Sentime Dominga presenta “Grandes Fracasos”, un disco recopilatorio que enlaza leyendas e historias en un folklore queer.

  • Reportaje y texto: Julián Retamozo

Sentime Dominga, la banda de neofolklore, lanza “Grandes Fracasos”, un álbum recopilatorio en el que conviven temas de sus producciones anteriores «Operada» (2009) y «Medicada» (2016). A lo largo del disco, la banda enlaza historias y construye un viaje profundo al interior, con maderas y cueros que envuelven textos voluptuosos que cuentan historias de leyenda. 

Charlamos con Juan Tauil, líder del proyecto, quien nos contó un poco más acerca de estos Grandes Fracasos que resultan disruptivos y conducen a la reflexión en un marco historias, leyenda, fauna y folklore nocturno.

Están lanzando “Grandes Fracasos”, un disco recopilatorio. Lo  primero que me llama la atención es el nombre,¿de dónde sale ese concepto?

JT: Sale de un chiste, porque cuando llamé a Valeria Cini para contarle que yo había charlado con Los Años Luz Discos para sacar un compilado de “grandes éxitos”, yo le dije “no voy a ponerle Grandes Éxitos, sino Grandes Fracasos”. Ella se rió y me dijo “Obvio! te iba a decir eso”. Ya había pasado varias veces con Cini de pensar cosas al mismo tiempo. Tenemos el mismo humor. Fue eso y también el otro día me acordaba que le dije a la diseñadora “Vas a ser una de las pocas diseñadoras que hizo un disco de Grandes Fracasos”, porque generalmente hacen los Grandes Éxitos.

 

 

Aparte la tapa es bastante llamativa, más en este contexto…

JT: La tapa dialoga con este momento actual y con las tapas de los discos anteriores (“Medicada” y “Operada”) que tiene que ver con este tema de la medicina y del poder médico, digamos. Tiene que ver con la pandemia y con el primer tema que abre el disco, «Aquel estado de ánimo» de Marilina Ross, que es una canción existencialista, lisérgica de una persona que sabe que está en un camino, pero está oscuro y no ve nada. Siente que su esfuerzo no vale nada, que es un poco lo que estamos pasando ahora. Aunque vemos que nuestro esfuerzo vale y sabemos que estamos en un camino oscuro, pero saldremos si seguimos bien. Tiene mucho que ver la tapa con las cosas que pasan atrás.

¿Qué sucedió con Facebook y la portada del disco?

JT: Eso es otro fracaso. Resulta que la computadora de Facebook interpreta que estamos lucrando con la pandemia (risas). Al publicar algo con un barbijo, ellos presuponen que estamos lucrando. Entonces, tuvimos que poner la contratapa para publicarlo. Cosas que suceden. Ahora cuando termine la pandemia, ya pasará esto.

Quedará como una anécdota llamativa…

JT: Como otro fracaso. El fracaso de dejar que las máquinas clasifiquen un diseño gráfico. Pero bueno, no es un fracaso de los argentinos. Y nuestro folklore es más del “fracaso” que del éxito: el llanero que anda solo por el monte, siempre pasan desgracias. “Vuela bajo” que es nuestro folklore: “Vuela bajo que abajo está la verdad”. Habla de algo que no es el éxito, sino el andar un camino. Y andar y andar… De eso habla también el texto de Atahualpa Yupanqui “si el medio te empobrece, si te desconoce el mundo, no importa. Vos seguí que nada apagará la lumbre de tu antorcha”. Tiene que ver con eso también el tema de los grandes fracasos. “Las penas son de nosotros, las vaquitas son ajenas”. Ahí también hay un fracaso, un looser. En Cafrune, en Mercedes Sosa. Tener que irse del país rumbo al exilio. Eso es un fracaso nuestro, como país. El tema de los grandes fracasos nos completa como seres humanos, forma parte nuestro. 

 

 

Editado por el sello Los Años Luz Discos, el disco contiene además tres audiocrónicas que actúan de hilo conductor de los temas, siendo una de ellas el conmovedor texto de Atahualpa Yupanqui, «El destino del canto». Las audiocrónicas son textos leídos al son de bombos legüeros que ayudan a la inmersión en el universo propio de esta propuesta fresca y que ya es un clásico.

Recorriendo el disco, se nota el paisaje de naturaleza en los climas que se van logrando. Incluso en las audiocrónicas, ¿cómo surgió la idea de incorporarlas?

JT: Yo tengo una formación que se llama “Audiocrónicas” con Federico Orio y estamos grabando un disco. Sucede que yo tenía ganas de armar una playlist y tenía guardada esta canción de Marilina Ross. Asique dije “Bueno, junto un par de audiocrónicas que están terminadas (que tienen muy pocos elementos) y las pongo como hilo conductor del disco”. Traje 3 y elegí de ambos discos las canciones de más cuero y madera, las más terrenales y las uní con esas audiocrónicas. Y abro con la nueva, la de Marilina Ross, que es un muy buen tema de apertura.

El logro de los climas tan elaborados del disco, ¿como fue ese proceso?

JT: Si, te cuento. Si vos te ponés a escuchar, es un folklore muy oscuro. No es un folklore luminoso, es oscuro, más que nada nocturno. Es muy plutoniano si querés hablar en términos astrológicos. Es como el submundo del folklore. Es la salamanca, la catacumba, la oscuridad. El chamán, la magia. Hay mucha noche. Hay sol, pero también hay noche. Los bichos, por ejemplo, que están en las audiocrónicas, son bichos que yo mismo me metí en el monte con un buen grabador a grabarlos. Ese paisaje sonoro se elaboró muy bien y también hay otros paisajes sonoros que no salen en el disco, pero son increíbles. Esos sí van a salir en el disco de audiocrónicas. Me gusta que los tonos sean graves. Yo, al cantar grave, me despego un montón del folklore. Porque en el folklore nacional casi todos cantan agudo. No sé cuántos habrá con voz grave. Eso también le suma oscuridad, rock.

A lo largo del disco, se tratan temáticas poco abordadas por el folklore tradicional. Muestra de ello es «Travesti toba», que cuenta el derrotero de una chica travesti que huye de su casa para poder ser quién realmente es o “La Venganza de las vacas” una profecía vegana de los tiempos que corren donde el consumismo salvaje atenta nuestra naturaleza y sus consecuencias.. 

Si bien es un disco recopilatorio, a lo largo de él se abordan temas que no se suelen tocar en el folklore tradicional. Estamos hablando de las diversidades, de los derechos. ¿Cómo se da esa mixtura a la hora de plantear los temas y de elaborarlos?

JT: Morrisey en The Smiths decía “canta tu vida”. Yo canto mi vida. Canto las historias que me conmueven o las que yo viví. Y canto y cuento lo que me pasa, lo que siento. Entonces, pasa por ahí la cosa. Al tocar mi vida, yo toco mis búsquedas. Y, en un momento de mi vida, yo tuve una búsqueda que tiene que ver con los derechos de las minorías sexuales a las cuales yo pertenezco. Entonces, en ese momento de búsqueda de pares, surgen textos que luego recogí y convertí en canciones. Algunas las convertimos junto con Valeria Cini y otras yo solo. Y estoy en ese proceso. Por eso se da que tocamos temas de género, ecología (porque me parece que es un tema importante), el amor, la venganza, la muerte…

Son todos temas que, en este contexto cobran otro significado. Hay más lugar a la reflexión.

JT: Sí. “Canto que ha sido valiente siempre será canción nueva.” Entonces, si nosotros hacemos un material valiente, lo va a ser por siempre y siempre va a ser actual. Cuando vos denunciás algo, cuando te ponés del lado del pueblo. Los artistas siempre estamos con el pueblo, con lo que siente el pueblo. Y eso no significa siempre las mayorías eh. Jamás votaríamos a un modelo que haga que el pueblo sufra. En eso coincidimos toda la banda. Tenemos esa mirada. Tenemos esa visión política y también se ve en “Sentime Dominga”.

 

 

Sentime Dominga está formado por Juan Tauil, quien es el encargado de las letras, la música y el concepto general de banda; Valeria Cini, que aporta desde la voz, la guitarra criolla, en la música y arreglos; Itu Itulain en el bajo, Veroki Barrera en la percusión y Martín Santagada en la guitarra eléctrica.

A lo largo del contenido de las canciones se nota esta cosmovisión política, de tomarse estas cuestiones en serio, utilizar el arte como canalizador de estas cuestiones y que no sea una cuestión meramente snob…

JT: Claro. Y mirá que nosotros tenemos nuestra parte snob también eh. No sabés cómo nos reímos. Sentime tiene eso también. Nos divertimos un montón. Nos reímos, nos disfrazamos, mariconeamos. Hablamos en inglés, francés. Nos afrancesamos. En el primer disco hay de todo. Creo que también las bandas se alimentan de la energía de sus miembros. Eso se ve también en el disco, se refleja. 

Y ahora, una vez que la pandemia termine, esta proyectada una presentación en el ciclo “Verano en Libertad”, ¿cómo viene eso?

JT: Estamos armándolo con 2 amigas muy importantes y va a salir en verano. Dicen que la vacuna va a estar en diciembre, para navidad. Entonces, bueno, ahí se hará. Igualmente, viste que se habla de lugares abiertos. Y este lugar es abierto, entran 75 personas. Entonces, nosotros poniendo 30 o 40 ya está. Va a haber mucha distancia.Creo que vamos a poder hacer algo en el verano. Ya estamos hablados.

La banda participará en el ciclo de recitales en vivo «Verano en Libertad 20/21» en los jardines de TAI (Teatro y Artes Independientes) una vez permitidos los eventos culturales en CABA.

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