Periodista, melómano y coleccionista. Julio Guichet lleva más de 40 años de trayectoria en Argentina difundiendo el rock a través de propuestas innovadoras. Desde “Gira Mágica y Misteriosa” hasta “Historock”, Guichet supo encarar el devenir histórico del país y los desafíos de la era digital.

  • Reportaje, texto y edición de audio: Julián Retamozo
  • Voz en off: Ivana Nitti

En una entrevista con Prisma Contenidos, el periodista recordó su paso por Radio Nacional y su mítico ciclo “Gira Mágica y Misteriosa”. Rodeado de la mística beatle de The Cavern, Guichet contó cómo era difundir rock durante la última dictadura cívico militar; el mito de la prohibición de la música inglesa durante la Guerra de Malvinas y la censura durante la democracia. Por citar sólo algunos de los tópicos tratados, además de un análisis del contexto actual del rock.

Estamos en The Cavern, un lugar que retoma mucho la temática Beatle. En su carrera, ¿qué lugar ocupan los Beatles?

Fueron fundamentales. A mí ya me gustaba la música de antes, incluso el rock, pero cuando aparecieron los Beatles me cambió la vida. Primero porque quise estudiar guitarra cuando escuché “I saw her standing there” (un simple también que tenía “Twist and shout” y sólo se editó en Argentina). Yo tenía 12 -13 años y le dije a mi viejo “quiero hacer eso” y empecé a estudiar guitarra. Ni hablar con “Sgt. Pepper”, la vida me dio vuelta todo ahí.

Y ¿cómo surgió la posibilidad de hacer radio, de difundir sobretodo el género?

Totalmente de casualidad. Hubo un momento, a principios de 1976 (en enero), que vino una amiga que trabajaba conmigo y su marido trabajaba en Radio Nacional. Un locutor le preguntó al marido de ella si conocía a alguien que tuviera todos los discos de los Beatles y supiera algo de la banda. Entonces le dijo “Mirá, yo tengo un amigo de mi mujer. Parece que sabe y tiene los discos.” Nos encontramos en mi casa, él vino para ver si tenía todos los discos y para ver cuánto sabía. Cuando me dice la propuesta yo le digo “¿por qué vamos a hacer un programa de los Beatles? ¿Por qué no hacemos un programa de la historia del rock?” Porque eso ya lo estaba haciendo Badía. “¿Te animás, tenés discos?” Yo dije que sí, pensando que con los 250 discos que yo tenía podía hacerlo. Me volví loco. Estuve buscando discos porque en la radio no había discos de los ‘50, por ejemplo. Y bueno, pidiendo prestado empecé a hacer la historia.

Gira Mágica…

“Gira Mágica y Misteriosa”. 3 de marzo del ‘76. En esa época se grababa por miedo a que se digan cosas que no correspondían. Y bueno, salió el del 3, el del 10, el del 17 y el 24 fue el golpe. Yo grababa a las 6 de la tarde del mismo lunes. Me acuerdo que fui a la radio y había tanques en la puerta. Y dije “bueno, algo raro está pasando”. Si bien todos sabían, se veía venir. Grabé el programa igual y dije “bueno, vamos a ver que pasa”. Me fui a mi casa y me puse a escucharlo a ver si salía, porque era el programa que cerraba la programación. Terminó el programa con su cortina y empezó el Comunicado N° 1. Con lo cual me cargaron durante muchos años en la radio con que los milicos respetaron el programa y después dieron el golpe.

¿Cómo fue tener un programa de rock y difundir el género durante esa época?

Me lo levantaron cuando se enteraron que había un programa de rock en Radio Nacional, porque en ese momento en la radio la mayoría era música clásica o “programas culturales”, que eran espacios cedidos a las embajadas de otros países. Me levantan y como llegaron muchas cartas, volví. Aparte, cuando el programa va grabado, no sabés quién te escucha. Me sorprendió que llegaran tantas cartas pidiendo y entonces los militares permitieron el programa. Ahora, ¿cuál era la consigna? Yo pasaba en ese momento la historia del rock internacional. Como yo no pasaba nacional, no era peligroso. El problema eran las letras. Lo único que me dijeron que no podía hacer era traducir las letras de Bob Dylan. ¿Cómo hicimos? Muy fácil: pasábamos los temas por Bob Dylan sin traducir las letras, pero venía un tema de él cantado por otro (Joan Baez, The Hollies o quien sea) y decíamos “Ahora vamos a escuchar por Los Hollies “Soplando en el viento”, cuya letra dice…” No decíamos el autor y zafaba porque los militares no entendían. Fue difícil igual porque yo era la oveja negra, me cambiaban de horario cada 2 por 3.

Hasta Malvinas. Ahí me quisieron levantar, porque eso de que la música en inglés estaba prohibida es mentira.

¿Qué pasó realmente?

Fue una iniciativa de Radio Del Plata. Ellos dijeron “No vamos a pasar más música en inglés para perjudicar económicamente a los ingleses.” Después se supo que el perjuicio que tuvieron por no pagarle temas por SADAIC fue de 0,000000091. O sea, perdieron 3 centavos. La cuestión es que se corrió la bola y parecía que estaba prohibido. Entonces, me llamaron y me dijeron “mirá, todas las radios no están pasando más música en inglés. Tenemos que hacer como ellas y pasar rock en castellano”, cosa que tampoco les convenía a los milicos. Estamos hablando de la última semana de mayo de 1982. Entonces seguimos con rock nacional y podía invitar músicos 15 días más, porque a los 15 días perdimos la guerra. Ahí me llamaron y me dijeron “Bueno, ya está, vuelva con el rock extranjero”. No querían letras en castellano, ese era el problema. No pasó mucho porque enseguida se debilitó el gobierno de los militares y vino Alfonsín. Ahí cambió todo: libertad total.

Hasta que ganó Menem. Ahí vino la censura. Yo la sufrí más que con los militares incluso. Había carteles en las paredes que decían “Prohibido Mercedes Sosa, León Gieco, Víctor Heredia.”

Un gobierno democrático…

Sí, ponele. (risas) Había mucha prohibición. Se sabe que Julio Mahárbiz era un nacionalista completo. Estaba prohibida la música extranjera. Se levantaron los programas de música clásica porque eran música extranjera, por ejemplo. Mahárbiz me quería levantar a toda costa, porque él veía mal al rock. Pero claro, era el programa de más audiencia. Era jodido sacarme, porque la gente hizo movidas, mandó cartas a los diarios solidarizándose diciendo que “querían levantar los programas”. Tardó 2 años. De la vieja camada, fue el programa que más duró.

Gira Mágica y Misteriosa: una apuesta innovadora

“Gira…” era una idea distinta. Yo estuve con periodistas ingleses y norteamericanos y ellos me dijeron que ni en Inglaterra ni en Estados Unidos hubo un programa con la historia cronológica del rock. Nosotros íbamos no año por año ni mes por mes. Día por día. “Tal día se dio tal concierto” y pasábamos ese concierto. “Al otro día salió tal disco y en el mismo momento se corría la Fórmula 1 y ganó tal”. O sea, mezclábamos todos los temas, los sucesos mundiales, junto con la historia del rock. Obviamente, había discos que no teníamos la fecha exacta, pero estudiábamos masomenos (sin Internet) en qué mes salía. La programación de Radio Nacional de Buenos Aires se repetía por todas la filiales del Interior y había filiales como Mendoza, por ejemplo, que repetían el programa el viernes, el domingo y el martes porque tenían poca programación. Entonces, “Gira Mágica y Misteriosa” se hizo muy federal. Recibía cartas de todas las provincias e incluso de los países limítrofes, porque Radio Nacional sale para todo el mundo, tiene una potencia tremenda.”

Recién me contó sobre el feedback que había con el público. ¿Y con los músicos?

Con los músicos fue tremendo. Yo caí en la cuenta de cómo los músicos escuchaban el programa cuando un día vino Claudio Gabis y me cuenta que cuando ellos viajaban al extranjero (él me nombró a Spinetta y a Pappo) se hablaban entre ellos para preguntarse “¿Gira en qué horario está?” Después empecé a conocer a todos y todos de alguna manera me decían que escuchaban a “Gira”. Charly, Vox Dei, todos escucharon el programa en algún momento, no siempre.

En los conciertos que se pasaban, ¿se pisaban los temas?

Una de las premisas que yo tenía era que nunca se pise un tema. No un concierto, ningún tema. Es más, cuando hacemos la historia cronológica, nunca sabemos dónde terminamos el programa. Cuando terminamos un programa, ponele que viene un tema de 7 minutos, se terminaba el tiempo y se cortaba a los 3 minutos. Al programa siguiente se empezaba con ese tema completo otra vez. Hay una cosa que la gente no sabe: en el mundo está prohibido cortar los temas. Está prohibido pisarlos ¿Por qué? Porque en la música clásica hay que respetar el concierto o la sinfonía. No se puede cortar. Es como si te dijera “vamos a pasar una película” y te paso 30 minutos nada más.

Yo quería que la música la tengan todos. Lo que más me decían era “cómo podía ser que la música de los ‘50 y ‘60 tuviera tan buen sonido”, me preguntaban de dónde sacaba los discos y los discos eran míos. En la época de los Long Plays, no se reeditaban los discos, estaban fuera de catálogo. La gente no los tenía y los quería tener. Entonces yo pasaba los discos sin pisar pero además con un segundo antes y un segundo después para que puedan grabarlos. El locutor no podía hablar hasta que pase un segundo de terminada la música, eso lo seguimos manteniendo hasta el día de hoy.

El tema era cuando pasábamos los conciertos. Los conciertos de los ‘60 duraban media hora o 20 minutos (Rolling Stones, Beatles) y los pasábamos completos y con buen sonido. Y avisábamos la duración por las dudas si tenían un cassette con 15’ libres para que busquen otro. Avisábamos todo y pasábamos todo completo. El récord fue cuando pasamos un concierto de 1 hora y media de Led Zeppelin.

En cuanto a formatos, usted pasó por el disco, el cassette, el CD. Ahora están de moda las plataformas digitales, ¿qué opina de escuchar música a través de ellas?

Se pierde calidad, obviamente. Por más que lo enchufes a un equipo no es lo mismo. Aparte, yo soy de la época del Long Play. Ya el Compact Disc tenía mucho mejor sonido (en algunos casos, no en todos). Pero se perdió la tapa. Preguntale a la gente que compraba discos en los ‘60 y los ‘70. Estudiábamos todo, hasta dónde fue impresa la tapa. Se leía todo y eso con las plataformas se pierde. En Historock hemos hecho programas de plagios y la gente se sorprendía. “¿Cómo que esto fue afanado?” Estamos hablando de los grandes: Gustavo Cerati, el Indio Solari… Robaban a mano armada a un montón de músicos, pero como no leen los autores, no saben. Hay algunos que son plagios y otros que son covers. Hay una generación que piensa que “Live and let die” es de los Guns N’ Roses, pero si lees entre paréntesis en el disco que dice que es de Mc Cartney, bueno… O el otro tema que es de Dylan (Knockin’ on Heaven’s Door). La gente no lee. Por eso está la lucha con los músicos, ellos dicen “no cobramos dinero” y antes cobraban siempre. En Estados Unidos vos metías un tema en el N° 1 y eras millonario para toda la vida. Hay un ejemplo muy famoso que es el de Norman Greenbaum, un tipo que escribió un tema llamado “Spirit in the sky” y fue N° 1 en el ‘70 por una semana. Ganó 3 dólares por intérprete y 2 dólares por autor por cada disco que vendía más el contrato que tenía con la discográfica. O sea que tenía 5 dólares por disco. Vendió 1.000.000 de discos y cobró 5.000.000 de dólares. Bueno allá se respeta también que si se pasa por radio y televisión, el artista cobra. Acá no se hace nunca. La gente se baja los temas, se los afana y el músico no cobra.También por eso a partir de los ‘90 todos los músicos salen de gira. Ahora tienen que vivir de los shows, antes vivían de regalías (en el caso de los autores, los intérpretes tenían que salir a trabajar).

Después de los ‘90 surge Historock.

No, Historock surge en el ‘89. Cuando asume Mahárbiz, yo estaba con “Gira Mágica y Misteriosa” y me quiere echar. Yo ya había hecho “Loterrock” y “Más de 30”. Pensando en que me iba a echar, llevamos el proyecto a varias radios. Me agarra Pepe Eliaschev en Radio Municipal y me dice que quería el programa porque él lo conocía. Badía se lo recomendaba también. Íbamos a empezar en Municipal, pero al final con Mahárbiz arreglamos de que seguíamos con rock nacional, sin nada extranjero. Eliaschev quería a “Gira…”, pero como el programa seguía en Nacional, hacíamos la cronología del rock otra vez pero con el nombre de “Historock”. Empezó el 11 de septiembre de 1989.

También con el tema de los fascículos editados.

Eso fue al año siguiente por un oyente, que después fue un amigo, Pablo Quirós que hizo el contacto con una editorial y ahí hicimos los fasciculos en el ‘91. La idea era hacer toda la historia, pero fueron 36 números nada más porque bueno, estaba hecho con muy buen papel, mucha data y en Argentina después de Menem cambió un poco la cosa. Fue muy difícil. Era un problema económico del editor, no nuestro.

Y retoma Historock en los 2000 en formato de radio.

En 1998 y 1999 hago Historock en otra radio. Después estuve en otros programas y en The Cavern arrancamos en el 2010 pero con un formato diferente. The Cavern es un boliche, lo hacemos desde el escenario con imagen y sonido. Cuando hay bandas, tocan las bandas. Sale todo por Youtube.

¿Como es hacer radio via streaming?

Es muy raro para mí. No sabés quién mira, no tenés ni idea, porque lo que dicen es mentira. Estamos haciendo el programa y te dicen “che, hoy los vieron 100 personas”. Llego a casa, lo subo a Facebook y me figura que nos vieron 2 nada más. No sabés quién te ve. Yo vengo de la otra era. Cuando hacíamos “Loterrock” por Splendid, teníamos 700.000 por día medido por Ibope. Haces un programa para menos gente, pero lo que tiene de bueno es que la gente puede venir gratis a ver el programa. Han pasado cosas maravillosas. Un día vino a tocar Claudio Gabis y apareció Botafogo. Cuando cumplí 38 años de radio hicimos un show especial de 5 horas y tocó Vox Dei, estuvo Rodolfo García. O como cuando cumplí 40 que estuvo Alma y Vida, Superratones, María José Cantilo, Ricardo Soulé, todos tocando arriba del escenario.

¿Cómo ve al público de estos años en comparación al de los ‘70 y de los ‘80?

Creo que el público de los ‘70 y de los ‘80 era más ávido de información. Quería leer más. Bueno, no había data por donde buscar, pero se mataban por saber algo. Y hoy en día no les importa de dónde viene el tema, quién es el músico. Por ejemplo, viene alguien y te dice “Yo soy fan de AC/DC, voy a todos los conciertos” pero ¿cómo forma la banda? “Y…. Angus Young….” te dicen 2 o 3 y chasquean. Antes todos sabían hasta el nombre de los plomos. Es muy raro, yo no entiendo eso. También hay una cosa que me sorprende de los jóvenes de hoy. A mí me gustaban los Beatles, Jethro Tull y hoy me siguen gustando. Y el pibe que fue fana de Guns N’ Roses en los ‘90 dice “eso es una boludez”, como que deja de gustarle lo que antes lo apasionó y le cambió la vida. Hay mucho descarte. Es como si yo te dijera “Paul está viejo”. Sí, pero lo que hicieron en aquella época me sigue gustando. Te puedo cuestionar algún disco (hay que ser objetivos también).

Volviendo al ambiente de The Cavern, son conocidos los concursos que se hacen.

Eso lo organizan los dueños, yo soy presidente del jurado desde 2010 de todos los diversos concursos.

¿Como ves a los músicos que van surgiendo?

El nivel musical es muy bueno. Lo que sí me sorprende, sobre todo en el caso de las bandas, es que no viene nadie a verlos salvo que estén en la final. Un solista es diferente, te trae a la familia, a la novia, etc. Desde hace mucho tiempo yo me subo al escenario para presentar a los músicos y lo que me molesta mucho es ver a los “cara pálidas”. ¿Qué son los cara pálidas? como estan todas las luces apagadas, vos ves las caras iluminadas por el celular. Como si no le importara lo que está pasando arriba. Entonces, larguen los celulares viejo. No son todos tampoco, pero sí una gran mayoría.

Yendo más a lo macro, hoy en día ¿como ves al rock en comparación con otros géneros? ¿Perdió público?

Creo que sí. Lo que pasa es que Internet cambió todo. El hecho de que puedas ver los recitales en tu casa ni bien terminan cambió todo. Lo que pasa es que en Argentina, argentinos que tocan en estadios (sacando al Indio) no hay nadie.

Salvo los grandes regresos que tocan una sola vez y listo.

Exactamente. O los Rolling Stones cuando vienen, pero vos sabés que no los vas a ver más. Y te hacen uno. Cuando fue la vuelta de Soda Stereo, dijeron “6 River igual que los Rolling Stones”. No, no fueron 6 River. Hacelos igual que los Rolling Stones: hacé 5 uno atrás del otro. Ahora si empezás a hacer un River en octubre, 2 en noviembre, 3 en diciembre y 2 en enero, la gente fue cobrando plata y entonces fue. “Es lo mismo” No, no es así. Cuando se cuentan los estadios, se cuentan seguidos. Puede haber un día en el medio que no trabajes, pero todos seguidos. Argentina nunca tuvo una banda como los Stones que metieron 5 River en las 2 primeras veces que vinieron o como Roger Waters, que metió 8 River. Hoy en día cada vez hay menos público asistente. Para mí se diversificó mucho la cosa. Yo estaba viendo ahora que toca Pedro Aznar “íntimo”. ¿Por qué es íntimo? Porque no le dan los costos. Ahora con el dólar como está , también van a venir músicos. En los ‘90 no era que los músicos venían porque amaban Argentina, el dólar estaba 1 a 1 y era fácil traerlos. Era eso.

También se dieron a nivel compositivo muchas letras de tinte social, de protesta.

¿En los ‘90? En los ‘90 hubo la primera Guerra del Golfo, la de 1991, y se escribió un tema solo (Highwire). Lo escribieron los Rolling Stones. Nadie más, ni Dylan. En los ‘60 y ‘70 había letras sociales por todos lados. Gieco va a seguir, porque es lo suyo, Charly puede meter algún tema. Pero es muy poco. Y mirá que hay para putear eh… Fijate lo que hacen los músicos en Estados Unidos: todos se unifican contra Trump. Entre tema y tema hablan contra Trump, pero en los temas no dicen nada, no sé por qué. No te hablo de los músicos viejos, pero de los jóvenes… La última banda que respetó la temática del rock de la cosa social fue Green Day, que se mandó 2 discos seguidos (American Idiot entre ellos) impresionantes en contra de la sociedad. Ahora está de moda el reggaetón. No me gusta, no lo descalifico por eso, pero está llevando mas gente y vendiendo más discos que cualquiera. Paul Mc Cartney llegó al N°1 con su último disco… en el ránking de discos físicos (750.000 copias), la última vez que metió un N° 1 fue en los ‘80 con 1.000.000 de copias. Yo quiero ver si Paul Mc Cartney llegó al N° 1 en streaming, porque su público quiere el disco físico, el librito, quiere todo. Es un público acostumbrado a eso. No sé si hoy en dia hay tanta crítica social. Por ahí el rap la tiene.

Recién mencionaba el tema de la venta de discos físicos. Se está dando que muchas disquerías están desapareciendo. ¿Cómo ve eso?

Una de las cosas que más me gustaba era ir a una disquería, revolver discos, toda esa historia. Lo que pasa es que acá no pasa lo que pasó en Estados Unidos, donde cerraron todas también, pero por culpa de Amazon. Con Amazon, salía un disco y al otro día lo tenías en tu casa, te salía barato. Acá no está eso. Hay disquerías todavía, pero te arrancan la cabeza. Si hubiera un Amazon en Argentina, no se qué pasaría. Eso de tocar el disco, verlo, era un ritual que se fue perdiendo, porque las disquerias fueron cerrando de a poco. Después están las “cuevas”: donde venden discos de colección, usados. Ahí sí encontras joyas increíbles.

En cuanto a las emisoras que en un momento se decían “dedicadas al rock”, como Rock & Pop, Vorterix, están trayendo programas que no están vinculados al género.

Lo que pasó con MTV, por ejemplo. Sacando las emisoras oficiales, muchas de las radios estaban compradas. Las discográficas pagaban para que pasen su música, eso fue siempre así. Yo trabajé mucho tiempo en Radio Nacional y Radio Municipal y también me quisieron comprar. Me acuerdo de una época en donde todo el mundo decía “¿Qué raro que Pergolini abre “Cuál es?” con 2 temas de Frank Zappa” Bueno, el que tenía los derechos de la discografía de Frank Zappa “compró” 2 meses en Rock & Pop para eso. O cuando Pergolini empezó a hablar contra los Beatles y de golpe dijo “Y ahora vamos a pasar esta maravilla llamada “Help!”… Claro, EMI puso plata. Lamentablemente es así. También hay programas independientes, donde pasan lo que quieren por suerte. Yo creo que el rock nunca fue negocio del todo. Hubo una época que fue un poco, pero “negocio negocio” no fue nunca. En Argentina el rock internacional fue negocio: llenaban canchas y todo. O por ahí uno la pegaba con un hit, como Charly con “No voy en tren” y ese disco se vendía bastante. Pero la mayoría no vendía.

Hay una moda de reedición de discos, pero algunas no respetan fielmente la obra original.

Puede pasar. El INAMU recuperó todo el catálogo de Music Hall, las cintas originales. Todos los discos anteriores a 2016 de los artistas de Music Hall (Serú Giran, Pappo, Billy Bond, etc) es trucho, pirata. Fue sacado de los discos. “Música del alma” de Charly, si comprás el CD anterior a 2016, salta porque el disco de donde lo copiaron salta. En Argentina somos muy truchos. Pero sí, es verdad, algunas reediciones son malas. Las de Máquina de hacer pájaros eran horribles. Pero algunas mejoraron. Yo me acuerdo que la compresión del primer disco de Sui Generis era malísima, no se entendían las letras y en el compact mejoro un poco. Por eso lo que hizo el INAMU con Music Hall es tremendo: pagó a Music Hall y le dio a los músicos las obras originales (después estaba en el músico si lo quería editar o no).

Testigo de los cambios tecnológicos y de su impacto, hoy Julio conduce “Historock” todos los lunes a las 19 hs desde The Cavern (Corrientes 1660, Paseo La Plaza, Ciudad Autónoma de Buenos Aires) y es transmitido por streaming a través de Youtube.