El artista argentino lanza su tercer disco, donde combina la música latinoamericana interpretada por músicos del Viejo Mundo. Prisma dialogó con Cisco sobre el disco y su viaje de vida que lo llevó a recorrer Europa.

  • Reportaje y texto: Julián Retamozo

Tras cuatro años y más de un centenar de conciertos en distintos puntos de Europa, Cisco Pema lanza “Otra realidad”, su tercer álbum de estudio, donde crea una visión moderna de la música sudamericana versionada por intérpretes europeos. Un álbum rítmico con sonidos de ensueño y una sección de metales poco convencional. 

Desde adolescente, a mediados de los 90 ́, Cisco Pema integró en Argentina varias bandas de rock como bajista, incursionando también en el variado mundo de la música rioplatense y sudamericana. Pronto tuvo la oportunidad de viajar al Viejo Mundo, donde estudió en la Anton Bruckner Universität de Linz, Austria. Allí formó varias bandas de hip-hop y participó en diversos proyectos de reggae. Su travesía europea lo encuentra actualmente en Berlín, la ciudad europea donde se expresa la mayor diversidad musical contemporánea.

Dialogamos con el artista sobre su viaje de vida y su nuevo álbum, donde sintetiza estas diversas experiencias.

¿Cómo llegaste a esta parte de Europa central?

CP: Fue todo un proceso. Cuando era más chico me salió una audición que se transformó en beca en Austria para la Universidad de Jazz con bajo eléctrico. Me vine, estudié jazz, bajo eléctrico y música improvisada en Linz y me fui quedando. Se fueron abriendo proyectos, en su momento también me salió la ciudadanía italiana (por mi abuela) lo cual aflojó el tema de los papeles (acá son muy exigentes). De Austria me mudé a Munich y de Munich me vine a Berlín. Y acá estoy, viste como es esto: Dios los cría y el viento los amontona (risas). Berlín es una ciudad cosmopolita. Mucha gente viene a Berlín y dice “no es Alemania”. De hecho, me pasó de tocar chacareras con argentinos acá. Nunca fui de opinar “Allá es todo una mierda, no vuelvo nunca más”. No me fui porque estaba mal en Argentina, sino porque me salió una oportunidad en Austria en su momento, luego en Berlín. Supongo que si me saliera algo en Tokio o en Sao Paulo, haría lo mismo. No tengo problema con eso.

“Otra realidad” describe el viaje personal de Cisco Pema. En él conviven una multidiversidad rítmica que combina sonidos sudamericanos, como la samba, con el jazz; la música electrónica o el hip hop. 

En comparación a tus discos anteriores, ¿cómo fue el trabajo de producción de “Otra realidad”?

CP: “Otra realidad” fue un disco muy planeado, nos sentamos con los productores. Lo grabé en Austria, en Linz. Lo pensamos todo: cómo iban a ser los arreglos, qué instrumentación iba a haber… Los chicos son muy experimentales, están en la escena experimental austríaca-alemana y le pusieron un sonido bastante único a “Otra realidad”. Por ejemplo, la batería está hecha con pedazos de baterías rotas. Les pusimos cinta y les metimos unos micrófonos raros. Se decidió tener una sección de vientos, lo cual no había pasado en los discos anteriores, y para no hacerlo tan convencional se grabó con trombón y tuba. Lo que también le da un toque más suave, cálido. No es el clásico trompeta-saxo ponele.

 

   

“Tantas vacas”

“Tantas vacas” fue producido por Manuel Mitterhuber y Mario Stadler en Goon Studios Linz, Austria. En él participan Heinrich von Kalnein en saxo alto y Bernhard Hammer, guitarrista de Elektro Guzzi, banda de peso en la movida techno alemana. La canción fue compuesta originalmente como un candombe cuya temática habla sobre el consumo de productos de origen animal desde un punto de vista bizarro e irónico. Cuenta con una particularidad: al llegar al estudio de grabación, Cisco decidió no decirle a los músicos y productores europeos que era un candombe. De esta manera, cada uno de ellos realizó su propia interpretación, lo que dio como resultado una mezcla exótica entre un pseudo trip-hop y un candombe encubierto.

Estaba escuchando “Tantas vacas”, ¿cómo se llega a ese sonido tan sudamericano con tanta mano de obra europea?

CP: Bueno, los músicos somos músicos y de alguna manera la gente entiende. Yo tengo mucha influencia sudamericana y latinoamericana a nivel rítmico. Cuando vivía en Argentina y cuando vine acá también pude tocar mucho con otros latinoamericanos (colombianos, cubanos, brasileños) y pude aprender mucho de sus ritmos. Siempre que tocás una música folklórica por decirlo de alguna manera (puede ser la nuestra o de alguna de estas culturas latinoamericanas), estás entrando en un terreno donde hay cosas que están bien tocadas y cosas que están mal. Hay como una especie de policía musical digamos (risas). Viste que nosotros en Argentina siempre hemos escuchado a algún abuelo decir “¡Eso no es tango!”. Yo me presento como latino, como argentino, pero no digo “estoy tocando música latinoamericana, una chacarera o una zamba”. Me interesa también hacer una mezcla. O sea, cuando toco con otros músicos también me interesa qué pueden aportar ellos. Simplemente les cantaba los ritmos o se los escribía en notas y los dejaba libres. Entonces, quedan como esos ritmos latinoamericanos pero ocultos, como deformados, que a mí me gustan.

La letra también está buena. Deja un mensaje a partir de lo bizarro quizás…

CP: La letra genera en mucha gente un poco de, no sé si llamarlo conflicto, pero hay como una reacción. No es una letra de amor (una letra de amor puede ser un tema muy lindo también), pero nadie se va a quejar, nadie te va a decir nada. Pero es un tema un poco polémico para mucha gente. Bueno, es un tema polémico en realidad, del cual no se habla tanto. Lo planteo en el tema y por ser así lo dejé como single. 

Sienta posición y deja un mensaje que se refuerza sobre todo en el video a partir de ciertas animaciones. ¿Cómo fue ese trabajo?

CP: Bueno, obviamente cuando sale el single, tenía que salir el video y decidí llamar a alguien que esté en el tema. Y fui a parar con un argentino que se llama Marcelo Ciners que también vive en Berlín. Él había hecho muchas gráficas y pancartas para las marchas por los derechos de los animales, que acá en Berlín es un tema muy candente con muchas ONGs y hay mucha movida al respecto. Hay muchos tipos que están en el tema y yo lo que definitivamente no quería es hacer lo que hacen muchos activistas veganos o que luchan por los derechos de los animales que es poner la imagen del matadero o del animal muerto. Quería hablar del tema, ponerlo sobre la mesa, pero de una manera simpática. Incluso en el video hay un solo de saxo y le dije “poneme una vaca bailando por favor” (risas) .

Aparte, tira línea con cosas que son ciertas: hay cosas que pasan en frente tuyo, desapercibidas, y vos no las notás…

CP: Claro, sí. Es un tema que para mí se tiene que hablar por cómo está el mundo por un montón de cosas. Y hablar no significa enfrentar uno contra otro, sino decir “Bueno, ¿qué está pasando? ¿Por qué está sucediendo esto? ¿Qué hay detrás de todo esto?”

 

Volver a tocar: la nueva gira post pandemia

El pasado 26 de junio Cisco comenzó una gira que lo llevará a recorrer diversos puntos de Alemania y Austria en diversos formatos. Bien sea en trío con Bernhard Geigl (teclados) y Christoph Stadler (batería), o en solitario, Cisco lleva al escenario una versión compacta de sus nuevas canciones. La capacidad de improvisación de los músicos vieneses, junto con el estilo dinámico del argentino, se manifiesta en una intensa performance en cada parada de este ecléctico viaje. 

Previo a la gira, que constituyen sus primeros shows con público luego de la cuarentena obligatoria, el artista nos comentaba lo siguiente: 

¿Cómo viviste toda esa etapa de cuarentena?

CP: Escribiendo mucha música, tocando free jazz en un sótano con unos locos (risas). Me volqué a mi área de compositor y estuve haciendo un trabajo “de oficina”, sentado en casa y componiendo. Obviamente que cuando salió el disco, a finales de marzo, también hubo mucho trabajo. Hacer un disco no es sólo la música sino que también tiene que ver con la promoción, las redes, las entrevistas, etc.

¿Cómo te encontró el resurgir de la actividad?

CP: Con mucho cuidado, pero también hay una cuestión que es que en algún momento hay que salir a trabajar. En eso los alemanes son una sociedad bastante obediente (tiene sus cosas buenas y sus cosas malas). Si dicen que se hagan todos los protocolos, por lo general, la mayoría de la gente cumple con todas las cosas. Ahora en verano, como hay muchos conciertos al aire libre, favorece a la actividad.

Se viene la primer gira luego de las restricciones…

CP: Sí, se viene una gira ahora (gracias a Dios). Igualmente está todo agarrado con algodones porque el tema del coronavirus viste cómo es, no sólo en Argentina, sino en todos los países del mundo cambia día a día. Nadie sabe nada. Por suerte acá se empezó a abrir todo, vino el verano, se empezó a relajar todo y las fechas se hacen (salvo una que se canceló). Va a haber una gira de 10 días por Alemania a fin de junio y principios de julio y después hay fechas sueltas durante el todo el verano europeo. En octubre va a haber otra gira muy grande donde vamos a recorrer Austria, Alemania y Bélgica. Si el horóscopo me favorece, obvio (risas).

¿Cómo te imaginas el primer show?

CP: Es medio raro porque el primer show va a ser durante esta gira que comienza y lo van a poder ver también en Argentina, porque el lugar tiene un estudio donde pasan los shows por live stream. Ya hice varios shows por streaming el año pasado y fue una cosa media rara. Me acuerdo de uno que hice para la televisión en Hannover, que salía por youtube y me ponían una pantalla donde la gente escribía. Me decían “hablale a la gente” y mientras estaba tocando había gente que me hablaba en alemán, otra en inglés, otros en español… ¡y no sabía en qué idioma hablar! (risas). Fue medio raro, porque por lo general vos terminás un tema y la gente te aplaude o te grita. Acá termina y es “gracias por estar ahí”. Entonces, me baje una app de aplausos. Cuando terminaba un tema, ponía la app y me tiraba distintos sonidos de aplausos. 

Siempre se dice que el público argentino es bastante fervoroso, pero el público alemán ¿cómo se comporta en un show?

CP: Hay de todo, depende de dónde estés. Acá hay muchos estratos digamos. No es lo mismo si tocás en un bar donde están todos de traje donde te aplauden nada más (aunque no les guste, lo hacen por respeto) y también hay bares punk donde están todos re locos. Hay de todo, pero es bastante respetuoso. Tiene onda, si les gusta les gusta y si no, no. La gente acá es bastante sincera, digamos. No es tan fervoroso como en Argentina, pero también he tenido fiestas interesantes acá. 

¿Qué es lo próximo que se viene?

CP: Bueno, la gira de la que hablamos. Ahora estoy concentrado en los temas de la organización. Como Europa es muy chiquita en comparación con Argentina, está lleno de países y cruzás fronteras todo el tiempo. Entonces, tenés que ver cómo es el tema de los test y si tenés que hacer cuarentena al llegar. Se complica la logística. Pero se están craneando un par de videoclips más del disco. Entre ellos, el de “Otra realidad” que si sale todo bien, va a salir a mediados de agosto. También estoy grabando otras cosas en Alemania. Estoy haciendo colaboraciones con un DJ techno de Berlín con banda incluida. Es muy interesante, hay videos en youtube. Yo hablo, ni siquiera canto, mientras estoy con un habano. Es bastante teatral el tema, se llama “Una moneda para ti”. También estoy haciendo un EP en colaboración con Faco Mendoza que es un paraguayo-alemán que vive en Munich y van a salir unos temas con unos mexicanos. Nunca para esto. Y si Dios quiere y el horóscopo me favorece, en noviembre-diciembre estoy allá en Argentina tocando en algunas fechas. Estamos apuntando los cañones para allá también.  

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