En su sonido ecléctico conviven el reggae, el ska, el rock y el heavy. Con un disco editado y otro en proceso, Fa Séptima hace de la confluencia musical su marca identitaria.

  • Reportaje: Julián Retamozo

¿Cómo surgió la banda?

Luis Canseco: Surgió hace 3 años, con la idea en un principio de tratar de ensayar covers del Rock Nacional. Después vimos que no hay nada mejor que tratar de componer, de hacer nuestro propio estilo y expresar tanto en la letra como en la música algo diferente. Elegimos hacer algo diferente, no parecernos a un sonido ya conocido. No por desprestigiar ni nada, es solamente para diferenciarnos y que la gente nos reconozca por un determinado sonido. Entonces, empezamos con mi hermano Manuel (que es el cantante), con Ezequiel Rolon (el guitarrista) y con Ricardo Mendevil (bajista) en un principio. Después se agregó Juan Gutiérrez, que es guitarrista, y por último se agregó la trompetista Araceli Cameroni. Nuestros estilos son muy diferenciados: rock nacional, reggae, heavy, etc…

Juan Gutiérrez: Yo me enganché al grupo hace 2 años. Ellos ya venían tocando. La confluencia de los estilos es justamente la mochila que cada uno carga en cuanto a la música. Cada uno escucha estilos diferentes y eso se trasluce en la composición.

Hace un tiempo sacaron su primer disco “Dejarse morir”, ¿cómo fue el proceso de producción?

JG: Bueno para el primer disco había muchos temas que ya estaban compuestos de nuestra época de adolescentes. Porque si bien yo me enganché hace 2 años y ellos tocaban hace 3, nosotros nos conocemos de acá del barrio, de toda la vida. Hace 40 años que vivimos en el mismo barrio, fuimos a la escuela juntos. A los 12 empezamos a tocar y hay canciones que vienen de esa época. Cuando yo ingresé, compusimos un par de temas más para completar el disco.

Ya con el disco en la mano, ¿cómo fueron los shows?

JG: El escenario más conocido en el que tocamos fue en el Teatro Greison y para nosotros fue lo más. Si bien veníamos tocando bastante seguido, generalmente era en la escena under de Ezeiza y Spegazzini. Llegar a Greison fue bastante groso para nosotros, porque fue subir un escalón más arriba de lo que veníamos transitando musicalmente. Fue lo mejor hasta ahora que hemos vivido en cuanto a presentaciones.

LC: Y todo lo que es la previa. El armado del escenario, que es totalmente diferente. Estar en los mínimos detalles para que suene mejor. La prueba de sonido lleva un poquito más de tiempo, la puesta en escena (porque el escenario es mucho más grande), cómo lo va a recibir el público. Por suerte ese día sonamos muy bien y la gente se fue muy contenta con los estilos musicales que estuvimos ofreciendo.

Para aquel que no los fue a ver, ¿cómo son los shows de Fa Séptima?

JG: La verdad es que son bastante ambiguos en lo musical. Transitamos por muchos estilos. Como no tenemos una línea definida desde lo musical, el que está escuchando abajo va a escuchar un reggae, un ska, un rock con una base bastante heavy y dentro de todo, el público no sólo lo acepta sino que le gusta bastante. ¿Qué es lo que el público se va a encontrar con Fa Séptima? Y, una confluencia musical bastante extraña por las mochilas que cada uno viene cargando (como te decía anteriormente). ¿Cómo son los shows? Bastante al palo. No tenemos bajones musicales, tratamos de mantenerlo Pum pa’ arriba!

 

 

Cada uno viene con una impronta distinta. ¿Cómo se hace para confluir tantas escuelas a la hora de componer una canción?

LC: Cuando la idea musical principal era de uno solo, lo demás trataban de aportar lo suyo. Pero ahora, logramos que cada uno ponga su estilo. Juan, al venir del heavy metal, le mandaba distorsión. En mi caso, ponía mis influencias de rock, jazz o blues. Y cada uno iba aportando lo suyo. Lo bueno es que ahora todos nos complementamos. Estamos haciendo el segundo disco y se nota que los temas salen mucho más fáciles. Ya nos estamos conociendo.

JG: La composición generalmente se da en la sala de ensayo. La mayoría de los temas fueron compuestos por Luis y salieron de una zapada. En esa zapada, cada uno le agrega su impronta y sale lo que sale. Cada uno tiene su manera de tocar y de ver la música. Es algo mágico, porque venimos de estilos muy diversos y muy diferentes y sin embargo, al oírnos no suena mal.

Están preparando el segundo disco, ¿cómo viene esa producción?

JG: Ya lo tenemos casi cocinado: tenemos 9 temas aproximadamente, queremos llegar a los 10-11 temas y entrar al estudio. Los temas están casi compuestos, una vez que los tengamos listos, tenemos que entrar a practicarlos a la sala porque en el estudio no hay manera de equivocarse.

LC: Van a ser 11 temas y en este caso la fusión se ve muchísimo más. Hay una idea más clara de lo que Fa Séptima quiere sonar. Es una cosa totalmente diferente al primero. En el primer disco se notan bases más simples, 2 o 3 acordes. En este caso hay muchos más cambios de tiempo y las influencias musicales de cada uno.

Estamos terminando el 2018, ¿qué balance hacen de este año?

JG: Muy positivo. Tenemos un disco en Spotify que dentro de todo tiene bastantes escuchas para lo que es una banda under (estamos por arriba de las 20.000 escuchas). Más positivo imposible. Hicimos un Greison. Ahora, de acá en adelante, vamos a poner toda la mejor para que el año que viene sea mejor que este inclusive. Por mi parte, es un balance muy positivo.

¿La banda ya está lista para entrar al estudio?

JG: No tanto como lista, porque nos falta ensayo y nos falta definir los últimos 2 temas. Tenemos un setlist en vivo en donde la mitad de los temas son nuevos, del segundo disco. La otra mitad son los temas del primer disco que más pegaron, que más le gustaron a la gente. Como seguimos componiendo, tenemos que sí o sí reducir el setlist (en cuanto a tiempos en el escenario, generalmente tocamos 40 minutos o una hora). Entonces, preferimos tocar los temas nuevos e ir relegando los temas del primer disco.

 

 

Ya con cierto kilometraje en el under, ¿qué le dirían a las bandas que recién están empezando? ¿En dónde está la clave?

JG: Yo en particular les diría que es una lucha constante y no hay que bajar los brazos. Hay que moverse mucho. No hay nada regalado, cuesta bastante. Pero la satisfacción es tan grande como lo que cuesta. Asique hay que darle para adelante, pedalear y pedalear. El under lamentablemente es así: no hay grandes movidas de dinero que den publicidades o que nos pongan al tope de las listas de escuchas mundiales. Esto es así, hay que pelearla a full.

LC: Es mucho a pulmón, tiene un montón de vivencias, de disgustos y de alegrías. Nunca hay que bajar los brazos. Cada uno tiene su trabajo, sería buenísimo vivir de la música pero lo mejor es hacer música y tratar de difundir. Tratar de hacer lo que a uno le gusta de la mejor manera posible.

JG: Lo principal es disfrutar lo que uno hace, porque si no lo disfrutas, ya te empieza a costar. Generalmente uno dice “¿Para qué me voy a calentar en hacer esto si no gano guita ni nada?” “¿Para qué voy a ensayar? ¿Para qué voy a invertir tanta guita en grabar un disco si con la música nunca voy a llegar a nada?” Son pensamientos que por ahí a uno se le cruzan. Porque es la realidad que uno vive en este país: el arte no está bien valorado. Si uno disfruta lo que hace, esos pensamientos son solamente pensamientos pasajeros.

Bueno chicos, les agradecemos muchísimo por la nota y les deseamos éxitos con el nuevo disco que se viene.

LC: Muchísimas gracias por esta oportunidad y por difundir. Difundir bandas que ya están es lo más fácil. Darle la importancia, el lugar y el tiempo a las bandas que venimos desde abajo es muy importante. Les agradezco infinitamente.

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