “Bueno, tengo estas canciones que me gustaría ir sacando todas juntas, e ir narrando las partes de una gran narrativa mucho más amplia.” Siento que “Justo a tiempo” es la continuación del primer EP que se llama “Al sol”, donde las canciones estaban interrelacionadas. Estoy en un momento positivo, saludable podría decir en el sentido de que tengo otras opciones que están esperando su turno. Estoy en el momento de salir a tocarlas, de presentarlas, de rearmar la banda y estar proponiendo algo en este contexto tan delicado en el que estamos. Asique el momento yo siento que es intenso, feliz, creativos también porque estamos en una nueva etapa con la banda.
En enero de 2018 fue convocado por «Córdoba Rockea» para participar en el «pre-Cosquín Rock Bs.As.» que se realizó en Makena. El proyecto se consagró como ganador para representar a su ciudad en el «Cosquín Rock 2018» y el domingo 11 de febrero tocaron en el festival de rock más grande de Argentina.
Previo a la pandemia, vivieron una hermosa experiencia en Córdoba, ¿Cómo fue tocar en el Cosquín Rock 2018?
FP: Intenso y feliz, con un montón de dudas, incertidumbre, miedos y angustias. La verdad que fue un regalo alucinante que agradezco y también lo disfruto. Es una parte importante del proceso en el cual, nosotros trabajamos para llegar a un sonido, a una canción a una expresión justa y cuando se empiezan a dar ciertas cosas es un shock. Ya habíamos hecho el primer show como solista en el Matienzo y ese show se originó porque habíamos filmado un video que se llama “Suelo cielo”. Hicimos una convocatoria abierta, fuimos 80 personas trabajando. Ese video originó una ola de energía que creó el primer show. Después de eso nos convocaron al Pre-Cosquín como “nuevo solista”. Había que hacer 15 minutos de show, estábamos ensayados, veníamos afilados y estábamos en sintonía. Empezamos a creer en este proyecto que si bien tiene mi nombre, es colectivo. Tomamos mis cuatro mejores temas, armamos un mini show y lo dimos todo. Esa noche nos salió todo bien y nos eligieron para representar a Buenos Aires en uno de los festivales más grandes de Argentina. Asique el tercer show de la banda fue en el Cosquín Rock.
¿Cómo fue esa experiencia ya en Córdoba?
FP: La experiencia fue un viaje de egresados. Fuimos todos juntos (los músicos y sus familias) y la ciudad se moviliza en esos días. Decidimos ir antes para alquilar una casa y llegar el día anterior, así que fue todo diversión hasta que nos dijeron “Tienen que ir a tocar”. Dimos nuestro show y vimos nuestros anhelos, nuestros sueños: tocar frente a una montaña alucinante, en un escenario espectacular y en un horario re copado en el que nos vio un montón de gente. Pudimos ir a ver shows que queríamos ver, nos hicieron un par de notas y cuando volvimos del Cosquín Rock fue como “che, tenemos que sacar ya el LP”. Sólo habían salido dos simples, asique cuando volvimos nos pusimos a laburar para poder terminar el EP “Al sol”. Ese mismo EP lo presentamos oficialmente en Lucille. Luego pudimos tocar en The Roxy y La Trastienda. Queríamos meternos a grabar y vino la pandemia…
Hablando un poquito de la instrumentación, ¿con qué tipo te sentís más cómodo, la faceta acústica o la eléctrica?
FP: En la pandemia me di cuenta que el set solo se empezó a hacer una posibilidad. Yo veía a un montón de artistas y colegas que lo hacían y empecé a preparar un set solo mío. Me di cuenta que el valor agregado mío era que lo que esté sonando lo estoy tocando yo. No voy a disparar nada en vivo ni voy a loopear nada. Planteé un show desde la intimidad de la guitarra criolla o del roncoco. Puedo incorporar el teclado o incluso cantar desde la batería. O sea, yo cantando y tocando el bombo y el hi hat de la batería mientras tocaba la guitarra. Y los shows fueron cambiando, mutando para encontrarle la vuelta y divertirnos. Suelo hacer el dúo selt, el trío… Lo que sea necesario para salir a tocar y que las canciones sigan sonando y poder decir “Tomá el flyer, andá a YouTube a escuchar el disco y seguirme en Instagram”. Que la música empiece a moverse. Antes pensaba que sin la banda no podría hacer nada. Es decir, necesito un intermedio que me permita no solamente salir a tocar, sino que me permita que la música y la creación siga. Que de alguna manera me motive a seguir investigando.
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