Exponentes de la canción como género, la banda cordobesa supo ganarse el respeto de artistas reconocidos y recorrer escenarios multitudinarios. “Real”, su último disco lanzado en 2018, contó con la colaboración de Jorge Serrano de Auténticos Decadentes.

  • Reportaje y texto: Julián Retamozo

“Le di mi vida a las canciones y no me arrepiento” es el leitmotiv que reza Manuel Moretti en una de los himnos contemporáneos de Estelares. Lema que calza a la perfección de Vito Martino & Los Inolvidables. Prisma dialogó con Vito Martino, la voz de la banda cordobesa que supo ganarse el reconocimiento de propios y extraños.

Tras una primera producción hecha en Buenos Aires (“Chicas perdidas”, 2009), Vito se exilió de la metrópoli y encontró su lugar en Córdoba. Fue en la provincia mediterránea donde, sin proponérselo, fue encontrándose con las canciones. Las mismas que lo llevaron a rearmar su banda en 2012, con la que acaba de lanzar “Real”.

Se definen como una “banda comercial, pero con sentido”, ¿cómo podrías definir este concepto?

Eso responde a una tradición de una generación como la mía (tengo 40 años) que se crió escuchando canciones de radio. El buen pop de radio podríamos decir. Es algo que me gusta mucho. El mainstream contiene a veces muchas cosas que están buenísimas, no nos olvidemos que Queen fue mainstream. A nosotros nos interesa entrar en esa discusión también. Como así nos gustan otros géneros. Si escuchan “Real”, van a ver que es un disco para poner en la ruta, tiene un desprejuicio muy sano.

Actualmente, la banda se compone por Vito Martino (voz y guitarra), Facundo Ávila (guitarra), Franco Grosso (batería y coros) y Pedro Fabbroni (bajo y coros). El arduo trabajo sonoro y compositivo del cuarteto cordobés tuvo el reconocimiento de artistas de la talla de Rodrigo Manigot de Ella Es Tan Cargosa, Manuel Moretti de Estelares y Piti Fernández de La Franela entre otros. Todos cultores de la canción como género.

Escuchando su material, notamos que le dan prioridad a la canción en sí. Compartieron escenario con bandas que podrían ser del mismo género como Ella Es Tan Cargosa o Estelares, ¿qué recuerdos tenés de esas presentaciones?

Con los chicos de la Cargosa, con Rulo (que también es amigo), hemos compartido fecha en Carlos Paz y estuvo buenísimo. Con Manuel Moretti de Estelares somos amigos. Son todos lindos recuerdos. Está buenísimo siempre cruzarse con colegas. Eso nos pasó en el Cosquín Rock también. Estás ahí atrás del escenario con alguien que quizás fue un superhéroe para vos y ahora estás jugando al metegol con él. En este caso, también son cancioneros. También nos pasó con La Beriso, que nos invitaron a un show en la Plaza de la Música. La verdad que hay mucho respeto, admiración y aprendizaje de esa gente.

 

 

2 acontecimientos contribuyeron a afianzar la carrera de la banda. Uno fue la participación en el ciclo “Rock del País”, donde obtuvieron reconocimientos de próceres de nuestro rock como Marcelo Moura de Virus y Juanse de Ratones Paranoicos. A su vez, su último trabajo discográfico les brindó la gran oportunidad de participar en el ya clásico Cosquín Rock.

Participaron de “Rock del País”, ¿cómo fue esa experiencia?

Nosotros veníamos de un año y medio de ensayos duros sin salir a tocar y nos llegó la invitación. Habían elegido unas 12 bandas de Córdoba. Y fuimos a pararnos sobre el escenario a dar lo mejor de nosotros. Justo estábamos en los ensayos para grabar este disco, “Real”, y recuerdo que esa vez tocamos la canción “Dos” (que es la cuarta canción del disco). Tuvimos muy buenas devoluciones. Recuerdo que una vez Marcelo Moura de Virus salió en pantalla grande saludándonos. Y lo más impresionante, un poco hablando de los héroes: Juanse de Ratones Paranoicos dijo que fue la mejor canción que había escuchado. Lo cual para mí fue grandísimo porque ves un flashback y te acordás de cuando armas tu banda en el secundario e intentás tocar los 3 acordes del “Rock del Gato”, todos esos clásicos. Un autor de clásicos.

Volviendo al Cosquín Rock de este año, ¿cómo fue participar del festival?

Nos llevó la cerveza Quilmes por nuestra canción “Construir” que hicimos con Jorge Serrano. La producción del Bebe Contepomi llamó a mi casa diciendo que habíamos sido elegidos y salimos al aire en la radio. Aprovechamos esa experiencia más allá de que, como te contaba, fue un show de media hora. El Cosquín Rock tiene toda una cultura propia. Tocás y después te vas a ver a otra banda, estás con grandes en el mismo espacio (con Daffunchio de Las Pelotas, por ejemplo). Pasan esas cosas que están buenísimas.

Yendo más a la producción de su último disco, ¿cómo fue el proceso de producción de “Real”?

La producción fue en sintonía con el nombre del disco y su concepto. Fue una producción larga. Ensayamos en sala los 4 mirándonos, probando las canciones. De hecho, Andrés Calamaro acaba de sacar un disco que grabó en vivo en el estudio. Y queríamos que las canciones tengan eso. Entonces, ensayamos mucho dejando las computadoras afuera de la puerta del estudio. Hicimos las maquetas y demás, pero fue “real” el proceso de pre-producción porque creo que habíamos hecho 16 canciones o alguna más y quedaron 12. Todas ellas pasaron por el filtro de la sala de ensayo. Que funcionaran como hacían los Beatles: con los 4 tocando en vivo. Tuvo ese tamiz de buscar un encuentro.

A ver si hay química…

Claro, que las canciones pudieran tener alguna épica tocándolas nosotros. Por supuesto que después la producción se amplía un poco, pero que el corazón de la cosa estuviera incluso con una acústica y unas voces. Es la prueba que tenés que pasar con una canción. Fue muy intenso. Después sí fuimos a buscar audio. Usamos muy lindos equipos: una batería Ludwing de los ‘60, equipos valvulares… Todas esas cosas que nos gustan. Pero primero se ensayó mucho.

 

 

“Real” cuenta con un invitado de lujo: Jorge Serrano. El integrante de Los Auténticos Decadentes puso su voz en “Construir”, el primer corte difusión del disco.

En uno de los temas del disco participa Jorge Serrano, ¿cómo se dio su participación?

En principio era como una especie de sueño muy lejano. Yo lo admiro desde hace mucho tiempo. Creo que para cualquiera que intenta hacer una canción masomenos decente, el Perro está ahí junto con Fito y con Andrés, entre los grandes. Surgió esta canción, donde yo había hecho un poco de la historia de mi hermana. Esa idea de ser del (mal) llamado Interior y venirse a vivir a Capital. Sin ser de la Capital y queriendo volverse. Como Manu Chao: el exilio en tu propio país. Tenemos amigos en común y en un momento me tiré el lance. Él vive en Villa Gessell, también se fue de la ciudad. Le mandé la canción de una sin habernos conocido previamente. Se ve que le gustó porque me dijo “Bueno Vito, ¿dónde querés que cante?” UNa persona divina.

Humildad total.

Sí, de hecho una vez me mandó un mail preguntándome si estábamos bien con los tiempos porque tenía una gira en el Palacio de los Deportes de México. Fue todo muy fresco: mandó las voces y lo mezclamos acá en Córdoba. Estábamos muy contentos de tenerlo a él. Él es el maestro. Que el dueño de las melodías populares nos dé el OK así un poco confirma el camino y te da más ganas de seguir. Tampoco es un camino fácil el de la música. Siempre le agradezco por esas cosas.

Y en este difícil camino de la música, es donde Vito Martino & Los Inolvidables desempeñan con holgura la tarea de contar historias a través de las canciones. Historias que rinden culto al Interior y que son la banda sonora ideal para las travesías por la ruta.

¿Qué proyectos tienen para el 2019?

Tenemos la idea de ir a Buenos Aires. Hemos ido a Rosario y tenemos ganas de volver también. Córdoba. Se viene el verano y tenemos muchos festivales. Vamos a tocar en la fiesta patronal de La Calera acá en Córdoba por ejemplo. La idea es recibir el verano tocando.

Hoy la banda se encuentra planificando su travesía de cara al 2019, año en el que esperan trascender las fronteras y llevar “Real” a otros países del continente.

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