La banda de Berazategui despidió el año con un show potente a sala llena en Mutar. “Es un año muy intenso para nosotros, muy lindo, y terminarlo así fue de lo mejor.” Comentó el cantante Patricio Ledda.
- Producción periodística y texto: Julián Retamozo
- Fotografía: Camila Peñalva
A pesar de la intensa tormenta que azotó las calles del sur del conurbano, una buena cantidad de público se acercó hasta Mutar para ver la despedida del año de Cubas Caronte. Un año que estuvo cargado de emociones: el lanzamiento de su último disco “Espiral” y una gira que llevó a Pato Ledda al Viejo Continente.
Los encargados de abrir la velada fueron Samuel Leví y uno de sus “Niños Perdidos”. En formato acústico, el dúo español se ganó el respeto y los aplausos del público que se iba acercando hasta Avellaneda.
Pasada la medianoche, y mientras los relámpagos se mostraban en todo su esplendor, Cubas salió a las tablas con el recinto que se iba llenando de a poco con jóvenes empapados, merced a las inclemencias del clima. Pato abrió el show con “Salta” del último disco de la banda editado este año. En una gran muestra música, poesía e histrionismo (por parte de Ledda), la banda brindó un show ardiente sin bajar la intensidad.
En poco más de 2 horas, Cubas no sólo tocó los temas de Espiral, sino que recorrió el repertorio de sus materiales anteriores: “En Remolinos” y “Primer acto”. Promediando el show y ya con la sala llena de almas vibrando, subieron 2 invitados notables para acompañar a la banda: Agustín Carabajal (hijo de Cuti y sobrino de Peteco) y el mencionado Samuel Leví. Para el final, Cubas cerró con un potente medley que contuvo a “Mugre” y “Que sea Rock” de Riff.
Luego del show, Pato Ledda charló con Prisma sobre el show “A pesar de la lluvia fue un show muy ardiente, se prendió fuego el escenario.”
Asimismo, el cantante hizo un balance de este 2017 intenso para Cubas, que incluyó el lanzamiento del disco y una gira por el Viejo continente. “Por un lado, me queda una sensación hermosa de haber conocido otros músicos a raíz de este disco como Samuel Leví, quien me recibió en España donde llevé Espiral. Agustín Carabajal (hijo de Cuti y sobrino de Peteco), un folklorista muy groso. Mariano que es violinista y ha venido a tocar hoy. La sensación de haber conocido gente alucinante y ver como el disco va creciendo. Es un año muy intenso para nosotros, muy lindo, y terminarlo así fue de lo mejor.”
El 2018 lo será arduo: los escenarios de la Costa Atlántica y el Interior los esperan para seguir recorriendo el país de la mano de “Espiral”. Porque como bien dijera Norberto Napolitano, es menester que sea rock. Y ellos lo saben.
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