La joven cantautora cordobesa presenta “Encontré mi sombra”, su nuevo EP que mezcla raíces folklóricas con sonidos urbanos. Charlamos con Marty sobre este nuevo trabajo de estudio que anticipa su próximo disco y sobre el camino del héroe que tuvo que realizar para llegar a este presente.

  • Reportaje y texto: Julián Retamozo

Marty D inaugura un nuevo capítulo artístico con el lanzamiento de su primer EP “Encontré mi sombra”, una obra que marca el inicio de su etapa más personal dentro del folklore fusión. El proyecto reúne seis canciones que profundizan en su identidad musical y emocional, y retoman el recorrido iniciado con los singles ya publicados: “Zamba para Olvidarte”, “Zamba de Amor en Vuelo” y “Mi Sombra”.

En este EP, Marty dialoga con sus raíces desde una mirada contemporánea, integrando elementos del pop y lo urbano con sonoridades tradicionales. La transición hacia este nuevo territorio estuvo atravesada por miedos, cambios y decisiones artísticas que redefinieron su camino. Charlamos con la artista sobre este nuevo lanzamiento y todo el camino que la llevó a este proyecto que se coronará con su próximo disco.

¿De dónde surge el concepto del EP? 

MD: En realidad “Encontré mi sombra” nace de una línea que está en la canción “Mi sombra” dentro del EP. Va un poco por el lado de haber muchas cosas, ¿no? Haber encontrado un género con el que me siento más yo, haber decidido empezar a hablar en mis canciones de temas que pasaban en mi vida y que yo ocultaba o no los retomaba digamos en canciones ni nada. Esto se va a ver mucho más adelante también en el resto de las cosas que se vienen. Va un poco como esto de entender que las partes oscuras nuestras, nuestras sombras, también son parte de nosotros y nos hacen ser quienes somos. 

Marty D es una artista independiente de 21 años nacida en Córdoba Capital. Criada en un entorno familiar de folklore —sus padres son bailarines—, Marty D comenzó a tocar la guitarra y a componer a los ocho años, donde aprendió sus primeras zambas. Comenzó su trayectoria musical a los 10 años subiendo contenido digital y a los 14 años lanzó su primera canción, Me Amo Como a Nadie, una balada contra el bullying. A lo largo de su carrera, exploró diversos estilos y géneros hasta definir su identidad artística en su nuevo proyecto de folklore urbano, que combina tradición y sonido contemporáneo. Su objetivo artístico es transmitir con el corazón sus experiencias y aprendizajes, llevando la esencia del folklore al mainstream y mostrando que este género puede ser actual, fresco y relevante para nuevas generaciones.

Y retomando un poco lo que vos venías diciendo, esto de por fin encontrar un género que te identifique, vos ya venías trabajando con lo urbano, pero acá se da una mezcla entre lo urbano y lo folclórico. No siempre se logra un un buen resultado, pero en este caso, se nota un trabajo tan minucioso de producción que nada está librado al azar y todo suena acompasado, afiatado. ¿Cómo fue ese trabajo?

MD: Lo hice junto con GMusic, él es de Santiago del Estero. La primer propuesta había sido hacer una EP de zambas reversionadas. La idea era llevar un poco de los sonidos urbanos al folclore más que hacer canciones urbanas y ponerles un tinte folclórico de guitarra. Entonces, la idea era agarrar “Zamba para olvidarte” y que la puedan bailar, pero que toda la producción musical sea otra porque después más adelante si viene un proyecto que incluye este sonido. Cuando yo arranqué con esto fue hace ya casi 3 años. No existía esto y era demasiado disruptivo. Dije Hagamos una EP antes donde podamos anticipar qué es lo que se viene como para no caer de la nada con esto”. Y así arrancamos con las zambas. Las otras canciones tienen un aire de chamamé, de chacarera… Básicamente son las canciones que yo compongo, me salen así. Y después con GMusic le buscamos todo el sonido que acompaña a lo que pide la canción. La fusión tuvo como premisa respetar compases y todo eso porque nos pareció fundamental. Y después, para las canciones inéditas, bueno, el G justamente conoce mucho del folklore y tenía los secretos para que suene todo muy bien. No sabíamos bien cómo hacer las cosas para no faltar al respeto del folclore, ¿viste? Porque quizás no era bien recibido. Para nuestra generación fue muy bien recibido pero la gente más grande, de 60 o 50 años, no lo recibió tan bien. Buscamos un equilibrio en sentido de decir “No hagamos cualquier cosa”. También nos define bastante esto de no hacerlo por moda, porque justo ahora hay una oleada de esta moda. Lo nuestro ya viene hace muchos años, en informarnos qué instrumentos usar, cómo ejecutar todo…

Desde mi apreciación personal, cuando escucho música, siento que las obras siempre, además de pasar por lo auditivo, por esta cosa de intentar adivinar de dónde sacó esto, cómo está mezclado esto o qué acorde metió el artista, primero tienen que pasar por el corazón. Me tiene que transmitir algo, tengo que sentirlo. Y lo que yo sentí con este EP fue de todo.. 

MD: Gracias. Y sí, la verdad es que creo que lo que a mí me caracteriza como compositora es componer desde el corazón. Esto es justamente lo que estuvo guardado mucho tiempo dentro mío. De hecho, mi disco anterior fue de reggaeton y la canción que mejor le fue, fue una balada que le compuse a mi ex de ese momento. Entonces, en definitiva, creo que lo que mejor me sale es componer desde el corazón y justo este EP tiene “Formas del amor” que es un tema que le compuse a mi pareja. Es una canción que compuse hace tiempo y el otro día estaba ensayando para un programa y no la cantaba pensando en mi novio, la cantaba pensando en mi perro, por ejemplo. Y lagrimeé toda la canción, no podía cantar porque me emocionaba. En su momento me pasó lo mismo con “Mi sombra” cuando también la compuse y la escuchaba todas las veces (la compuse por no haber quedado en La Voz). El tranquita de La Voz me quedó unos meses. Todo el primer tiempo escuchando “Mi sombra” me lagrimeaba toda. Creo que lo lindo de este EP justamente es que está hecho muy de corazón. Te lleva por todos lados y se siente real, te hace conectar.

 Hay una invitada particular que creo que se roba buena parte de las miradas. Contame cómo fue grabar con Roxana Carabajal… 

MD: Uy, fue una locura. Cuando compuse el tema, hice toda la primera y nos juntamos después con Franco Ramírez a darle como otra vueltita de rosca y ahí se le ocurre meter una vidala. Primero la grabó él y con inteligencia artificial pusimos a Mercedes Sosa, pero dijimos “tiene que haber una voz increíble acá”. Y Franco estaba escuchando, en pausa, y dice, «¿Si la metimos a Roxana? Yo dije, “Dale, o sea, por mí re, pero anda a conseguirlo. No sé si me va a decir que sí. Estamos trayendo una cosa que tiene sintetizadores, me va a sacar matando”. Ellos fueron pareja, hay cierta confianza. Le mando el mensaje y le encantó. La conocí recién para la prueba de estudio del videoclip. No había podido grabar las voces porque estuvo de gira y no nos daba el tiempo para grabar. Cuando nos encontramos por el videoclip, ella me contó que ya me conocía de antes, que su hija era fan mía y que una vez nos habíamos encontrado en un shopping y nos hemos sacado una foto. ¡Las vueltas de la vida! El día del videoclip la rompió. Roxana tiene una mística del carajo. Y cuando escuché la versión final con su voz, flasheé. Ella le dio su impronta. Es una mujer que admiro un montón por su historia, la verdad que fue un honor poder trabajar con ella.

Hablando de videos, este proyecto tiene ya tres. ¿Cómo fue la filmación de cada uno de ellos?

MD: Esto lo grabamos hace ya un añito más o menos. “Mi sombra” lo grabamos este año, pero los de Jujuy los grabamos hace un año. Yo estaba con el proyecto más abocado a las zambas, para entonces eran solo las tres zambas, todavía no estaban los temas inéditos. Y sabía que si la base era totalmente urbana iba a necesitar traer elementos que sean un poco más de raíz. Por temas de lógica, el mejor lugar que me quedaba era Jujuy, porque tiene una variedad zarpada de paisajes y yo quería grabar fundamentalmente en las salinas. Así que fue una travesía este rodaje porque me fui mano a mano con dos cámaras, dos chicos que conocí que trabajaban para fiestas y me gustaba la visión que tenían para grabar. Yo armé toda la preproducción, al ser artista independiente, me encargo de todas esas cosas. Saqué todos los seguros, los permisos (porque no podías ir a grabar así como así). Arrancamos todos los planes de rodaje y nos fuimos los tres nomás hasta allá. Estuvimos tres días, rodamos tres videoclips (el tercero aún no salió, me imagino que saldrá pronto). La idea era poder traer paisajes de Argentina y que se luzcan. Me hubiese gustado ir a Mendoza, al sur, pero bueno, por tema de logística me queda mejor meter todo en un solo lugar. Tenés las Salinas grandes, tenés la Quebrada de Las Señoritas y el tercer videoclip lo grabamos en Maimará, en la paleta del pintor.

En 2023 Marty D lanzó su primer álbum “Marty D Baby” centrado en la música urbana. Como artista independiente, asumió múltiples roles en la producción del disco. Aunque la experiencia fue enriquecedora, sentía que no reflejaba por completo su esencia ni el mensaje que deseaba transmitir.

Y en relación a tus trabajos anteriores, no tanto los productos finales, pero sí en la forma de trabajar, de producirlos, en la voz, ¿qué evolución notas?

MD: Noto un montón de evoluciones. Creo que fue un camino desde que arranqué con este proyecto de vida fue una evolución todo el tiempo. Por un lado, en cuanto a lo compositivo, porque fue empezar a tocar temas más profundos, muy duros que sufren muchas mujeres, y personas y niños. Toca temas complicados y poder transmitir cosas tan pesadas y tan dolorosas en una canción de una manera que suene cruda, pero que al mismo tiempo no suene poética, fue un desafío muy grande. Creo que realmente como compositora evolucioné un montón, cosa que en el disco anterior no hacía porque no siento que suene profundo ese disco. Segundo, en cuanto a la forma de trabajar, el otro disco lo hice con muchos productores. Hacía una canción y veía a quién a quién le gustaba para que la hagamos. Entonces, el disco en sí no tiene una estética. En cambio, en este disco me aboqué de lleno con un solo productor, ni bien arranqué con esto. No se estaba haciendo folclore urbano, era algo que no existía todavía. Para mí fue muy importante, porque otros productores me han dicho que no. Pero bueno, el G, siendo de Santiago Estero, está totalmente impregnado en folklore las 24 horas del día. Que él haya visto realmente el potencial que tenía esto, me enamoró musicalmente de él. Eso también fue una evolución en cuanto a poder investigar y adentrarme a géneros que no están sonando las 24 horas en la calle, poder nutrirte de otro tipo de música. También conocí mucha gente muy grosa del mundo del folclore. Con el disco anterior, la verdad no se me abrían muchas puertas en cuanto a colaboraciones y cosas y para este sí, ya hay un par. Hay mucho sentido en este disco. Un sentido de identidad, antes no tenía una identidad marcada, creo que ahora sí.

Estamos hablando de una carrera que va para los 10 años y en el medio has tocado en lugares como el Kempes y el Gran Rex. Si bien fue teloneando a otros artistas, hay que llegar a esa instancia… ¿Cómo fueron esas experiencias puntualmente?

MD: Fueron experiencias muy enriquecedoras. Sobre todo lo de Tini. En el momento que me cae la propuesta, que fue como 3 meses antes, yo no estaba preparada para esa experiencia ni de casualidad. Me tuve que meter a entrenar. No había entrenado nunca como artista. Había entrenado en el gimnasio o mi voz como yendo a clases de canto, nunca había tenido un entrenamiento de artista. Fueron meses donde me preparé mucho haciendo el show corriendo en la cinta caminadora y trae mucha cosa aeróbica porque el show que habíamos hecho tenía un montón de coreografía y además hay que saber cantar estando totalmente agitado porque los nervios que vamos a manejar en ese momento, si vos no sabés cantar agitado y no sabés cantar con el estómago revuelto te juegan totalmente en contra. Para La Voz, por ejemplo, yo no había entrenado. O sea, había practicado pero no había entrenado. Pero para Tini al menos estaba preparada, porque había mucho tiempo. Y lo mismo para el Gran Rex. Ya de por sí subirme a un escenario con público que no es el mío también y que te lo tenés que ganar, lo comprendo, claro, y ganarte el aplauso de ese público nuevo… Lo de Tini fue impresionante porque es la ciudad de donde soy (yo soy de Córdoba). Hice un trabajo en terapia en ese entonces porque iba a encontrarme con toda la gente que me había tirado abajo en mi adolescencia. Porque no le gustaba lo que hacía, por envidia, lo que sea. Estaba todo el mundo en ese show, no hay persona que no haya ido a ver a Tini. Fue una locura. A mí me mataba de nervios todo eso, pero realmente fue subirme ahí y darme cuenta que yo podía con eso. Que no me veía haciendo otra cosa en mi vida. Y me angustia bastante que esté la posibilidad de que no me vaya bien. Es una posibilidad que para mí no no existe igual, pero en cierto punto hay cosas que no dependen de mí, ¿viste? Y es bastante angustiante porque no me veo haciendo otra cosa.

¿Qué es lo próximo que se viene? 

MD: Vamos a hacer un showcase. Una mini presentación en vivo. No sabemos todavía si va a ser abierta al público o no, pero sí la queremos grabar para que la gente pueda tener un pequeño show en vivo para que vean y en caso de que les guste, que pueden venir a escucharlo en vivo. No hay fecha todavía, imagino que va a salir en enero. Y el disco, pero eso ya pinta para después del mundial, porque no da sacar un disco con todo el mundial encima. Se viene un disco con una carga emocional muy grande. Por lo pronto eso. Me gustaría poder salir a tocar en el verano, pero todavía no hay ninguna fecha cerrada aunque se está viendo. 

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