El pasado 7 y 8 de junio tuvo lugar en la Universidad Nacional de Quilmes, la 19° edición de la Feria de la Economía Social y Solidaria. Una iniciativa del proyecto CREES (Construyendo Redes Emprendedoras en Economía Social y Solidaria) y la MePESS (Mesa de Promoción de la Economía Social y Solidaria). Un evento que permite otra mirada sobre el intercambio de bienes materiales.

  • Producción periodística, fotografía, reportajes, edición de audio y voz en Off: Julián Retamozo
  • Texto: Ivana Nitti
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“Mucha gente pequeña, en lugares pequeños, haciendo cosas pequeñas, puede cambiar el mundo”, esgrimió en algún tiempo, el escritor Eduardo Galeano. Y es con dicha frase como comienza el prólogo de un minucioso cuadernillo (ver documento) elaborado por la UNICEN (Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires) en colaboración con el programa CREES ICOTEA UNQUI, dentro del marco del proyecto de investigación “Cooperativismo y ESS en la región centro de la provincia de Buenos Aires: marcos normativos y estrategias de la comercialización”. Sumamente recomendable para todo aquel o aquella que desee conocer de qué hablamos cuando hacemos mención a la Economía Social y Solidaria. Y, sobre todo, de qué dimensiones trata, puesto que no tiene que ver con “una economía de pobres para pobres”.

1000 millones de personas forman parte del movimiento cooperativo.

El evento se realiza desde el 2009, con el objeto de reunir más de 200 productores, los cuales presentan sus producciones anualmente en las distintas ferias de ESS. Durante el último encuentro que aconteció hubo más de 200 puestos, patio de comidas, mesas debate, festival de instalación de software libre y, no menos importante, la puesta en marcha de un sistema de créditos para la comercialización solidaria. ¿Invitados? Todo el público en general –no solo universitarios- pudieron asistir a la feria que congrega productores zonales, con el fin de “satisfacer las necesidades de producción y reproducción de la vida” y pensar en la “reciprocidad y articulación del consumo responsable, justo y equitativo, en donde el que produce puede recibir por su trabajo”, sostuvo uno de los feriantes, mientras que el concepto de ESS se entiende a partir de su referencia a “pensar la economía de otra manera, como relaciones sociales donde se interrelacionan y articulan distintos vínculos”.

Prisma estuvo presente durante los días de feria y pudo dialogar con Christian Arnáiz, integrante del proyecto CRESS ICOTEA UNQUI, quien sostuvo “en la feria pueden encontrarse variedad de productos que van desde textiles, artesanías, gastronomía, entre otros. Muchos productos y productores familiares, cooperativas, empresas sociales y productos de la agricultura familiar, son ejemplo de ello”. Mientras que consultado sobre el sistema de FILOSOL (Financiamiento al Consumo Solidario) explicitó “se trata de un sistema de crédito que aplicamos en las ferias de la economía social, donde distintos públicos pueden acceder a unos bonos para consumir en la feria. Lo interesante es que pueden abonar sus compras en cuatro pagos sin interés, los cuales resultan debitados, por ejemplo, de su recibo de sueldo”.

¿Cómo crees que impacta el contexto económico en el consumo dentro de la feria de ESS?

Considero que impacta en gran medida. Por testimonio de productores que forman parte de la feria, sabemos que ha bajado el consumo. Se siente en todos los sectores y es por eso que buscamos con los bonos, poder impulsar y facilitar las ventas dentro de las ferias.

El movimiento cooperativo genera el 10% del PBI mundial.

Un claro ejemplo de los productores que forman parte es el que atañe a Cecilia Adriana Diaz del proyecto Blokobi, el cual involucra la producción y posterior comercialización de juguetes artesanales en madera: “el proyecto comenzó a partir de una idea que tuve y ciertas influencias en diversos viajes, se me ocurrió producir juegos de madera y para ello convoqué a una amiga y juntas comenzamos con este proyecto. Tratamos que surja siempre desde ideas y propuestas innovadoras y buscamos mostrar en cada feria las diversas etapas del juego hasta el producto final”.

Por otro lado, consultado por Prisma, Emiliano Recalde, docente e integrante del proyecto de la feria de ESS, manifestó, “estamos más organizados. Si bien la crisis que impera se hace sentir en los productores, sentimos que es necesario pensar más espacios de difusión y comercialización para estos productores locales”.

Consultado sobre la Tecnicatura en Economia Social y Solidaria que se dicta en la Universidad Nacional de Quilmes, “comenzó en el 2012 y el número de matrícula ha crecido. Nosotros venimos trabajando en el fortalecimiento de productores, cooperativas y organizaciones. Creemos que parte del crecimiento se debe a que muchos productores ven a la Tecnicatura como posibilidad de fortalecimiento”.

«Esta es una fuente de trabajo más. A veces el trabajo afloja y uno tiene que salir a buscar el mango. Lo que me gusta de la UNQ es el respeto de la gente y la tranquilidad. Estuve en otras ferias y el ambiente es totalmente distinto.» Brian Buley (actor)

¿Qué mensaje podes difundir para las personas que no vinieron a la feria y por tanto desconocen de qué se trata?

El mensaje es que se acerquen cada año, porque la feria es una forma de relacionarse con aquel o aquella que produce los alimentos, o una remera o una cartera o lo que fuese, sin intermediarios. Es una posibilidad de que el productor pueda contar de primera mano al consumidor, cómo hace lo que produce, cuáles son los procedimientos, cuáles los padecimientos y alegrías. Porque de eso se trata. La feria es vincularse con personas”.

Las experiencias de cada productor presente en la última feria de ESS no han sido tal vez las mejores, dada la crisis económica imperante en nuestro país. Sin embargo, cada uno con lo suyo, ha sabido defenderse y ha encontrado en cada feria de Economía Social y Solidaria, un espacio y una herramienta para demostrar que otro modo de comercializar en un mercado altamente concentrado, atravesado por una alta intermediación y especulación, es posible.

Miriam Barraza es productora y feriante de la insignia “Artesanias Ailen” en macramé y crochet: “participo hace varios años para exponer mis productos. Este año no fue de grandes ventas, pero lo positivo es que el público es variado, hay gente de todos lados y de todas las edades, dentro y fuera de la UNQ. Es una buena oportunidad, además de la posibilidad de vender, para visibilizar y dar a conocer lo que producimos”.

En el caso de Sergio Ocampo, es el segundo año que participa con la exposición de sus remeras: “el balance es óptimo, porque la gente viene y compra. Al menos, a mí me fue bien. Y lo positivo también es que hay mucha variedad en la feria y eso lo hace mucho más enriquecedora”.

En Argentina, el movimiento cooperativo involucra a 10 millones de asociados.

Cada uno de los productores, organizaciones, cooperativas y empresas que forman parte de la ESS, “surgieron de la crisis, pero ahora el sector tiene un crecimiento importante en Argentina, articulado en algunos casos, con políticas públicas”, sostuvo Rodolfo Pastore, docente e investigador, en oportunidad de diálogo con radio Ahijuna .

Declarada de interés por el Consejo Superior de la Universidad Nacional de Quilmes, “en toda América Latina la ESS viene creciendo como construcción de otra economía”, sostuvo Pastore.

Mientras sus orígenes deben ser encontrados junto al nacimiento mismo del capitalismo, como búsqueda de formas alternativas de pensar la producción, el trabajo y el consumo, la ESS pone en valor la producción propia y local, permite la construcción de una relación más participativa entre productor y consumidor, cual reflejo de formas más democráticas de pensar el mercado.

La ESS es, en su sentido más amplio, una propuesta política, social, cultural y económica que busca constituirse en una alternativa real al modelo tradicional. Y en ese camino va.

La organización vence al tiempo

Por Julián Retamozo

Un viejo líder solía decir “el hombre no vence al tiempo, la organización es lo único que puede vencerlo.” Es lo que se palpa cada vez que uno recorre la Feria de la Economía Social y Solidaria. Porque no se trata simplemente de un conjunto de productores ofreciendo sus mercancías.

Detrás de ellos hay historias personales de superación, de deconstrucción y de conformación de un colectivo como lo es el de la Economía Solidaria. Colectivo que tiene referentes no sólo en el Gran Buenos Aires, sino también en todo el país y en países como Brasil y Perú.

Conforman un nuevo enfoque de la economía, más justo tanto con las personas como con el cuidado del planeta. El signo político de estos días comulga con posturas totalmente opuestas a la ESS y se nota. La situación económica hace mella en cada productor, eso no se puede ocultar.

Sin embargo, la Feria sigue estando vigente y se convirtió en toda una tradición para quienes recorren habitualmente la Universidad Nacional de Quilmes. Ese logro es el mérito exclusivo de la voluntad, la persistencia y la organización ya aceitada de años peleando contra las adversidades.

Salud por la Economía Social y Solidaria, un movimiento que nos muestra que no todas las utopías son imposibles.

 

 

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