La cantante presenta su nuevo single que cuenta con la colaboración de Tongakalli. Dialogamos con ella sobre la canción y su forma de ver la música.

  • Reportaje y texto: Julián Retamozo

Valentina Cooke lanzó «No Juegues», su nuevo single que cuenta con la colaboración de Tongakali. La combinación de ambos artistas dio como resultado un un Dancehall con sonidos poperos fusionado con rap, y un flow rebuscado y sensual.

Prisma dialogó con la cantante sobre este nuevo lanzamiento y su manera de encarar su carrera artística.

Estás presentando “No juegues” junto a Tongakalli, ¿cómo surge esta colaboración?

VC: Surge de la amistad y de conocernos desde hace muchos años. Compartimos una banda a principios de mi carrera, la primer banda de hip hop en la que estuve. Siempre estuvo esa química musical y esa amistad. Él estuvo viviendo mucho tiempo en Córdoba y este año volvió justo antes de la pandemia. Nos veníamos comunicando para tratar de hacer algo hace tiempo y no se daba. Y cuando vino para acá le tiré este boceto que yo había armado. Él enseguida tiró la letra y fluyó. Con Tonga siempre nos pasó eso: a la hora de componer, fluye muy rápido. 

También está muy bueno el video que realizaron, ¿cómo fue ese trabajo?

VC: Sí, la verdad que está buenísimo. Yo soy la productora de mis videos y trabajo con 2 directores que se llaman Les M. Tenemos también una química de trabajo, a nivel estético. Congeniamos muy bien y fluye muy rápido. Desde el 2018 que vengo realizando mis videos con ellos de forma ininterrumpida. En esta producción estábamos justo en el momento en el que la cuarentena se estaba empezando a flexibilizar un poquito y se podía empezar a hacer hacer algo. Fue una producción chica, con poca gente, con los recaudos y los protocolos que había que mantener. La verdad es que el video quedó muy bien. No tiene mucha diferencia con los otros. Fue buenísimo haber podido lograr este material audiovisual en el contexto en el que estamos y no tiene nada que envidiarle a los videos que venía haciendo antes.

 

 

Con respecto a la música, sos una artista comprometida cuyas canciones dejan un mensaje…

VC: Yo necesitaba poder decir algo en mis canciones. Fue siempre mi lema desde que empecé a componer. Para mí lo más importante era dejar algo en la otra persona, que al que escuche le quede algo un poco más profundo. Sin ser de alguna línea política ni nada, tiene que ver con un mensaje poético. Tratar de poder transmitir desde un lugar más profundo. No sé si lo pude realizar, pero sí lo intenté hacer. Ahora estoy en otra etapa donde relajé un poco más en ese sentido y no digo irme a otro extremo, porque siempre tengo unos parámetros a nivel lírica que respeto. Hay una línea que yo no cruzo por una cuestión personal relacionada a cómo expresar mi cuestión artística. Pero sí relajé bastante en cuanto a esta cosa del mensaje muy concreto. Eso me permitió otra etapa de buscar por otros mundillos o personajes dentro de la canción. Me divertía y me permitió jugar un poco más con la lírica. Creo que está bueno permitirse esos momentos dentro de lo que uno hace. De repente te animás a meterte en otro lado y te das cuenta que también funciona, está bueno y también tiene profundidad.

Incluso dentro de lo estrictamente musical vas jugando con distintos géneros, ritmos (siempre dentro de la rama del hip hop). Eso también está bueno…

VC: Lo que pasa es que yo no escuché solamente hip hop. La mayor parte de mi vida, de mi infancia, fue más rock, blues, soul… También tuve unas influencias medio flamencas. Me nutrí con una variedad de estilos musicales bastante importantes. Entonces, a la hora de hacer, aparece un poco eso aunque uno no lo busque. Me cuesta quedarme en un género o en un estilo y siempre van apareciendo esas influencias. Y permito que sucedan, eso está bueno. Siempre me gustaron esas bandas que mezclaron los estilos. Eran las que más me llamaban la atención y me resultaban interesantes. Creo que viene un poco por ese lado.

En la mayoría de tus trabajos está la producción de Gaspar Benegas, incluso tus hijos han participado en tus discos. ¿Cómo es trabajar en familia en la composición y el armado de un proyecto musical?

VC: Es algo muy natural. Desde el momento en que arranqué siempre fue así, no tengo mucha experiencia fuera de lo que es trabajar en familia. Mi segundo disco lo trabajé en el estudio de Anael Cantilo, pero también estaba Gaspar ahí. Anael es primo de Gaspar e hijo de Miguel Cantilo. Siempre termina ahí en familia. Es natural, fluye. Así funcionamos en casa. Siempre estamos compartiendo los proyectos de cada uno, analizandolos, ayudándonos. Tiene que ver un poco con eso, estamos acostumbrados a funcionar así en manada (risas).

 

 

Valentina ha sabido desplegar su show en reconocidos escenarios como el Estadio Malvinas, Ferro, Niceto y Groove. Asimismo, también compartió fecha con artistas de la talla de Calle 13 y Las Manos de Filippi.

Se dan colaboraciones muy buenas, como la que hiciste junto a Las Manos de Filippi y Calle 13. ¿Cómo fueron esas experiencias?

VC: Buenísimas. Con Las Manos siempre hubo una empatía mutua y un entendimiento ideológico en el que íbamos para el mismo lado. Siempre tuve la mejor con los chicos de Las Manos. A René no lo conocí, de hecho, la participación que tuve con René fue a través de Las Manos. Es una canción donde Germán “Pecho” Anzoategui (uno de los líderes de la banda) nos convocó a mí y a René. Yo grabé mi parte primero y después ese material le llegó a René, quien metió la otra parte en un viaje que hizo a Buenos Aires. No tuve la posibilidad de conocerlo, pero me di el gusto de hacer una participación en una canción con él y estuvo buenísimo. Luego me llegaron los comentarios copados que hizo sobre mi participación, asique ¡buenísimo también!

Qué bueno cuando llegan comentarios tan positivos y lindos de los pares. Eso debe ser muy gratificante…

VC: Si, ni hablar. La verdad que el reconocimiento de los colegas siempre se valora mucho.

La artista lleva 12 años de carrera con 3 álbumes y 8 singles editados. Durante su trayectoria, pudo realizar giras por México, Europa y recorrer gran parte del territorio Argentino. Todo ello bajo la independencia y la autogestión de su proyecto artístico.

En estos años de carrera, has recorrido no sólo Argentina, sino también México y Europa. ¿Qué te dejaron esas experiencias?

VC: Fueron 2 experiencias alucinantes, hermosas. Fue todo completamente autogestivo. En las 2 ocasiones me fui sola, sin una producción atrás que me esté bancando ni nada. Sí tenía a mi equipo desde acá ayudándome en las promociones, por ahí consiguiendo fechas y eso. Aparte fueron 2 giras que enfrenté sola con una guitarra y fueron las experiencias más lindas que tuve dentro de mi carrera musical. Sobre todo la experiencia en México fue alucinante. Tuve la posibilidad de conocer varias ciudades y compartir con músicos. Encontrarse con otro público que por ahí no te conocía, y que te reciban de muy buena manera, te compren discos y esas cosas… la verdad que son cosas que uno no se olvida. 

 

 

Recién nombraste el tema de la autogestión, ¿cómo fue que optaste por esa alternativa?

VC: La verdad no me parece algo optativo. Por lo menos en mi caso nunca lo fue. Me acuerdo que cuando arranqué en un momento tuve una especie de reunión con un productor, no recuerdo bien en qué compañía trabajaba, pero fue el primer contacto que tuve con lo que sería una compañía discográfica. Y lo primero que hizo el productor fue defenestrar la propuesta artística que yo traía y querer que hiciera algo completamente distinto. En algo donde todavía ni siquiera había una propuesta seria. Entonces fue seguir por mi camino sin dudarlo. Pero como te digo, tampoco es algo que uno decida. Todavía está esa fantasía de que uno es independiente porque lo elige. No le pasa a mucha gente no ser independiente. A partir del 2005, 2006 empezó a cambiar la industria de la música y los CD ‘s empezaron a perder vigencia con la piratería, el mp3 y todo eso. Y con la aparición de las redes sociales, las discográficas pasaron a otro nivel y el trabajo del artista comenzó a ser completamente independiente. Lo que yo veo es que las discográficas aparecen cuando el artista ya tiene un terreno asegurado. Y ahí sí es tu decisión asociarte con una compañía y que te ayuden a llevar ese trabajo que vos hiciste o seguir vos solo autogestionándote, que es un laburo enorme. De mucha responsabilidad. A mí nunca me pasó de ser tan masiva como para que venga una compañía a querer asociarse a mi proyecto. No me sucedió eso, siempre hice mi camino independiente y un trabajo de hormiga. Y cuando dejás de trabajar, todo se frena. Depende 100% de tu energía y lo que salgas a activar y gestionar.

Y más en este contexto donde todo está parado, ¿qué importancia le das dentro de la autogestión al rol de las redes sociales?

VC: Me parece que es importante. Tenemos esa herramienta y es una ventana a un montón de gente. No tenés ningún filtro entre la gente y vos y lo que se mueva se va a mover porque vos lo impulses y generes. Es más honesto desde ese lugar. Después también hay otra movida que se alimenta mucho a través de las redes sociales. Yo, por lo pronto, no me siento tan identificada con esa manera de ser “influencer”. Cuando eso no te sale natural o espontáneo, me parece que forzarlo no está bueno. Y lo que no me copa es ver una tendencia a exigirles a los artistas que también ocupen ese rol sobretodo en este momento en donde no hay tantas posibilidades de tocar en vivo. Entonces, es como que la única alternativa o ventana que tenemos es esa y generar todo el tiempo esa comunicación constante en lo personal es algo que no me identifica para nada. Seré una anticuada, pero no me parece que esté bueno. A mi me gusta mantener mi intimidad y decidir cuándo y qué es lo que quiero mostrar. Me parece un poco invasivo y no me sale. Limito mis redes sociales a lo que yo hago que es música.

Estamos en un contexto donde las cosas se están flexibilizando (ya no hay esa cuarentena estricta).Teniendo en cuenta esto, ¿qué es lo próximo que se viene?

VC: Lo único que sé es que no sé nada, como diría Sócrates. No sé si voy a hacer algún streaming. Lo estoy pensando. Tenía una fecha programada para hacer uno, pero lo dí de baja porque todavía no me siento muy cómoda con este formato. Me pinta más enfocarme en lo que estoy produciendo a nivel musical. Tengo un single más por sacar que va a dar cierre a una etapa en mi vida musical de 2018 hasta ahora. Va a ser el que conforme el disco con este sonido más moderno, con estos elementos de voz como el Autotune y todos esos sonidos que fui incorporando en estos 2 últimos años. Quiero que quede todo dentro de un disco con ese concepto. Cuando saque ese single (calculo a fines de octubre si todo sale bien), me voy a poner a trabajar en un disco acústico con canciones que tengo compuestas hace más de 10 años y algunas versiones de temas más modernos llevados a este formato de guitarra y voz. Quiero hacer ese disco hace un montón y todo me lleva a que este es el momento de hacerlo.

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