A través de canciones con nombres masculinos que combinan lo académico y lo popular, la artista analiza la naturaleza de las relaciones interpersonales. Prisma dialogó con Maite sobre esta original propuesta.

  • Reportaje y texto: Julián Retamozo 

Tras un arduo trabajo artístico y de producción, Maite lanza oficialmente “Igual, no”, su primer disco de estudio. Compuesta de 9 canciones, todas con nombres de hombre, la obra es un análisis de la relación entre los sexos. A través de nombres propios masculinos, se enfrenta a la mirada de todos y plantea la cuestión de procrastinar, de poner en el otro lo que le toca a uno.

Prisma dialogó con Maite sobre este disco que plantea la reconfiguración de la idea de estar juntos, disímiles y acompañados a partir del empoderamiento de ambas partes.

Estás lanzando tu primer disco y tiene una particularidad: todas las canciones tienen nombre de hombre. ¿A qué se debe eso?

ML: La verdad es que empezó como un chiste porque, cuando empecé a escribir las canciones del disco, trabajaba con un amigo que me decía que siempre se las escribía a “novios” que existían y que no existían. Y él me decía “directamente poneles el nombre” y ahí me quedó boyando, porque me pareció una idea divertida. Después, cuando me senté más en serio a organizar las canciones para que fueran parte del disco, eso me ayudó un poco a copar el mundo. Después, cuando empecé a ver más en profundidad, tenía toda una cosa de trasfondo. Pero en principio empezó como un chiste.

A través de las canciones se da un análisis sobre la relación entre ambos sexos. Acabo de escuchar “Jorge” y hay esa tensión que se describe…

ML: Yo creo que los vínculos son difíciles para todos y que cuando nos encontramos con el otro desde todos los lugares en que nos podemos encontrar, se generan tensiones e intereses encontrados. Es así, forma parte de nuestra naturaleza. Como el no comprendernos también. Todas las cosas que tenemos en común y las que diferimos profundamente. 

Es un análisis del mundo, no solamente de las relaciones…

ML: Es que en realidad el tema de los hombres es una excusa. Respondiendo una pregunta obvia, no son todos mis novios, no necesariamente. Son un montón de otras cosas que están afuera. Como lo otro en general. Lo que no somos nosotros en nuestra visión.

Un disparador…

ML: Exacto.

 

 

Maite adelantó parte de su disco en dos shows en Lucille y Santos 4040, donde pisó fuerte con una gran performance estética que complementaba la idea expresada desde lo sonoro. En palabras de la artista, es «una búsqueda de un universo pop electrónico, pero tomando whisky». «Igual, no.» se sigue haciendo cuando se toca y tiene que ver con su espíritu inquieto.

Estuve viendo parte de tu presentación en Lucille. Está muy buena la puesta en escena, es algo que complementa lo auditivo…

ML: Sí. No empezó siendo así, pero a medida que fui planteando la llegada del disco al vivo, me empezó a surgir la inquietud de generar otras cosas más allá de la música y que fueran una dirección estética de todo, que todo comunicara algo. Pensándolo como espectadora, qué me gusta ver a mí, y en general es eso: algo que me cuente y en donde todo cuente. Que sea una propuesta estética full.

Con algunas letras previamente compuestas, arreglos y nuevas canciones, «Igual, no» empezó a tomar color. Finalmente, con una producción dividida en dos procesos, el disco cuenta con un sonido electrónico, pero tocado por músicos. En la grabación participaron Rafael Villazon (teclados y magias varias), Marcelo Baraj (batería), Paco Arancibia (bajo) y los solos de guitarra fueron de Diego Olivero, Charlie Desidney y Santiago Segret.

Siendo tu primer disco, ¿cómo fue la experiencia de grabación? Porque para todo artista, llegar al primer disco es subir un escalón más.

ML: Fue largo, porque empecé a escribir las canciones hace muchos años. Fue hace 10 años y después, hace 5 años, empecé a pensar en un disco. En hacerlo y en completarlo como objetivo. Después me llevó 4 años la producción del disco. Tuve 2 productores. O sea, yo tenía las canciones hechas en piano y voz y no sé producir. Necesitaba la ayuda de alguien que me ayudara un poco a llevar a cabo lo que me imaginaba. Tuve una primera etapa de producción con Diego Olivero (que estuvo buenísima) donde terminamos 2 veces el disco (risas). Nunca me gustaba y nunca estaba contenta del todo con lo que teníamos. Eso después terminó siendo una especie de pre-producción que después llevé más en profundidad con la segunda etapa de producción que fue con Rafael Villazón y ahí volvimos a hacerlo 2 veces más, porque quedó algo medio entre el disco que yo ya tenía y el que quería (o el que estaba buscando en ese momento). Después hicimos una última vuelta de rosca donde quedó el disco tal como está ahora. Asique fue un proceso súper largo y en el que me di cuenta de algo que me decían todo el tiempo: “los discos se abandonan”. Y no entendía mucho eso mientras lo hacía sin cesar una y otra vez (risas). En un momento dije “Ok, es una foto bastante verdadera de una búsqueda que para mí creo que tiene un valor y que quiero compartir y ya.” Siempre va a poder estar mejor, no hay que hacer otro (risas).

 

 

Desde muy pequeña, Maite incursionó en la música adquiriendo herramientas para enriquecer su registro vocal, estudiando canto lírico y popular, piano y armonías; toda una gama que incluyó además, experiencias en óperas como sustento a su formación. Todas esas facetas se observan en “Igual, no”, donde la música académica y la popular confluyen en una propuesta pop sumamente interesante.

Si bien a simple vista parece un disco de pop, tiene otros ingredientes que forman parte de tu formación como artista…

ML: Hay un poco de muchos mundos que son parte. Estudié lírico mucho tiempo, entonces, traté de poner un poquito de eso. Algo de esa impronta en la voz. Cosa que no fue fácil porque sentís que son mundos que siempre han estado separados: el mundo del canto lírico y el mundo del canto popular. Está siempre cada uno por su lado. Intenté que se juntaran un poco, pero desde un lugar genuino. Tampoco meter un grito porque sí (risas). Me importaba que tuviera un poco de sentido, entonces, es una búsqueda que me parece que es el inicio recién. Me gustaría que hubiese muchos más elementos de eso en la música, no solo del canto lírico. Lo que pasa es que es difícil de llevar a cabo en el formato de canción… pero aquí lo ves. Hay atisbos de eso en este disco.

Y en en vivo queda muy bueno…

ML: ¡Gracias! Hay algo del canto lírico que no sé bien qué es, pero a mí siempre me movió un poco. Como una fibra profunda. Está bueno que se puedan unir 2 mundos sin tanto prejuicio.

Romper un poco lo que separa la academia de la música popular o del consumo de masas, por ponerle un nombre…

ML: ¡Sí, tal cual! Hay algo que tiene que ver con cierto grado de elitismo que me parece que existe en todos los ámbitos de la sociedad. Donde se separa un poco el conservatorio y la formación clásica de la música que todo el mundo escucha. Y no es tan así para mí… O no debería.

 

 

Haciendo un análisis a vuelo de pájaro, el disco no es solamente un disco de canciones de hombre, es una mamushka que esconde un análisis mucho más complejo…

ML: Yo espero que sí, realmente espero que sí, porque eso le da sentido en algún punto. Espero que le encuentren todos los recovecos que yo le sigo encontrando. Son un montón de mundos. Lo importante de cualquier arte es que te abre mundos, te abre posibilidades a nuevas cosas. Transmitir eso está buenísimo. Después, las formas hay miles, son infinitas. Se va definiendo con el tiempo. Pero en principio me parece que este primer disco, que es un montón de información, está bueno que sea así. Me parece genuino.

Si bien estamos en este parate obligatorio por la pandemia, una vez que todo esto pase, ¿qué planes tenés a futuro?

ML: En realidad tengo planes para ahora, a corto plazo en los próximos 2 meses. Lo que es una novedad para mí. Creo que funciona mejor a los fines prácticos (risas). Más allá de la pandemia, quisiera tocar. Como quisiera abrazar a mucha gente. Ir y darle un beso a la gente por la calle (risas). En principio tenemos pensado armar un show por streaming, ver la manera de encontrarle la vuelta a esto para que estemos preparados para cuando la vida vuelva a la normalidad. Para eso vamos a estar bien, contentos yo creo. Va a ser todo más fácil. Me estoy ocupando ahora de las dificultades de la coyuntura del momento.

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