La banda lanza “40 grados bajo la sombra”, su último disco. Dialogamos con Ignacio Gallero sobre este álbum que nos transporta al calor de Misiones.
- Reportaje y texto: Julián Retamozo
Desde Misiones, la banda de rock Vivac presenta su tercer disco “40 grados bajo la sombra”, un recorrido por ese espacio intermedio entre la luz y la sombra. Donde, a diferencia de lo que se imagina, la sombra representa alivio; y la luz, agobio y calor.
Charlamos con Ignacio Gallero, baterista de Vivac, sobre este disco que nos sumerge en el paisaje misionero con todos sus matices y que captura la intensidad, la crudeza y el espíritu de la banda que grabó en vivo a sus tres músicos en simultáneo -José Gallero (guitarra y voz), Ignacio Gallero y Fernando Villar (bajo)-.
¿Cómo surge este “40 grados bajo la sombra”?
IG: Lo curioso del disco es que primero apareció el nombre del disco y después aparece la canción. Yo quería reflejar el calor de acá. Teníamos como cuatro canciones, más o menos, un año antes de grabar el disco y cuando decidimos grabarlo empezamos a apurarnos más en armar unas canciones más y salieron como cuatro canciones más. La idea era ir ya con un nombre de disco, empezar a armar un un cierto repertorio que tenga esa densidad, ese calor que hay acá, la humedad. Realmente han sido veranos muy calurosos con 40 grados, 42, con mucha sequía, muchos incendios. Acá desde la ventana se veía el humo a lo lejos. Todo eso está en el disco.
¿Qué evolución notas ya sea en la producción, en la forma de grabar o la forma de pensar este disco en relación a sus producciones anteriores?
IG: Yo creo que maduramos mucho la canción, el oficio de hacer canciones. La profundidad de las letras también. Siento que es un disco con muy buena lírica. Y después bueno, la complejidad: cada canción tiene muchos matices, están compuestas por 8 o 10 partes totalmente distintas. Hay partes que no se pueden repetir, frases que no pueden aparecer, que eso solamente pasa una sola vez. Eso creo que mejoramos mucho respecto a los discos anteriores. Y la elección del estudio, optar por ir a Buenos Aires a grabar a Panda sin duda fue un salto evolutivo, cuantitativo y exigente también. Para nosotros fue como una fantasía cumplida y un sueño también poder grabar ahí.
“40 grados bajo la sombra” fue grabado en Buenos Aires, en el mítico «Estudio Panda» del barrio de Floresta, durante los primeros días de febrero de 2024. Así nacieron ocho nuevas canciones que fueron lanzadas el 21 de diciembre de 2024.
¿Cómo fue esa elección para ustedes viniendo desde el Interior del país y cómo fue el trabajo de grabación?
IG: Mira, fue un poco casualidad haber terminado en Panda, no era algo que teníamos planeado ni previsto. Empezamos a averiguar estudios en Buenos Aires, la idea era salir de la provincia, escaparnos de la rutina y poder dedicarnos solamente a grabar. Y para eso a veces hay que irse lejos de casa. Los primeros discos los habíamos grabado acá. Dijimos “Bueno, el tercero vayamos a Buenos Aires o algún estudio que nos cierre pero no acá.” Y empezamos a averiguar y mi hermano se comunicó con un estudio y le dijeron, «Mira, este estudio está cerrado, pero Panda acaba de cambiar de dueños. Escríbanle, es gente nueva, gente joven que tiene ganas de incorporar proyectos a su portfolio”. Les escribimos y nos contestaron super rápido, super bien con un PDF detallado y nos cerró. Ahí estuvo Charly, se grabó “Acariciando lo áspero” de Divididos, “Octubre” de los Redondos. Así que nos mandamos. Nos parecía también un hecho histórico para la banda, para el rock de la provincia que una banda de Misiones grabe en un estudio así. Trabajamos conLeo López, que es el ingeniero de la casa que fue súper exigente. Ensayamos mucho, como un mes entero todos los días de lunes a viernes, preparando el disco. Estuvimos grabándonos de aire, armándonos las referencias. Queríamos captar la banda en vivo, ese era el mayor objetivo, que las tomas sean enteras. Que el tema empiece y termine en una sola toma, como se hacía antes. Nosotros habíamos grabado el primer disco así y nos gustó mucho. Fueron nueve nueve días. Después se grabaron las voces aparte, se agregaron capas de guitarra. En nueve días grabamos todo y quedó el material ahí. Volvimos a Misiones y fuimos ajustando la mezcla y el master a la distancia.
“40 grados bajo la sombra” está disponible en todas las plataformas digitales y cuenta con una versión “Full álbum subtitulada” en YouTube, que acompaña todo el recorrido del disco, asegurando una experiencia inmersiva.
Y este disco no solamente no viene solo, tiene un visualizer en YouTube que es su versión subtitulada. ¿Cómo surgió esa idea?
IG: Es más una suerte de visualizer para ponerlo de fondo, una imagen muy típica de acá. Queríamos retratar el espíritu de los 40 grados bajo la sombra que es tomando tereré, mojando los pies en una palangana en un patio de nuestra casa. El patio de nuestra infancia. Hay bananos atrás, árboles de mamones. Es mostrar un poco cómo pasamos el tiempo acá. Quizás ahora que estamos más grandes no lo hacemos tanto, pero hemos crecido así con una silleta, tomando tereré, viendo el tiempo pasar sin celulares, con un equipito de música al lado. Charlando, aparecen los perros, aparecen los amigos. Es una cámara fija, una sola toma. Eso también tiene una conexión con el disco. Todos nuestros visualizer tienen el paisaje de acá, nos alimentamos de las cosas que nos hacen bien acá, nos gusta nuestro hábitat. Poca gente conoce y siempre el rock está muy vinculado a la noche, a lo negro, a lo oscuro y me gusta contraponer esos dos puntos. Traer el rock al monte, a la selva. También me gusta mucho el rock latinoamericano, poder también linkearlo con eso. Así que sí, tiene algo misionero, algo argentino y algo latinoamericano, sin duda.
De hecho, lo que vos decís sobre el rock latinoamericano, es lo que pasa en México con Santana. Escuchás a Santana y vas a encontrar cosas del folclore mexicano, o sea, la tierra llama…
IG: El tema “Una hamaca gigante en el espacio” es super Santana en un momento. Le pegaste en el ángulo. Y te da un paseo, en un momento va del Bronx al Mississippi y al rock de Santana en dos segundos. Así que la tierra llama, tal cual. Lo que uno curte de chiquito, lo que uno escucha sin saber que está escuchando. Te vas a echar una siesta y te quedas dormido escuchando música paraguaya acá, por ejemplo. Te quedas dormido escuchando música brasilera, lo que sea que se escucha acá y vas creciendo con eso. Te guste o no te guste lo tienes incorporado.

El 4 de enero de 2025 la banda organizó el festival «40 Grados» con motivo de la presentación de este trabajo invitando a bandas amigas como Guerrapé, Araucaria, Elene, Lobo del Hombre, Naevis, entre otros artistas que se presentaron ese día. De esta manera, Vivac terminó de consolidarse como un proyecto cultural que propone más allá de lo musical.
La presentación del disco tuvo algo particular, ¿cómo fue la experiencia del festival “40 grados”?
IG: Fue alucinante. Fue como una especie de band camp, un poco de Woodstock. Era un camping con un arroyo. La búsqueda del lugar fue ardua porque acá hace mucho calor, los festivales son largos y generalmente terminan a cualquier hora. Entonces dijimos “Bueno, buscamos un lugar donde la gente se pueda meter al agua, que pueda ver el escenario desde el agua y que no sea peligroso.” Había familias, niños, niñas. Así que encontramos un lugar hermoso con un arroyo de poca profundidad donde podías estar sentado y desde ahí ver el escenario. Esa fue la propuesta y se llenó. Fue un día hermoso, de mucho calor, con la gente en el agua viendo música. Para mí fue un sueño, lo veía y no lo podía creer. Salió perfecto. Tuvimos músicos invitados, hubo coros de dos amigas, nuestro productor también tocó la guitarra. Salió muy bien y lo otro que fue increíble es que hubo muchos amigos colaborando con sonido, luces… Todos vinieron a ayudar, fue mucha sinergia y nadie lo hizo por plata. Las bandas vinieron por amistad. Se pudo cubrir los costos. Son cosas que como banda y grupo humano va creciendo y se pueden generar este tipo de eventos acá en la provincia que pueden tener un alcance nacional incluso. Nosotros hacemos eventos, tocamos, giramos por toda la provincia, autogestionando las fechas. De esa siembra hubo mucha cosecha: hay una sala de teatro acá que se llama El Dorado, que fuimos a tocar dos veces y ese día la gente de ahí vino a ayudar trayendo las luces. Se va tejiendo toda una red que a la hora de producir un evento vienen todos a ayudar.
Me parece un gran síntoma que está pasando mucho con bandas emergentes.
IG: Sí, algo así estaba empezando a pasar. Hace 3 años que giramos por Misiones, siempre en centros culturales, en teatros. El bar lo empezamos a evitar. Antes no había otra alternativa que el bar, sino las bandas no tocaban. Somos una de las primeras bandas que insistimos con los centros culturales. Nosotros vamos vamos con nuestro sonido, con todo el show armado. Vamos a tocar a cualquier lado y así fuimos gestando un circuito inventado por nosotros. y así se va generando el ecosistema de amigos donde uno pueda ir y donde ellos pueden venir.
¿Qué es lo próximo que se viene para la banda?
IG: Y ahora estamos pensando en ir a Buenos Aires a tocar, salir de la provincia. También ir a Paraguay. Asunción nos queda más cerca que Capital Federal, por ejemplo. Y creo que tenemos posibilidades de expandirnos más hacia países limítrofes y latinoamericanos también. Y bueno, el litoral: Corrientes, Chaco… Resistencia es una gran capital cultural donde está la Bienal de Culturas. Ir a Buenos Aires es el próximo objetivo. Y bueno, componiendo, siempre estamos armando canciones nuevas, pensando en un cuarto disco y también cerrando una gira acá en Misiones. Así que ese es el plan: salir a tocar mucho más de lo que venimos haciendo.
Más info en:
Comentarios recientes