En el marco del Día Internacional de Acción por la Salud de la Mujer, mismo día en que se presentó el proyecto de Interrupción Voluntaria del Embarazo en el Congreso, el programa radial “Palabras Cruzadas” dialogó con la Dr. Alejandra Sánchez Cabezas, médica especialista en ginecología, Master en Epidemiologia, Gestión y Políticas de Salud y fundadora de Surcos Asociación Civil.

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En un texto de tu autoría explicas cuales son las tres desigualdades claves que afectan la salud de la mujer, aclaras que son los estereotipos, la asimetría de poder y las disparidades en el acceso a los derechos. ¿Qué podes contarnos al respecto?

Hay algo que me parece importante y que permanece invisibilizado y que es que a varones y a mujeres nos educan, nos crían de una manera distinta, nos enseñan a ver el mundo de una manera distinta y nos miran de una manera distinta, eso es el estereotipo de género. Se espera determinada cosa de las mujeres y determinadas cosas de los varones, y como consecuencia de ello, cuando nosotros nacemos lo primero que hacen es mirar nuestro genitales y colocarnos por el resto de nuestras vidas en dos cajitas, una celeste y una rosa, y de acuerdo a esa cajita nos van a decir que es lo que nos tiene que gustar, si nos puede gustar el fútbol o no, si podemos ser astronautas, costureras, si lloramos o no podemos llorar. Son estructuras que nos ponen que hacen que miremos el mundo de una manera y que a nosotros nos miren de cierta forma y no de otra. Además eso tiene consecuencias en que hay desigualdades en como abordamos la vida, en que es lo que se espera de nosotros y conduce a asimetrías de poder, eso hace que en este tipo de educación y mirada los varones tengan más poder que las mujeres, y esto produce desigualdades en el acceso a servicios y derechos. Perjudica tanto a varones como a mujeres, las mujeres lo pasamos peor, pero los varones mueren antes, y esto no beneficia a nadie.

 

 

Estas desigualdades desencadenan distintos tipos de violencia de género, no? Por ejemplo desigualdades en la toma de decisiones dentro de la familia, de acceso a bienes, que produce también la violencia doméstica.

Exacto, esto tiene manifestaciones muy claras. Porque uno siempre escucha “eeeh, no es para tanto”, supongamos que no pensamos en estas cosas, entonces tenemos que ser iguales, si todo esto indica que somos exageradas entonces contame, cuántas mujeres son ricas y cuántos varones son ricos. La verdad es que de cada 10 ricos sólo 3 son mujeres, y de cada 10 pobres 7 son mujeres, esto tiene una consecuencia directa en el acceso a bienes, hay muchas más mujeres pobres, y muchas menos mujeres ricas que varones. Y todo esto tiene que ver también con la violencia doméstica, en el 2019 hubo 133 femicidios, 133 mujeres asesinadas en lo que va del año, hasta mayo, y en el 88% de los casos, los agresores fueron del ámbito doméstico, del ámbito más íntimo de la mujer que mataron. Entonces esta clarísimo si uno ve que pasó en la vida de las mujeres, más allá de los femicidios, se sabe que 1 de cada 3 mujeres tiene altos riesgos de sufrir agresiones físicas o sexuales en algún momento de su vida. Es cierto que hay víctimas de violencia doméstica en los varones, pero no violencia de género y las causas son otras.

Y en este contexto de violencia se generan efectos en la salud de las mujeres que están en esta situación, y tomando algunos datos de la OMS, la depresión sigue siendo más común en las mujeres que en los hombres, incluido también el suicidio, que fue la segunda causa de defunción en mujeres de entre 15 y 29 años en 2015, acarrean cuestiones de situaciones de suicidio y depresión.

Exacto, hace ya muchos años, un sociólogo dijo “ojo, dejen de pensar que el suicidio es un acontecimiento individual, el suicidio es la manifestación de algo que pasa en la sociedad y que tiene que ver con cuanto uno se siente por fuera de las redes de cuidado y de las redes afectivas y que nos sostienen”. Y bueno, si exactamente como vos decís, las mujeres tienen casi el doble de situaciones de depresiones, y esto incluye el suicidio, que es la segunda causa de muertes en mujeres jóvenes. Y la otra cuestión que también es clarísima que afecta a las mujeres y que es fruto de estas desigualdades es el embarazo no intencional en la adolescencia, sigue siendo un dato muy alarmante en nuestro país, cada 5 minutos una adolescente de entre 10 y 19 años tiene un hijo, cuando vemos el grupo de niñas entre 10 y 14 años, cada tres horas una niña tiene un hijo, y cuando se les pregunta a través del sistema de información perinatal de la dirección de estadística el 80% de este grupo se trata de un embarazo no intencional. Son cifras alarmantes, habla de la apropiación del cuerpo de las mujeres y de las niñas.

 

 

Te quiero consultar a vos, no a modo subjetivo o personal, sino ya como voz portadora de la asociación que encabezas, si tienen alguna postura definida en relación a lo que estamos hablando y sobre todo en este proyecto que ha ingresado nuevamente en el Congreso para ser debatido.

Algo clave que dijiste es que no te importa mi postura personal, me parece que así debe ser, esto no es una postura personal, en el ámbito privado cada uno puede hacer lo que quiera, lo que crea mejor, lo que sus creencias le dicten, pero hay cuestiones que nosotros debemos demandar en términos de salud pública y es que las mujeres, como en este caso el 80% de las niñas que tienen un embarazo que no es intencional, tengan acceso seguro a realizar un aborto, y no porque es lo que uno quiera, sino que porque esta demostrado que esto disminuye las barreras al acceso a la salud y hace que las mujeres puedan tener protección más segura en términos de anticoncepción. Hay un dato clave que de todos los embarazos en la adolescencia el 30% fue el segundo, tercero, cuarto o quinto embarazo, si estas mujeres hubieran tenido acceso al aborto, hubieran accedido una anticoncepción segura y entonces no hubieran tenido otro embarazo posteriormente no intencional.

¿Cómo trabajan estos temas desde la asociación?¿Qué podes contarnos?

Desde los sistemas de salud los médicos podemos saber cuestiones biológicas o terapéuticas, pero nadie, como cada uno de nosotros en nuestras vidas, sabe cómo cuidarse para no enfermarse, y por otro lado esto que yo te decía antes, hablando del suicidio, las comunidades, las redes de cuidado son las que te fortalecen y las que previenen mejor la probabilidad de enfermarse o morirse, entonces lo que nosotros hacemos es construir junto con las comunidades sistemas de cuidado y de protección para no llegar a la enfermedad, y esto es clave en términos de cómo las comunidades piensan estrategias propias, sea para las violencias, los abusos, para cuidar el medio ambiente, y en cada espacio, en cada comunidad, en cada ciudad, se construyen estrategias propias de protección de la salud, de promoción de la salud. Es imposible pensar en la salud si no se piensa en un trabajo colectivo.

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