Miles de docentes, estudiantes y la comunidad toda, se movilizaron desde el Congreso Nacional hasta el Ministerio de Educación de la Nación, en una Marcha Federal Universitaria el pasado 30 de agosto, para visibilizar tras cuatro semanas de huelga, los reclamos y la crisis presupuestaria y salarial que atraviesan 57 universidades nacionales de nuestro país.

  • Reportajes, edición de audio y voz en off: Julián Retamozo
  • Texto: Ivana Nitti
  • Fotografía: Camila Peñalva
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Sueldos adeudados, desvalorización del salario, paritarias docentes insuficientes, recorte de 3 mil millones de pesos en el presupuesto, congelamiento de las obras de infraestructura iniciadas o previstas, y atrasos en las transferencias de partidas para gastos de funcionamiento y para las becas, son algunas de las problemáticas a las que se refiere el sector cuando alude al desfinanciamiento y la situación de crisis de la educación pública superior.

Interpelados por la problemática, Prisma Contenidos asistió al Abrazo Solidario del lunes 13 de agosto, dialogó con referentes de los gremios docentes, no docentes y estudiantiles de la Universidad Nacional Arturo Jauretche; conversó en profundidad con el Licenciado en Economía y Coordinador del Observatorio de Políticas Públicas de la Universidad Nacional de Avellaneda; Sergio Chouza, y también estuvo presente en la última marcha federal educativa.

En sintonía con ello, elaboramos un compendio de entrevistas con Rodolfo Pastore, docente e investigador, Director del Departamento de Economía y Administración de la Universidad Nacional de Quilmes; Daniel González, docente e investigador, ex Director de la Licenciatura en Comunicación Social de la UNQ y actual Vice-Director del Departamento de Ciencias Sociales de la UNQ; y Mario Lozano, ex rector de la Universidad Nacional de Quilmes y actual director general del Consejo Interuniversitario Nacional. Con el claro objeto de contribuir con la difusión del contexto actual social, político y económico de las universidades públicas de nuestro país, que están en crisis y en pie de lucha.

Entrevista con Rodolfo Pastore, Director del Departamento de Economía y Administración de la Universidad Nacional de Quilmes y Director del Programa de Extensión Universitaria CREES – ICOTEA.

Dentro del contexto del Abrazo Solidario del pasado lunes 13 de agosto a la Universidad Arturo Jauretche y, posteriormente, a la Universidad de Quilmes, el periodista Julián Retamozo consultó al docente Rodolfo Pastore:

¿Qué te parece la imagen de toda la gente en defensa de su universidad?

Lo que demuestra es la respuesta colectiva de toda la comunidad quilmeña en su sentido más amplio. Estudiantes, docentes, trabajadores y trabajadoras, vecinos, familias de muchos lados que estudian aquí. Nuestra universidad es un lugar de acogida y de construcción de derechos. Los derechos se conquistan, se defienden y lo que estamos haciendo es defender derechos. El derecho a la educación pública como un bien común, para todos y todas, gratuita y de calidad.

Primero el abrazo a Jauretche (por la Universidad Nacional Arturo Jauretche de Florencio Varela), después a nuestra secundaria técnica, nuestro pueblo es un pueblo activo que va a luchar por sus derechos y no se los va a dejar arrebatar así nomas.

No es casual esta situación y no solo de las universidades, sino también de la educación pública en su sentido más amplio, con lo que aconteció en una escuela de Moreno donde dos compañeros perdieron la vida por la desidia, y eso también tiene que ver con las políticas de ajuste, con la creciente financiarización de la economía, con el crecimiento de la deuda externa, la redistribución regresiva del ingreso, y eso tiene directamente que ver con el Fondo Monetario Internacional. No es casual que estemos atravesando esto, como también pasó en los años 90. Toda una historia de lucha y organización que yo creo va a lograr que nos paremos. De hecho estamos de pie, porque vamos a seguir defendiendo nuestros derechos.

Para entender de lo que hablamos, ¿cómo golpean las políticas de ajuste en el sector universitario?

Bueno, nosotros somos una universidad con una muy buena gestión administrativa, una gestión institucional muy sólida y esto hace que muchas veces no se vea el ajuste, pero el ajuste está. Cuando uno tiene que abonar la energía eléctrica, gas y demás servicios que crecen descomunalmente mientras los recursos públicos que el Estado designa a la universidad no crecen, sumado al endeudamiento del financiamiento, porque recién estamos recibiendo partidas del mes de abril y estamos en agosto. Todo eso lo asumió la propia universidad, al igual que lo que absorbió de la escuela técnica en sostenerla con ahorros y recursos de la universidad, mientras que hubo otras universidades que no pudieron abrir sus escuelas secundarias a causa del desfinanciamiento. Nosotros podemos decir que estamos ordenados con una gestión institucional de hace años que permite ciertas posibilidades y podemos hasta ahora sostenernos a pesar de la crisis, pero hay otras universidades que ya han adelantado que a partir de octubre no tendrán financiamiento para seguir funcionando y, si esto sigue así, todas las universidades públicas vamos a estar igual.

El otro problema es el rezago salarial, recién ahora se ha vuelto a convocar después de meses. Pero lo que se sigue ofreciendo es una relación totalmente irracional, en cuanto a la inflación. El gobierno anunció un 30 % anual de inflación, mientras consultoras lo hacen en torno al 40 %, y en ese contexto el gobierno sigue ofreciendo un 15 % y en cuotas, lo cual es una cargada. Eso provocó que los trabajadores se vean imposibilitados a seguir ofreciendo sus servicios. Mientras a los estudiantes también se les hace difícil. Esta universidad es pública y si bien no se paga un arancel, los costos de venir a estudiar, entre transporte e insumos, son altos.

¿Qué podes contarnos sobre la política de desfinanciamiento de becas?

Nosotros en esta universidad sostenemos programas de becas propias, pero con ingresos que ya han quedado arrinconados. El problema es que no podemos aumentarles como quisiéramos ni como aumentan las necesidades.

¿Por qué crees que se usa el sector universitario como un fusible para el ajuste?

Creo que el ajuste nos afecta a todos. El ajuste mata, como en el caso de Moreno, y cuando hay millones de niños en situación de pobreza y marginalidad. Un 50 % de nuestros niños y adolescentes son pobres.

Entonces, el ajuste a la educación superior es porque yo creo que hay un desinterés enorme en reconocer a la educación superior como un derecho. Y esto ha sido manifestado por altos funcionarios. Y además de ese desinterés y esa desaprobación de que los sectores populares puedan estar en la universidad, no les interesa que puedan acceder a mejores condiciones laborales.

A tu juicio, ¿cuál es el valor de que existan universidades por ejemplo, en zonas como Florencio Varela, Quilmes, Lanús, Avellaneda, etc?

Mira, yo soy hijo de familia trabajadora y cuando estudié en la universidad durante la dictadura militar, la universidad no era pública. Era arancelada. La pública tenía un ingreso que era restrictivo y la más cerca estaba en Buenos Aires. Los que querían avanzar, se enfrentaban con una carrera de obstáculos. Más tarde, las universidades públicas que surgieron en los 90, y las que siguieron en este siglo, demuestran que día a día la mayor cantidad de estudiantes que acceden son de familias provenientes de sectores medios, trabajadores y populares. Esto democratiza el saber, el conocimiento democratiza el acceso, junto con las mejoras laborales de los trabajadores. Eso son las universidades públicas, y coartar el presupuesto es restringir sus derechos. Es decirle a la gran mayoría de esta población, a los pobres, ustedes no tienen derecho a entrar a la universidad. Junto a las barreras invisibles, esas son señales políticas muy fuertes. Defendernos la salud pública, la ciencia y la tecnología y todos los derechos que quieran ser atacados.

Se vienen épocas de retrocesos sociales muy fuertes y el pueblo, por suerte, siempre está…

Si, y eso tiene que ver con nuestra historia colectiva. No olvidemos que estamos cumpliendo 100 años de la reforma universitaria que fue un movimiento estudiantil en 1918, en donde si bien eran estudiantes de sectores medios y medios altos, igualmente hicieron un movimiento estudiantil para modificar y transformar la docencia en las universidades, para romper la jerarquía de los claustros que no permitían la democratización de la universidad, y hoy una gran ayuda que dejo el movimiento de 1918 fue que para ampliar la democratización es necesaria la movilización del colectivo de actores vinculados a la universidad. Además de eso tuvimos otro momento con el decreto ley de 1949 de gratuidad de enseñanza, los movimientos estudiantiles durante los 60 que lucharon por una universidad laica, científica y de calidad. En los 70 ocurrió lo mismo y después dela crisis el 2001, lo que hemos visto es un montón de iniciativas de vinculación con el territorio. En la universidad se enseña y se genera ciencia de calidad, pero además en la universidad pública se han generado iniciativas de vinculación a las necesidades de la comunidad, y de resolución de problemas de las comunidades, y eso es muy significativo.

En otras partes del mundo, por ejemplo en Europa, no se lo encuentra y es muy específico de nuestras realidades. Y eso también es lo que se está defendiendo. Ese conjunto de la sociedad con su comunidad.

Es una alegría lo que está pasando en este momento, me refiero a la movilización activa de la comunidad universitaria y toda la comunidad quilmeña, y hay que seguir luchando para que los derechos que hemos conquistado no se cercenen y sean cumplidos.

Mario Lozano, ex rector de la Universidad Nacional de Quilmes (2012-2016), Profesor de Bioquímica, Investigador del CONICET y actual director general del Consejo Interuniversitario Nacional.

Estamos en el Abrazo Solidario y queremos preguntarte, ¿cuál es tu sensación ante semejante movilización?

Es muy bueno ver tanta gente unida. Gente que proviene de tantos de los sectores internos de la universidad; estudiantes, docentes, trabajadores, no docentes, personas de todo el pueblo quilmeño, gente que me he cruzado de los barrios de Quilmes oeste como La Matera, como Iapi, La Cañada de Ezpeleta, de muchos barrios y eso me llena de orgullo. Esto termina cristalizando lo que nosotros decimos que la universidad es del pueblo, aun de los que todavía no van a la universidad, porque la universidad nos da respuestas a todos como sociedad.

Por otro lado, además de sentir esa alegría lo que siento es una gran preocupación porque estamos ante un gobierno que desoye a este sector del pueblo, un sector multi-partidario, pluri-ideológico y cultural, aquí no hay una sola idea de cómo hacer las cosas, pero sí una idea de que hay que defender la educación pública como motor del desarrollo y motor de felicidad de nuestras gente. Tanto en términos individuales como colectivos. Esperamos que eso sea lo que el gobierno escuche, este pedido, este clamor y que vea el acompañamiento de esta lucha.

Venimos de un abrazo masivo en la universidad de Varela, en la escuela técnica y ahora aquí (por la Universidad de Quilmes), y eso nos da esas dos sensaciones: de alegría y preocupación.

Se sabe que muchos de los estudiantes que egresan de las universidades públicas del conurbano son primera generación de universitarios en sus familias…

Si, y eso nos llena de emoción, poder hacer realidad aunque sea en parte, lo que decimos siempre que la educación en todos sus niveles y también en el superior, sea un derecho individual y colectivo de nuestro pueblo. Y eso implica que todos los chicos que quieren venir a la universidad puedan hacerlo de acuerdo a sus deseos e intereses. Y que el Estado tome la responsabilidad de sostener esa función de sostener profesionales, investigación científica y tecnológica, extensión universitaria y demás, que si no hay presupuesto y seguimos en el camino del recorte, se irá perdiendo poco a poco y la Argentina irá perdiendo lo que la distingue en el mundo que es permitir a sus ciudadanos progresar en base a sus esfuerzos.

A 100 años de la reforma de 1918, ¿en qué estado ves hoy al sector universitario?

Bueno, las universidades en los 12 años de gobiernos kirchneristas mejoraron muchísimo. Tanto en infraestructura como en capacitación, pero también en el territorio. Después de 12 años, la Argentina tiene como mínimo, una universidad en cada una de sus provincias y, al mismo tiempo, universidades históricas como La Plata con sedes en todo el territorio, han duplicado su superficie. En 10 años se construyó la misma cantidad de edificios que se habían construido en 100 años.

Esa universidad ahora está en jaque. Porque después de haber mejorado sustancialmente su capacidad de ofrecer servicios a la población, ahora lentamente va disminuyendo esa capacidad. Y nosotros creemos que la mejor manera de honrar a la reforma universitaria, como hito de nuestra educación superior, es defenderla de esta manera, en la calle, cuando está siendo agredida.

¿Por qué crees que hay políticas de retrasos en las partidas presupuestarias; subejecución en los programas que son vitales para las universidades; el cese en el avance de obras de infraestructura? ¿A qué se deben estas acciones?

Bueno, en definitiva son decisiones políticas de un gobierno que no confía en las universidades públicas. Éstas son un costo y no una inversión como deberían de serlo. Ahora bien, ¿por qué toma el gobierno esas decisiones? Y bueno, hay muchos factores. Por un lado, el desinterés en la educación pública y el deseo de financiar otras actividades en lugar de la educación de la población. En definitiva son trabas que le pone el Fondo Monetario Internacional en el presupuesto. Y todo esto es responsabilidad del gobierno.

Pero, en todo caso, no importa tanto por qué lo hacen sino que ya lo están haciendo. Por suerte el pueblo está presente. Como ha dicho Piero, “Para el pueblo, lo que es del pueblo”.

Daniel Gonzalez, docente e investigador. Ex Director de la Licenciatura en Comunicación Social, actual Vice-director del Departamento de Ciencias Sociales de la Uiversidad Nacional de Quilmes.

¿Qué apreciación te merece esta movilización?

Bueno, este es un momento histórico en donde docentes, no docentes, estudiantes, graduados, vecinos, entre otros, se están y nos estamos expresando en contra del fibroso ajuste que se está implementando en el sector educativo. Se está pagando con el desfinanciamiento por un lado y la cancelación de envíos de fondos para el funcionamiento, desde el mes de enero. Hay por otro lado, una falta de negociación paritaria para los diferentes de sectores de los trabajadores de la universidad. Estamos viendo cómo el salario se pauperiza después de continuas devaluaciones del salario. Hay una gran dificultad de cerrar negociaciones paritarias que nivelen los salarios a la situación del país. Y es muy importante que la comunidad se exprese ante esta situación.

¿Cuál crees que es la relevancia de las universidades del conurbano bonaerense?

Todas las universidades del conurbano en general, pero particularmente la Universidad Nacional de Quilmes, tiene casi el 70% de sus estudiantes que son primera generación de graduados. Esto significa que un estudiante que accede a la universidad, es el primero de su familia en hacerlo.

Eso demuestra la importancia de éstas casas de estudio para el desarrollo social en general y también para acortar las distancias entre la sociedad y la universidad; vinculando, desarrollando y posibilitando.

Por eso celebramos que la sociedad comprenda los conflictos que atraviesa esta coyuntura, y que defienda y acompañe a la universidad pública, gratuita y de calidad.