• Texto: Ivana Nitti
  • Reportaje: Julián Retamozo

“Timeo es una banda que hace canciones; no se nos ocurre definición más precisa que esa”, sostienen los músicos de Timeo, una banda interpelada y movilizada por el rock, el pop, el folclore y el tango: “ahí están el río de la plata, la guitarra de nylon y también algún riff con aire rockero, bien del conurbano bonaerense. En nuestra forma de decir y de contar están los poetas y los músicos que admiramos”.

El grupo está formado por Leonardo Amarilla (voz), Diego Martinotti (voz, programaciones y loops) Carlos Ponce (guitarra) y Braian Medina (guitarra).  Actualmente Timeo se presenta en formato acústico, difundiendo su primer material, “El Tiempo Voraz”: “y en este viaje, #ElTiempoVoraz, navegamos por aguas tempestuosas cantándole al amor (después del amor), al desamor, a nuestras convicciones, a los sueños alcanzados y a los frustrados. A cómo el tiempo, que en su voracidad, no vuelve, no repite y no espera, lo atraviesa todo. A veces oxidando, a veces recreando, pero siempre siempre voraz”.

Prisma Contenidos charló con los músicos, sobre los inicios de la banda, la composición de sus canciones, su carrera, trayectoria; y el futuro que le depara a Timeo.

¿Cómo surgió la banda?

Leonardo Amarilla: Nosotros venimos tocando juntos hace más de 10 años en distintos proyectos pero siempre cruzándonos. Y desde hace mucho tiempo teníamos ganas de grabar las canciones, porque dentro de “El tiempo es voraz” (que es el disco que estamos presentando) hay canciones bastantes nuevas y hay algunas que venimos tocando hace mucho. Por la necesidad de mostrar las canciones es que surgió la banda, digamos. A partir de eso se construyeron el disco y la banda. Todo alrededor de las canciones.

Hay un fuerte énfasis en las canciones, se nota un trabajo fuerte en la parte compositiva. ¿Cómo fue la elaboración del material?

LA: En realidad, varios de los miembros de la banda componemos y ahora estamos trabajando para hacerlo de forma más comunitaria. Estamos formándonos y aprendiendo más recursos. Pero se da así: en general, yo me dedico más a la parte de las letras y tanto Carlos como Diego y ahora Brian que se sumó aportan desde lo musical. Se da una linda alquimia podríamos decir. Es una de las partes más disfrutables del proceso creativo. Nos moviliza mucho y nos genera mucho disfrute componer, poner en palabras lo que pensamos, lo que sentimos, lo que queremos decir. 

Aparte son canciones que ya tienen un tiempo de “maceradas” por así decirlo y tienen otro sabor en el disco…

LA: Sí, claro. Además, escucharlas ahí es como materializarlo de alguna forma para un músico que está con la guitarra en su sala o en su habitación y surge la canción. De hecho nos pasó. Trabajamos en este disco con el dúo Turica-Doncel que son artistas independientes que nos produjeron y nos pasó con canciones viejas que elegimos reescribir porque por ahí lo que habíamos escrito hace 10 años atrás no nos representaba para nada, no mostraba el mensaje que queríamos decir. Y nos interesaba poner el foco en eso. Es una linda tarea. Aprendimos un montón en el proceso.

 

 

También en la parte musical, uno recorriendo todos los tracks del disco observa una variedad: canciones del tipo baladas, algunas más rock and roll. Hay variedad instrumental, está bueno…    

Carlos Ponce: Es así. Respecto a eso, tenemos influencias del Río de la Plata. Estamos cruzados por el candombe, el tango, el folklore y también la influencia de la música que nos llega a través de los discos, la que nos llegó a través de la radio. Yo creo que está todo expresado ahí y se cruzan un montón de influencias que conjugan perfectamente con el mensaje de las letras. Por lo menos, esa es la intención. No somos ajenos ni ponemos ninguna barrera a ninguna influencia viste, sino que dejamos fluir lo que nos pasa. Componemos a través de la música de la cual aprendimos y yo creo que está reflejado lo que queríamos y el camino en el que estamos.

Lo copado de la banda es que escuchándola, la música va en consonancia con la canción (no suena forzado) y eso pocas veces pasa. Pocas veces se da que quede tan homogéneo. La música va compartiendo el mismo sentido que la letra, eso también demuestra bastante trabajo.

CP: Te agradecemos que lo notes porque es la intención. Y si vos como oyente, como escucha de música te pareció eso, nos hace pensar que estamos en el buen camino. La verdad es que ésa es la intención: hacer un laburo que tenga esa armonía entre lo que uno siente y lo que uno quiere expresar tanto en la letra (que para nosotros es muy importante) y en la música. Somos músicos y le damos tanta importancia a una cosa como la otra. Gracias por lo que decís porque es lo que queremos hacer notar. 

Ustedes son músicos con bastante tiempo de ruta, de carrera. ¿Qué significa llegar al disco para ustedes? Porque es todo un paso para el músico.

LA: La verdad que sí, es un gran paso. Supongo que es como el pibe que juega a la pelota en el potrero y que a los 10, 11 años sueña con jugar en primera en algún club. Más en este momento de la música, con las herramientas digitales que hay donde uno se puede mover distinto y puede hacer cosas. Si uno se autogestiona y se mueve puede lograr resultados. Y puede arrancar su propio camino, que es lo que estamos empezando a transitar ahora de la mano de UPM. Para nosotros hacer el disco es redondear el sueño que teníamos desde chicos. Es esto que decíamos hace un ratito: materializar eso que tanto queríamos mostrar. Es jugar en primera. Es llegar a jugar en Boca.

Es como el video de Maradona…

LA: ¡Exactamente! (risas) Y más en este momento. El disco tiene 10 canciones, lo estamos vendiendo en formato físico en los shows. No queremos ser partícipes de la supuesta “extinción” del formato físico. Somos muy románticos en ese sentido y fetichistas con el disco-objeto. Pero en las redes y por medio de spotify y demás canales lo estamos lanzando por simples o sencillos. Ahora estamos lanzando “Ritual” que es el primer corte del disco, la primer canción que mostramos. Y es un momento de mucha movilidad donde uno tiene que buscarle la vuelta para poder mostrar. Tanta inmediatez hay en todo que una persona se detenga a escuchar tus canciones (ya sea una o el disco entero) ya es muy valioso. Ahí estamos apuntando claramente, es lo que queremos conseguir.

 

 

Como vos bien decías, han cambiado las reglas de juego. El tema de volver a los singles como se hacía en los ‘60 y ‘70, ¿no lo sienten como una especie de revival? O sea, ok, está el disco, pero ponemos en valor las canciones…

LA: Si, si, tal cual. Es como una mixtura entre las 2 cosas viste. Está bueno y es todo un aprendizaje para nosotros también: ver cómo lo mostramos, de qué forma. Cómo llegarle a la gente a la que le queremos llegar aprovechando las redes y las plataformas de streaming. De alguna forma, como que estamos volviendo. Siempre pasa. Ahora estamos volviendo al simple, como se lanzaba en los ‘60 y los ‘70 como vos decís, pero es en formato digital. Cualquiera lo puede tener en su bolsillo. Tiene sus pro y sus contras.

Tal cual. Y como vos bien decías, el tema de venderlo en los shows como una “versión deluxe” quizás, también tiene su gustito…

LA: Sí, totalmente. 

CP: Nosotros también le pusimos mucho laburo al disco físico en cuanto al arte de tapa. Tiene que ver también con lo que uno pasaba en esa época cuando uno compraba un disco también entraba por ese lado: por el arte, por la presentación. Nosotros pusimos mucho esmero en eso y tratamos de reflejar el concepto en total del álbum. Y también, ahora que lo decis, esto de ir lanzando sencillo tras sencillo es darle la trascendencia que se merece a cada canción. Está perfecto lo que decís. La verdad que me hizo acordar a mi primer disco, que fue un simple también (risas).

De hecho, en el arte de tapa se nota un trabajo muy cuidado. Mucha foto familiar también. Está bueno…

LA: Te agradecemos. Hicimos el trabajo con Julieta Giacomuzzi, que es la diseñadora. El proceso del disco en sí llevó cerca de 3 años y tuvimos tiempo como para ir desarrollando también la idea del arte. Se llama “El tiempo es voraz” el concepto de las canciones. Todas las canciones, de alguna forma u de otra, están atravesadas por esta idea del tiempo que pasa. Que a veces pasa oxidando las cosas y otras mejorandolas. Queríamos transmitir eso también desde el arte del disco. Por eso hay fotos nuestras de bebés, de niños y también ahora, de adultos. Yo, por ejemplo, en la foto de niño estoy pelado y ahora estoy pelado de vuelta. Di la vuelta (risas).

CP: Adhiero a eso (risas).

LA: Queríamos mostrar eso: el paso del tiempo.

Yendo un poco más a las presentaciones, a la defensa del material en vivo, actualmente se están presentando en formato acústico, ¿Cómo es trabajar los temas y pasarlos de un formato más eléctrico como están grabados en el disco a un formato acústico y más en vivo? 

LA: Está buenísimo. Ahora justamente estamos en el foco de esa tormenta porque este año esperamos tocar mucho y es hacer un trabajo de producción de vuelta. Las canciones llegaron al disco crudas, digamos, o como nosotros las habíamos pensado en un principio. Ahí las trabajamos con los productores, con todos los músicos que participaron cada uno con su arte (todos están nombrados en el disco). Y ahora volvemos en un formato un poco más original, más fundacional: 2 guitarras y 2 voces. Diego y yo somos los que cantamos y Brian y Carlos tocan las guitarras. Estamos produciendo de vuelta las canciones también tratando de mostrar el encuentro entre nosotros 4 y llevándolo a un punto más intimista. Queda más desnuda la canción, tal como surgió. Es un trabajo súper interesante. Nos obliga a pensar recursos, a superarnos. A pensar ideas nuevas. Ser creativos, que es lo que en definitiva nos da disfrute de esta profesión.

 

 

Un músico amigo en la misma situación me dijo “es como crear un nuevo-viejo disco.”

LA: ¡Completamente! Imaginate que las escuchamos tantas veces… Las estamos lanzando ahora pero las conocemos desde hace muchos años. Y a veces sucede con algunas canciones que no nos pasa nada y al ensayo siguiente nos “reencontramos con ella” desde otro lugar. Está bueno, más cuando sos autor de lo que hacés. Es muy difícil verlo desde afuera. Por ahí el filtro de que ya está producido te lleva un poquito a eso, a verlo desde otro ángulo. Encontrarle cosas que no te habías dado cuenta. Es un lindo proceso, estamos divertidos con eso y entusiasmados.

Y ahora, ¿qué es lo que sigue para Timeo?

LA: Se viene un año con muchas fechas. Estimamos lanzar una canción por mes para que a fin de año esté todo el disco colgado en las plataformas. Andamos con ideas para ver si encaramos el video de alguna de las canciones (estaría buenísimo). Y andamos con mucho trabajo de difusión y de seguir creando también. Estamos haciendo canciones nuevas en este formato que es lo que queremos mostrar para adelante. Dándole una vuelta de tuerca más. Estamos contentos porque si llegas al disco, parece que ahí ya está y en realidad es ahí donde empieza todo. Se pone divertido, se pone intenso. Esperamos tocar mucho, presentar muchos tema y hablar con muchos amigos de medios como vos.

Una banda muy versátil, difícil de encasillar en un solo género y que respeta mucho a la canción. Eso es algo muy noble y que yo valoro mucho… 

CP: Te agradecemos. Es la idea. Nosotros estamos cruzados por los ritmos de acá, por lo que escuchamos, con los que crecimos y esa es nuestra línea estética. Tratar de decir cosas lo más lindo posible aunque sean gratas o no.

LA: Y más en esta época en la que por ahí en los medios masivos se busca la uniformidad. Me parece a mí, y esto ya es una opinión personal, “la moda va por acá, hagamos todos esto. La moda va por otro lado, hagamos lo otro. ”Nosotros queremos ser versátiles en eso y que la música que salga sea con la que nacimos y crecimos escuchando. Lo que nos interpeló y movilizó a nosotros más allá de la canción de moda que por ahí esté sonando en la radio o que estén pasando en la tele. Poder ser versátiles con lo que mostramos.    

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