La artista presenta “Ladies” un single dedicado a sus fieles seguidoras. Prisma habló con ella sobre la canción y su crecimiento en el mundo del R&B.
- Reportaje y texto: Julián Retamozo
Mar1asol lanza «Ladies», el primer single adelanto de su nuevo disco. La canción está compuesta con sonidos 2000 que combina un mensaje de empoderamiento femenino mezclado con una producción típica del R&B de esa época.
Prisma dialogó con la cantante sobre el single y su paulatino crecimiento en el R&B, donde se ha ganado un lugar a base de esfuerzo, calidad y constancia.
Estás presentando “Ladies”, un single que tiene todo un trasfondo detrás…
M: La verdad es que se me ocurrió en un estacionamiento. A mi viejo se le había roto el auto y dije “tengo ganas de hacer una canción más urbana, más 2000”. Mientras mi viejo estaba pensando en arreglar el auto, yo pensaba en componer. Nada que ver (risas). Quería componer una canción donde puedan estar incluidas las chicas que me siguen en Instagram desde hace un montón de años y preguntarles si se copan de mandarme una parte del video cantado para armar el video final. No solamente que me escuchen, sino que sean parte de la música visualmente. Que se sientan parte de lo que soy, porque gracias a esas personas estoy haciendo lo que hago. Se sumaron chicas de un montón de lugares: Nigeria, Estados Unidos, Latinoamérica… ¡Son un montón!
Eso habla muy bien de vos más en contextos de aislamiento como éste. ¿Cómo lo venís llevando?
M: Soy hogareña, familiera. Tenía ganas de estar en mi casa, asique la cuarentena mucho no me cambió. Pero sí me cambió en el tema de los shows en vivo, de hacer festivales. Eso fue un bajón. Pienso en los artistas que no tienen laburo. Eso la verdad me desalienta un poco.
Ella creció escuchando artistas como Kehlani, SZA, HER, Summer Walker y Toni Braxton. A sus 19 años compuso su primer canción “Till It’s Over”. En 2018 lanzó su primer material discográfico, “Luvsteps”, un mixtape de seis pistas llamado, una colección sensual y seductora profundamente influenciada por los artistas de R&B, hip-hop y neo-soul.
¿Cómo llegó este género a tu vida?
M: Viene desde la crianza. Mis padres son músicos, pero siempre trabajaron de otra cosa. Cuando salía del colegio o cada encuentro que tenía con ellos, siempre había una conexión con la música. Me mostraron a Michael Jackson, Toni Braxton… toda gente de otras épocas, pero que hacían un género parecido. Los originales ¿no? Y me empezó a gustar desde muy chiquita. Al principio no sabía muy bien para dónde ir, pero después en mi adolescencia me puse a buscar porque me gustaba lo que me mostraban mis viejos pero no me identificaba al 100%. Empecé a buscar cosas que me gustaban más a mí, algo más moderno. Me enamoré del R&B de los ‘90, que es una combinación entre hip hop y soul, al escuchar a Brandy, Boyz II Men. Empecé a generar un género en este país que la verdad mucho no se escucha, pero bueno, seguimos remándola para que puedan conocerlo.
Es imposible no remitirse a la escuela del MoTown, todo ese sonido que revolucionó la música negra…
M: Sí, la verdad que fue un proceso muy grande en la cultura para nosotros, porque por ejemplo en el caso de mi productor (que es mi marido), venimos escuchando cosas de los ‘70 y ‘80. Y cuando empezó a renovarse eso y a surgir la moda de los ‘90 y los 2000, fue una revolución. Y hasta hoy en día escuchamos música de esa época porque nos gusta más que cosas que salen ahora.
En 2019 llegó el turno del primer álbum: «Beats and donuts», con nuevas influencias y sonidos frescos, teniendo así una exitosa recepción del público en su estreno llegando a radios, revistas y siendo parte de varios Top 100 en su estreno en EEUU. En palabras de Jonhatan Widran, «Si no supieras que Mar1asol era de Argentina, que solo había escrito su primera canción hace dos años y que el inglés no era su primer idioma, escucharías R & B / neo-soul en sus canciones y pensarías que estás viendo el último trabajo de una artista de soul estadounidense con años de grabaciones y experiencia de vida detrás de ella.”
Empezaste a componer no hace mucho y en un idioma que no es el natal. Sin embargo, uno al escucharte, se lo nota muy fluido. ¿Cómo es tu proceso de composición y cómo incorporas el inglés a tu método de composición?
M: Al principio fue bastante difícil. Cuando tenía 15 años, yo estaba buscando productores. Si los hubiese encontrado, tendría más discografía que hoy en día, pero todo el mundo me decía “¿por qué lo hacés en inglés? Estaría bueno que lo hagas más nacional”. Y yo siempre fui de la idea de, por ejemplo, si vos vivís en Berazategui y querés hacer metal en húngaro, lo podés hacer. No importa lo que elijas hacer, lo que importa es cómo lo quieras hacer y las ganas. Me pareció extraño que en este país no se abra tanto la mente en esa cuestión. Pero lo tuve que aceptar y hacer mi equipo de trabajo como pude. Empecé desde los 18 profesionalmente a grabar mis videos, a lanzar mi primer disco que fue un EP (que salió en 2018). Fue un trabajo muy difícil. Más difícil de lo que sería si hiciera rock nacional, por ejemplo, que es algo que la gente está más acostumbrada a escuchar. Y cuando lo empecé a hacer, la gente dijo “Ah bueno, ok. Esto está bueno.” Eso para mí es muy importante: que se escuche con calidad y que la gente lo pueda respetar desde el lado que pueda.
Hablando de la calidad, se nota todo un cuidado sonoro en tus producciones. Sobretodo en un género donde el groove es vital. Además, el blues, el funk y el R&B son parientes de una misma familia…
M: Tal cual, todo está muy relacionado. Cuando empecé a escuchar música, escuchaba rock alternativo. También escuché hardcore, metal… Estuve involucrada en muchos géneros, no es que me encerré por siempre en esto. Pero también escuchar otras cosas te abre la cabeza en cuestión de composición. Me ayuda un montón. Es decir, hay otros mundos, otras estructuras de composición y escuchar muchos géneros (también el blues y el jazz) son cosas que te enseñan. Y todo lo que vas aprendiendo, lo vas metiendo en la música que hacés.
Su música cuenta con la colaboración de alguien especial. Mientras las melodías y letras son de su autoría, los ritmos y la producción corren por cuenta de su esposo y colaborador musical Lucas Finocchi (también conocido como Low.97).
Hace un momento mencionaste que fuiste buscando productores hasta que encontraste a tu compañero ideal tanto en la música como en la vida. ¿Cómo fueron armonizando ese trabajo?
M: Fue muy loco, porque sentimos que éramos 2 niños-rata en medio de un lío. Nosotros aprendimos inglés… sin estudiar inglés. Aprendimos a cantar sin aprender en algún lugar. Los 2 nos sentíamos encaminados por el mismo lugar, eso fue lo que nos conectó al principio. Nos conectamos en la percepción de que Argentina no es nuestro hogar musicalmente. Ahora se están abriendo muchas puertas, pero en principio estábamos muy encerrados en lo nuestro. Con Lucas sentíamos lo mismo, que había que dar un mensaje por fuera de lo que ya se estaba dando. Para trabajar hay que separar la relación de lo profesional, porque nos podemos pelear como pareja, pero al momento de grabar tenemos que ser Mariasol y Lucas. 2 personas trabajando en una misma canción. Eso fue lo que nos costó al principio, porque dijimos “Hay que sacar lo que sentimos personalmente para trabajar de la mejor manera.”
“Ladies” es el adelanto de algo nuevo que se está viniendo. ¿Podés contarnos un poco acerca de eso?
M: Se viene un disco. Creo que es la mejor creación que vamos a hacer en mucho tiempo porque le estamos poniendo muchas ganas. Ya estamos empezando a filmar el segundo video. La idea del disco es bastante divertida: cada década de la música será representada en R&B. Vamos a armar un disco con todas las épocas que ha recorrido el género. Lo estudiamos obviamente porque tuvimos que avanzarlo. Lo vamos a armar en torno a nuestra composición también en cuanto a los videos. Estamos trabajando en eso todavía.
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