Tras un 2022 consagratorio, Los Raviolis cerrarán el año en un show especial este domingo 6 de noviembre en La Trastienda. Dialogamos con la banda sobre la última misa raviolera del año en donde padres, abuelos y chicos compartirán un auténtico show de rock.

  • Reportaje y texto: Julián Retamozo

El 2022 no es un año más en la trayectoria de Los Raviolis. Tras agotar 2 funciones en el Konex y haber tocado frente a 1500 personas en el Festival C Pibe, el crecimiento de la banda ha sido exponencial gracias al poder del boca a boca , las redes sociales y la potencia de su show en vivo.

Es por ello que cerrarán el año en un escenario muy especial: La Trastienda. Los Raviolis se conformaron como una banda de rock para padres, madres e hijxs que se juntan para hacer música, y catarsis sobre el trabajo que implica la crianza de lxs niñxs. Dialogamos con la banda sobre el show y el público que no deja de acompañarlos en cada misa raviolera.

Están organizando una despedida de año particular, a todo trapo. ¿Cómo vienen los preparativos?

VD: Bueno, se viene con todo. Es en La Trastienda, un lugar en el que teníamos muchas ganas de estar. Vamos a cerrar el año ahí con temas nuevos y nuestra misa raviolera.

GW: En un espacio característico no sólo del rock, sino de todos los géneros. Hemos visto a artistas como Jaime Torres, Café Tacuba… Es un lugar emblemático de la música y estar ahí está bueno. Y también está bueno que los chicos puedan ir a La Trastienda.

Aparte vienen de un año en donde convocaron 1500 personas en el Festival C-Pibe…

VD: Sí, estuvimos en el C-Pibe, hicimos 2 Konex a sala llena. También estuvimos girando por todo el país: La Pampa, Córdoba, Tucumán, Rosario, San Juan…

GW: Es loco porque no es que estamos haciendo algo distinto a lo que hacíamos habitualmente. Estamos haciendo canciones nuevas y preparando más cosas, pero hay mucha gente que nos está conociendo. Estamos en un momento de expansión en donde nos están conociendo más.

 

 

En el camino fueron encontrando a otros padres a quienes les pasaban cosas parecidas, y esa identificación con el lado B de la paternidad, los acercó al público adulto que viene a desahogarse cantando sus canciones. Las miserias y maravillas cotidianas van apareciendo durante el show y así, cada uno de los espectadores sabe que no está solo en esta aventura. El doble discurso al que todos nos exponemos, entre “lo que se debe hacer” y lo que finalmente sucede. La música y los juegos son la excusa para el encuentro: En el espectáculo hay canciones sobre los derechos, pero esta vez de los padres y madres.

Recién dijiste “Está bueno que los pibes vengan a La Trastienda”, que se vayan empapando de estos escenarios tan icónicos…

GW: Nosotros venimos a representar o hacemos la música que escuchábamos cuando éramos jóvenes. Así como nuestros padres escuchaban folklore, música clásica, tango o a los Beatles, nosotros nos quedamos con Sumo, Divididos, Las Pelotas, Pearl Jam, Café Tacuba, Pink Floyd… Entonces, lo que hacemos arriba del escenario se parece mucho a lo que somos. Venimos de la cultura del rock, tenemos ese gen. Es así que nos encontramos con otras familias que son parecidas a nosotros: tienen hijos, pero también se criaron escuchando a Los Redondos o a Soda Stereo. Hay algo que siempre les pasa a los papás con los hijos que es que uno siempre quiere contar o compartir algo que vivió. Esto no es “como un recital de rock”, ES un recital de rock, tiene todas sus características: con su arenga previa, las banderas, los temas más pogueros, un sonido potente… Entonces, hay algo que los padres y madres vienen a buscar y es compartir estos espacios. Una Trastienda en familia, un buen concierto de rock. 

 

 

No es un espectáculo infantil tradicional, ni ahí…

VD: Es un recital de rock. Y yo creo que eso la familia lo agradece. Por eso quieren venir y traen a los pibes. Y se van multiplicando, cada vez traen a más gente. Pasó que una familia que nos sigue hace un montón sacó entradas de más. Se puede sacar un pack de entradas o una entrada individual. Esta persona quería sacar una sola entrada y terminó sacando 4. Me dijo “no importa, invitamos a gente”. No es que vienen a devolver las entradas, invitan a los amigos de los chicos. La otra vez en el Konex decíamos “Estamos iniciando a los abuelos en la misa raviolera”, porque tenías a los abuelos, a los padres y a los pibitos disfrutando del show.

GW: Dentro del mundo corporativo, están los clientes que son “promotores”. Acá funciona igual: hay gente que dice “Yo voy a llevar gente a ver a Los Raviolis”. Su misión es “evangelizar” y son un montón. Están re locos (risas).

ERB: Sin embargo, hay canciones para chicos también (risas). Hay juegos y canciones que todos disfrutan… aunque los obliguen a venir (risas).

La banda está compuesta por Gabriel Wisznia, Valeria Donati, Bruno Delucchi en teclados, Juan Pablo Esmok Lew en guitarras, Esteban Ruiz Barrea en bajo y Brian Ayliffe en batería. Desde 2014 hasta su actualidad, Los Raviolis han girado presentándose en escenarios y festivales de distintas magnitudes, nacionales e internacionales, cerrando 3 veces el Lollapaloozza, siendo nominados a los Premios Gardel y convirtiéndose en una de las bandas de referencia con mayor convocatoria del momento.

Después de esta despedida de año, ¿qué es lo próximo que se viene?

GW: El Mundial (risas).

VD: Estamos grabando temas nuevos mientras estamos organizando una gira por la costa. Después, en marzo y abril vamos a andar por Rosario. Por ahora, ése es el plan.

Los Raviolis se presentarán este domingo 6 de noviembre a las 15 hs en La Trastienda (Balcarce 460, CABA). Entradas a la venta en Tuentrada.com.

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