Andrea Álvarez vuelve al ruedo con su 5° disco de estudio “La cadena del mal”, el cual será presentado el próximo 4 de octubre en The Roxy Live. Dialogamos con la artista sobre la génesis del disco, el contexto actual del rock y su próximo show.
- Reportaje y texto: Julián Retamozo
Andrea Álvarez presentará “La cadena del mal”, su nuevo disco, el próximo 4 de octubre en The Roxy Live. Este nuevo álbum incluye once temas en los que los ecos al power rock, sirven de colchón para letras en las que conviven dolores personales, crítica social con otros más festivos. El cromatismo sonoro dirigido por el amplio registro vocal de una omnipresente Andrea, capaz de agravar su voz en los susurros o desgarrarla en los cortes más enrabiados, tocando la batería con maestría y esa pasión escénica que la caracteriza, se suman a la guitarra de riffs vertiginosos de Tomás Brugues y el bajo profundo y emocional de Lonnie Hillyer.
Charlamos con la artista sobre este nuevo disco, la actualidad del rock y su próximo show en Palermo.
¿Cómo surge el concepto de «La Cadena del Mal»?
AA: La cadena del mal es el abuso desde el poder, es el tiempo en el que nos toca vivir con «el poder» como la droga de este siglo (y de todos los siglos, porque es más bien el móvil de esta vida capitalista). El concepto surge porque mi inspiración para componer es la necesidad de sacarme de encima lo que no me gusta. Es mi manera de expresar mi disconformidad con todo lo que pasa y sobre todo con las «formas” que nos quieren imponer como estilos naturalizados de vida a los que yo me opongo radicalmente. Desde esa necesidad nace el disco y nace el concepto.
¿Qué significó la pandemia como motor a la hora de componer este disco?
AA: La pandemia no fue el motor para componer sino un impass en nuestras vidas y un antes y un después en mil cosas. Una fue el estilo de música que se empezó a promover ante el reinado definitivo de las redes sociales y los celulares. La pandemia empezó como algo que nos igualaba (nadie puede hacer nada ahora y todos se quedan adentro ) pero acentuó la disparidad de recursos de la gente. Se puso muchísimo más en evidencia la diferencia de privilegios y se monopolizó aún más el negocio y todo en general (porque lo que pasa en el espectáculo y la música es lo mismo que pasa en todos lados) se puso en evidencia la precarización del trabajo de músicos y de todo personal alrededor de esto y mil etc. Yo empecé a componer antes de la pandemia. La movida de las cancelaciones, la muerte (de mis viejos, mis amigos, mis referentes, la muerte de un estilo de vida, la muerte de ideales, etc), la hipocresía de gente que levantaba banderas y se camuflaba en causas para lucrar con eso, etc. fueron mi disparador. En la pandemia frené todo y me dediqué a sobrevivir: me mudé y construí un espacio para resistir y se ve que cuando estuve más cómoda me empezó a aparecer la necesidad y bueno, lo concreté.
La producción artística estuvo a cargo de Andrea, Lonnie Hillyer y Tomás Brugues y fue grabado en el mítico estudio Panda de Buenos Aires. Su técnico de grabación y mezcla fue Christian Algarañaz que realizó la tarea en Estudio Romaphonic. Para el mastering contaron con la vasta experiencia de Neil Pickles (TOOL, Groove Armada, Basement Jaxx, The Fun Lovin’ Criminals, The Alabama Three, Kasabian y The Buzzcocks, entre otros) en Estudio Revealsound, Londres UK.
Trabajaste mucho junto a Tomás Brugues y Lonnie Hillyer en la producción de este disco, ¿cómo fue ese proceso?
AA: Con Tomás y Lonnie estamos tocando juntos hace más de 10 años. Tuve muchas formaciones en mi proyecto solista y todos los músicos fueron buenos pero creo que esta formación es la mejor porque pudimos ensamblar mejor la idea general: el rock, la historia de la música , la palabra, el audio. Compuse diferente. No llevé tan terminados los temas (como si lo hice en el disco anterior) sino que trabajé mucho con ideas de Lonnie (riffs que escucho que hace y se los «robo» para componer) y sobre lo que surgía en los ensayos. Las letras si son tema aparte y eso lo hago sola aunque en un tema esta vez le pedí una mano a Karina Cohen (ex Visitantes) porque ella es escritora y necesitaba otra mirada en UH UH. También compuse junto a Luke (batero de Dum Chica y sATANA satana) el tema «Dos minutos» porque me gusta juntarme con gente para probar cosas. Muchas veces no funciona pero cuando si pasa es buenísimo. Cuando terminamos de componer empieza el proceso de cómo llevar esta canción a una idea sonora que nos represente y ahí aparecen pedales, frases, arreglos etc y eso lo trabajamos muy juntos. Y el broche final es la mezcla del disco que para mi es algo fundamental y es cómo ponés los sonidos en el espacio y qué color le das a cada elemento. Eso define todo el estilo.
El disco se estrena con el videoclip “Sos La Muerte del Rock” dirigido por Sal Lencina. La portada es diseño Giselle Morello y las fotos de prensa son creación de la artista Nora Lezano.
El disco cuenta con el videoclip de «Sos la muerte del rock», ¿cómo fue la filmación del video y qué simboliza la elección de esta canción en particular como primer single difusión del disco?
AA: La filmación la decidimos y concretamos rápido gracias al productor Gustavo Geldart que me ayuda en casi todo porque sin recursos no se puede lograr mucho. El me sugirió hacer el video y yo elegí a Sal Lencina para dirigirlo (había visto un video dirigido por El de Piba que me había gustado). La idea fue mía y se trata de juntar generaciones con algo en común: la música, el rock y la necesidad de encontrar un lugar para resistir a esta época tan insensible en la que vivimos. El tema era obvio. Siempre supe que SLMDR era el corte del disco. Porque es un homenaje a todo lo que me gusta y lo declaró muy explícitamente. Filmamos en Strummer que es el espacio que me cobijó en la vuelta al vivo post pandemia y es un espacio donde se genera una movida muy importante de rock. Convoqué a alumnos, ex alumnos y sus amigos y nos juntamos a tocar. Quería que se vea que todos podemos y debemos «tocar» y por eso además de nosotros están otros músicos más jóvenes. Esa es la unión que me gusta, donde se trasciende a la edad, a las modas, a todo lo que se quiere imponer desde el afuera.
Mencionaste que éste es el mejor disco de tu carrera, ¿qué evolución notas en relación a tus anteriores álbumes?
AA: Creo que es el mejor porque lo siento cuando lo escucho. Siento que «lo hicimos». La voz, mi voz, está muy lograda, más que en mis otros discos y la idea está muy cerrada. Me gustan los temas y el resultado final. No me arrepiento de nada. Creo que al contrario de lo que muchas veces pasa y es que el primer disco de una banda o solista es el mejor porque es donde tienen todo por decir y hacer, a mi me pasa lo contrario ¡y es que cada vez siento que me va saliendo mejor!
Fuiste galardonada por la Fundación Konex como «Mejor Artista femenina de rock de la década» y también fuiste nominada como «Mejor Álbum de Rock» por los Latin Grammys, ¿qué significan para vos estos reconocimientos a tu carrera?
AA: Significan mucho y nada al mismo tiempo. Por un lado me gusta y estoy agradecida ante cualquier reconocimiento pero también pone en evidencia el ninguneo al cual casi siempre me siento sometida. O sea: cuando me nominan al Latin Grammy supuestamente era algo muy importante y yo era la única artista de la terna sin sello, ni productores ni nada. Era una elección orgánica 100% o sea que tenía una importancia, no era algo bancado o arengado por algo o alguien de la industria. Era una época donde estaba trabajando re bien (tocaba además con Natalia Oreiro y Draco Rosa), estaba además siendo parte del jurado de Rock Del País por TN junto al Bebe Contepomi todos los sábados. Estaba muy presente y activa pero no fue suficiente para que algún manager o alguna oficina de booking o alguien con acceso a generar un desarrollo en mi proyecto se viera interesado. Traté de que sucediera y recibí desinterés así que no me sirvieron de nada esos «reconocimientos». A nivel personal no necesito validaciones para sentirme segura de mi o confirmar una autoestima. Todo ese tipo de reconocimientos sirven para crecer en una carrera para el afuera. Así que para eso no me sirvió nada.
¿Cómo ves la actualidad del rock y cuál debería ser su rol en este contexto?
AA: Como artista veo una escena de jóvenes más activa y con proyectos interesantes que generan una movida que me gusta. Me siento medio sola (aunque estoy muy acostumbrada a eso) muchísimas veces ya que por mi edad y experiencia mis contemporáneos están en otra o con proyectos muy instalados y la gente más joven también está en la suya y está perfecto. Yo también estoy en la mía , como debe ser, y no encuentro ahí el problema pero parece que si no formas parte de algún «subgrupo» o ghetto no tenés posibilidad de entrar en ningún proyecto interesante a nivel espacios etc. Fuera de esto, como oyente, yo escucho la música que me gusta y la banda que más me gusta es la mía (y soy fan de Espanto Club, una banda de La Plata que en serio me gusta mucho) Me gusta ir a shows de bandas nuevas de todo tipo, me gusta la ceremonia del vivo y voy a ver shows y escucho discos de gente que nunca me vino a ver a mi ni escuchó nada mio ni se interesó. Eso no significa que escuche después esa música cuando elijo qué escuchar. Pero me intereso por lo que está pasando porque soy curiosa y no opino si no conozco. Lo que pasa es una recreación de lo que ya pasó pero hecho por personas que lo hacen por primera vez y está buenísimo. Ya no hay cosas nuevas porque ya todo está hecho. Lo nuevo es la gente y cómo hacen su lectura de algo que otro hizo por primera vez.
Se acerca la presentación del disco en Roxy, ¿Que expectativas tenés?
AA: Tocar siempre es una felicidad para mi. Compartir con la gente es siempre el objetivo final y no es que tenga expectativas (nunca las tengo, mas bien tengo deseos de algo pero no espero nada y dejo y acepto que pase lo que tenga que pasar). Estamos ensayando para dar un muy buen show de música que igual nos sale sin ensayo (risas) pero estamos dándole vida a los temas que nunca tocamos porque son nuevos. Va a ser un show de música como los que me gustan a mi. Eso es el centro: la música, el disco y el entusiasmo que le ponemos a todo. El compromiso que tenemos ante este viaje maravilloso que elegimos emprender. Si tocara mas seguido seguramente no usaría ni redes sociales ni nada más ya que es ahí en la música, en un show,en ese espacio donde digo todo lo que necesito decir y desde donde soy y milito las cosas en las que creo. Eso es lo que quiero compartir pero sin una expectativa ya que no me interesa convencer a nadie sino que me interesa dar para que quien lo recibe haga lo que quiera con eso. Lo que quiera.
Andrea Álvarez se presentará el próximo viernes 4 de octubre a las 20 hs en Roxy Live (Niceto Vega 5542, CABA). Entradas a la venta en All Access.
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