La banda uruguaya llega a nuestro país de la mano de su nuevo disco, un álbum que aborda temas como la libertad, el placer, el amor, el respeto y la conciencia ecológica. Dialogamos con Tabaré Rivero sobre sus shows y su reciente álbum.
- Reportaje y texto: Julián Retamozo
La Tabaré es reconocida por su capacidad de sorprender a su público, manteniendo premisas incambiables en sus espectáculos en vivo. Desde su origen y a lo largo de sus 38 años de trayectoria, siempre se ha caracterizado por hacer un cruce de música y teatralidad en diversos aspectos, como el concepto, la puesta en escena e incluso la declamación.
La banda vuelve a Argentina para difundir su último disco “Urutopías” con sendos shows en Niceto (CABA) y Los Lobos (La Plata). Este es un disco urgente y sin aliento, en el que las canciones se hilvanan sin pausa ante el clamor por la libertad, el placer, el amor, el respeto, y la conciencia ecológica, y se plantan subversivas en un claro llamado a desobedecer, a saber perder, descomponer, demoler, morder y poder volver a empezar.
Dialogamos con Tabaré Rivero sobre este nuevo álbum y sus shows en nuestro país.
“¡A renacer!”, el corte difusion, es un tema bastante optimista o por lo menos esperanzado. Es muy utópico de hecho
TR: Celebro que todavía haya gente que que apueste a eso en realidad creo que desde que la Tabaré empezó, estamos gritando utopías. Siempre imaginándonos y pidiendo si se quiere algo que va más allá de la libertad permitida. No es que queremos un libertinaje como dicen algunos, pero sí, exigir más y no exigir solamente pedir lo posible. Se trata de pedir lo imposible para que por lo menos podamos seguir avanzando porque lo imposible no nos lo van a dar nunca y menos en este mundo comercial capitalista.
¿Como nace “Urutopías”?
TR: El disco nació en la pandemia. Yo venía componiendo canciones largas y la idea era grabar un disco con cuatro o cinco canciones y de pronto cayó la pandemia. Y me pasó algo que años no me pasaba: tener necesidad de componer. Y me salían músicas, letras y temas cortitos. Y cuando me quise acordar, ya tenía un disco totalmente de temas cortitos pero enganchados con un hilo en común. Les mostré las canciones a la banda, les pareció correcto y empezamos con ese disco de canciones cortitas.
A 38 años de su gestación, La Tabaré regresa con 17 flamantes canciones como parte de una nueva opereta discográfica: URUTOPÍAS. Este decimocuarto trabajo de estudio, sucesor de Blues de los esclavos de ahora (2017), se presenta en dos actos, cara A y B de un inminente vinilo, subdividido en escenas e intercalado con misceláneas poéticas/teatrales en las que el conocido Sapo de Darwin cuestiona los cánones establecidos.
Está bueno también el formato de disco doble…
TR: Ahí te corrijo, porque iba a salir como un disco doble. Así fue pensado en la pandemia y después fuimos sacando canciones y decidimos hacer dos discos separados, porque uno tenía ese hilo común y el otro no. Las otras canciones podían quedar descolgadas y dijimos “No, vamos a sacarlo como discos separados”. O sea que este sale como un disco de de 40 minutos y luego el año que viene sacaremos el otro. Está bueno el formato, cómo QR para que todo el mundo pueda tener acceso a ella y además también impreso en conjunto con el vinilo. El disco ya salió en las plataformas. Yo insistía en que saliera en vinilo porque el CD ya no lo escucha nadie. Bueno, tampoco los vinilos los escucha mucha gente (risas) pero por lo menos queda el arte de tapa. Por eso como tiene un hilo, digamos conductor, me gusta que se escuche por orden. Yo siempre digo que sería como leer un libro: leo primero el capítulo 9 y después voy a la introducción y después leo el capítulo 23 y no entiendo nada del libro. Con la música pasa lo mismo. En un disco se va entre climas, sensaciones, entre producirle algo al que lo compuso y espero que al espectador también. Me gustaría que la gente se tomara el tiempo que nos tomábamos nosotros cuando éramos jóvenes hace un milenio atrás (risas) con el tema de los discos conceptuales que ahora los toman como una rareza. Cuando se hace con buena intención y con contenido no importa que seas un gran instrumentista, sí que tengas algo que expresar y que lo hagas lo mejor posible. Por algo hace 38 años que estamos, si no hubiéramos sido una banda de un par de éxitos y nada más. Nunca tuvimos un éxito, tuvimos un montón de canciones que la gente corea en los toques. Hay muchos discos de La Tabaré que son disco de oro acá en Uruguay pero nunca fue algo instantáneo. Recién al tercer año nos entregan el disco de oro, porque la gente ha ido comprando y obsequiando esos discos. Nos gusta eso que la gente pueda escuchar, que conozca qué disco inclusive. No solamente qué tema viene antes y qué tema viene después, sino también, qué disco viene antes y cual disco va a venir, ¿no? Así es como escuchábamos música antes y no es porque yo diga todo el tiempo pasado fue mejor porque no lo creo, pero creo que en ese aspecto sí era más respetuoso, se respetaba más al artista de lo que se lo respeta ahora. A las plataformas les importa muy poco, cómo se llaman los músicos, quién compuso las canciones, de quiénes son los arreglos, no les importa nada. Lo único que le importa es el dinero.
La opereta no es un género nuevo para La Tabaré. Desde los 90 han llevado al escenario La Ópera de la Mala Leche, ¿Qué-te-comics-te?, Putrefashion, La Sinphonetta Inphinitta, La Micción y la más reciente La Euforia de los Derrotados. Sin embargo, hasta ahora, discográficamente no habían editado un registro como tal. Urutopías fue producido por Alejandro Ferradás, un ex miembro de los más de treinta cinco que han desfilado en las distintas formaciones de La Tabaré, una banda que se ha reinventado en cada estación, que ha mezclado diversos estilos y consolidado una puesta en escena teatral a sus presentaciones en directo. En esta nueva placa discográfica, vuelven a estar como invitadas dos de las cantantes eternas de La Tabaré: Andrea Davidovics y Alejandra Wolff, la primera y la cuarta en orden cronológico de las ocho que hasta ahora han compartido micrófono al frente junto a Rivero, nunca detrás.
Llevan 38 años de banda y siempre manteniendo el mismo espíritu irreverente, siempre con la misma idiosincrasia, ¿Cómo se hace para seguir manteniendo el mismo camino?
TR: Creo tengo una rabia innata que la traigo desde el jardín de infantes con respecto al mundo que me rodea y ver las injusticias… Los mamarrachos además de las injusticias porque hay cosas injustas que duelen y hay ridiculeces que no duelen que causan pena e ironía. Te dan ganas de de hacerle el pito catalán a todo el mundo viste (por no decir otra cosa) y ahí surgen las canciones. Mi influencia es el rock sin lugar a dudas sin embargo, en las letras tengo una influencia grande de George Brassens que es un cantautor francés de los años 50. No había ese tipo de texto y me gustó. Siempre irreverente, siempre un poquito transgresor en la época que transgredir estaba bien y siempre contestatario, pero no porque tenga que seguir esa línea obligatoriamente. Creo que me nacen así las canciones. No se componer muchas canciones de amor, me habrán salido dos o tres en la vida (risas).
La banda, conformada como cooperativa desde hace casi quince años la completan los hermanos Lacava -Leo en guitarra y Marcelo Chelo en batería- junto a Enzo Spadoni en trombón y coros, quienes acompañan a Rivero desde hace ya una década. Pamela Cattani y José Bota Suárez, en voz y bajo respectivamente, son los más recientes en la formación y éste es de hecho su primer trabajo discográfico.
Están preparando también una serie de shows acá en Argentina…
TR: Estamos súper contentos de volver a estar en Argentina y siempre se piensa en el momento de armar un repertorio, el lugar al que vamos, qué gente podría llegar a ir y obviamente cuando vamos a Argentina, poder llevarle algo del del disco nuevo también. Y para eso hay que hacer un equilibrio entre algo de del disco nuevo, pero además todo lo que es La Tabaré. Aparte en un escenario como Niceto, tan particular para Buenos Aires. Estuvimos tocando ahí, lo conocemos y es un lugar lindo. Esperamos que también la gente que vaya a ver a la banda por primera vez tenga ganas de volver a verla y que compre el disco. Sobre todo eso (risas).
Ya son una banda conocida, tienen cierto reconocimiento de este lado del río, ¿cómo viven eso?
TR: Divinamente bien. Para toda la banda ir a Buenos Aires significa algo bien diferente que no es lo mismo que ir a tocar un lugar cerca de Montevideo o del interior del Uruguay donde siempre nos encontramos con un público nuevo, pero que sabemos que nos conoce. En Buenos Aires es distinto, vemos probablemente algún uruguayo o algún argentino que conoció la banda y se encuentran con una banda rara: para empezar un viejo (yo) y un montón de jóvenes atrás que tienen 30 años menos que yo. Todos haciendo rock y blues con mezcla de chacareras y de tango. Por ejemplo lo último que hicimos fue una mezcla de nuestras canciones con el jazz de Nueva Orleans y el público rockero que nos iba a ver de pronto empezaron a ver que nosotros metíamos un bandoneón o un charango en la mitad de las canciones. Ahora ya saben que van a ver algo que por ahí hacemos solamente eléctrico nada más y por ahí metemos otra vez eso. Tratamos de no hacer un toque igual al otro y vamos a Buenos Aires con esa esperanza de que la gente vea una banda que mantiene la contundencia que tenían aquellas bandas que querían combatir y combatirse inclusive a uno mismo. Antes combatíamos contra un sistema porque era la culpa de todo. Ahora sabemos que a veces además del sistema uno también es culpable de cosas. Y ahí aparecen las canciones con burlas a uno mismo.
La Tabaré se presentará el 3 de noviembre a las 20 hs en Niceto Club (Niceto Vega 5510, CABA, entradas a la venta en Passline) y el 4 de noviembre en Los Lobos (Av. 13 e/ 527 y 528, La Plata, entradas a la venta en Accesos online).
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