Representantes de las comunidades universitarias de todo el país se convocaron en la Plaza de Mayo para reclamar por la crisis económica que afecta a las Casas de Altos Estudios ocasionada por la actual política de desfinanciamiento implantada por el gobierno nacional. 

  • Reportajes y texto: Julián Retamozo

En una jornada histórica, estudiantes, graduados, docentes, no docentes y representantes de Universidades de todo el país se reunieron en la Ciudad de Buenos Aires en reclamo por el desfinanciamiento de las Casas de Altos Estudios públicas.

Desde Quilmes, la comunidad de la Universidad Nacional de Quilmes se reunió para partir rumbo a la Ciudad de Buenos Aires en un periplo que comenzó en la Plaza de los 2 Congresos junto a representantes de las demás Casas de Altos Estudios, sindicatos y organizaciones sociales para luego derivar en la mítica Plaza de Mayo.

Prisma dialogó con Alfredo Alfonso, rector de la UNQ, quien nos comentó sobre la actual situación de la universidad del sur del conurbano.

 

 

Es un día histórico para las universidades argentinas, ¿cuál es su sensación como rector de la Universidad de Quilmes?

AA: Bueno, de enorme expectativa. La verdad que todo lo que transmite nuestra comunidad, la solidaridad de toda la sociedad quilmeña nos permite pensar que esto va a ser un enorme encuentro en Buenos Aires, en la Plaza de los Congresos. Va a ser una marcha muy contundente que le diga al gobierno nacional que debe cambiar de rumbo. Tenemos una fuerte expectativa, bastante alegría por encontrarnos, por seguir juntos. Esto va a ser largo, pero vamos a lograr los objetivos.

A día de hoy, ¿cuál es el contexto de la Universidad de Quilmes?

AA: El contexto es que estamos muy retrasados con respecto a todo el aumento y todo el desfasaje producto de la devaluación. Como consecuencia, todo el tiempo nos vamos gastando más dinero de lo que recibimos y esto hace que en pocos meses más ya no vamos a tener las condiciones que tenemos hoy como universidad. Esto significa devaluar la calidad educativa de evaluar, las posibilidades profesionales, las posibilidades de investigación, la posibilidad de asistencia técnica a empresas, pymes y a micro pymes que necesitan tener el conocimiento para poder desarrollarse en la robótica, en la mecatrónica y en todos las profesiones de base tecnológica. 

Por último, ¿cómo ve el acompañamiento de la comunidad de la Universidad? de estudiantes, graduados, docentes, no docentes y empleados. 

AA: Bueno con mucha alegría. Sentimos muchísimo este apoyo y acompañamiento. Todos nos sentimos parte de esta universidad que queremos tanto, que amamos tanto y es la Universidad Nacional de Quilmes. Y esto se siente un día como hoy.

Rodolfo Pastore, economista y docente de la UNQ, también fue consultado por este medio en la previa de la marcha.

Qué mejor que una economista para ponernos en contexto de lo que es la crisis universitaria. En ese sentido, ¿Cuál es la situación imperante actual?

RP: Soy economista graduado de la UBA y soy docente y militante de la Universidad de Quilmes. La cuestión fundamental que nos reúne en la defensa de la universidad pública ante un modelo económico y político que busca en el fondo la privatización y la mercantilización de la educación superior universitaria de la ciencia y tecnología. En ese sentido, el ataque en esta etapa es de dos formas: hay un ataque fundamentalmente económico de desfinanciamiento del sistema universitario en el conjunto de su funcionamiento y de la educación pública en general. En segundo lugar, es la deslegitimación así como hay una hay un un discurso deslegitimador de las y los trabajadores del Estado, también intentan construir un discurso deslegitimador en torno a lo que hacemos las universidades. La palabra que utilizan es “adoctrinamiento” cuando los que hacen adoctrinamiento son ellos. Ahora bien, la sociedad responde de esta forma. La sociedad sabe lo que significa la educación pública y en particular la universidad pública para nuestro país y acá estamos en la calle. Defendiéndola con toda la sociedad, con los estudiantes, los graduados, los docentes y los no docentes.

Pasadas las 15 horas, la columna quilmeña arribó a la ciudad de Buenos Aires y se dirigió entre aplausos de los ciudadanos que pasaban por la zona rumbo a la Plaza de los 2 Congresos. Allí confluían las comunidades de otras universidades como la Universidad Nacional de Lomas de Zamora y la Universidad Nacional de Hurlingham a la vez que se sumaban las columnas sindicales de ATE, Camioneros, CGT y otros.

Fue allí que pudimos conversar con Claudia Villamayor, graduada de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora y docente de la Universidad Nacional de Quilmes, y con Emiliano Recalde, graduado y docente de la UNQ, que nos dejaban sus impresiones 

¿Qué sienten al ver semejante apoyo de la comunidad universitaria y el respaldo de la sociedad?

CV: La palabra es esperanza y sobre todo y más fundamentalmente la corroboración de que el pueblo argentino no se olvida de lo esencial más allá de su voto, el que haya podido tener. El que yo haya podido tener y que todas y todos hayan podido tener. Acá está juego algo que supera dos siglos de historia en la República Argentina que tiene que ver con la formación, la educación, la ciencia y la tecnología. Es uno de los motores más sustantivos de la democracia, lo que la fundamenta. Cualquier presidente, del palo que sea, que amedrenta contra ella es un miserable, no merece ningún respeto de ninguna clase porque no respeta las instituciones. No respeta los tres poderes: el Legislativo, el Ejecutivo y el Judicial y lo que es peor es la casta de la que forma parte. Es una casta fiduciaria, especulativa económica. Miraba ayer la cadena nacional y los que estaban parados a su alrededor no eran economistas probos, sino agentes de la timba internacional. Otra cosa más que hace a lo espurio del actor gobernante es invertir en material bélico obsoleto que ni siquiera le sirve al destino que pretendió tener que era Ucrania o Dinamarca. O sea, gasta mucha plata en lo que el pueblo argentino no quiere.

ER: Además de eso, me parece muy importante pensar la Universidad en el marco de un modelo de desarrollo de país que se quiere y que se que se desea. Lo que Milei propone no tiene nada que ver con un modelo de desarrollo productivo nacional e inclusivo, sino más bien un modelo pensado para la fuga de divisas, para la evasión impositiva y el endeudamiento. Bueno, eso con la universidad pública es imposible. Entonces, está marcha reivindica que la universidad está presente, que el sistema científico argentino está presente y que muchas y muchos deseamos un futuro muy distinto para la Argentina del que piensa el actual gobernante.

 

 

Alrededor de las 16 hs, lentamente las diversas columnas comenzaron a movilizarse para confluir en la Plaza de Mayo, sitio donde se concentraron más de 430.000 personas (según La Nación). Movilización que fue replicada en el Interior del país en provincias como Santiago del Estero y Córdoba, por ejemplo. 

Pasadas las 18.30, Piera Fernandez De Piccoli (presidenta de la Federación Universitaria Argentina), leyó el documento que firmaron todos los directivos de las universidades nacionales donde explayó “La Universidad Pública argentina atraviesa un período crítico producido como consecuencia de las política implementadas por el gobierno nacional; agradecemos las manifestaciones de la sociedad en su apoyo y convocamos a la ciudadanía a trabajar para mantener las universidades abiertas [..] Llegamos a marzo de 2024 con un presupuesto de gastos a valores de 2022. El incremento del 70% de estas partidas, dispuesto para el mes de marzo y aún no abonado, más el reciente anuncio en el marco de esta convocatoria de un 70% adicional, constituyen un aliciente aún insuficiente en tanto que la inflación fue de un 300% en el mismo período de tiempo. […] Cabe destacar que más del 90%  de lo que el Estado destina a la Educación Superior está dirigido a salarios de quienes trabajan como docentes y no docentes en las universidades. En estos últimos meses, el salario de los trabajadores y trabajadoras ha perdido 50% respecto de la inflación. […] La educación es un derecho humano fundamental porque se impone sobre el ingrato azar de la desigualdad. Defender esta concepción de la educación es de vital importancia y, más aún, en una universidad argentina en la que sus estudiantes se enfrentan al aumento generalizado de precios que impacta sobre salarios, servicios, alquiler y transporte, poniendo en jaque el acceso, la permanencia y el egreso. Las y los estudiantes trabajan y cuidan sus familias. […] Todos los problemas que tenemos se resuelven con más educación y universidad pública, con más inversión en ciencia y tecnología. Queremos que nuestras instituciones sean el dispositivo que le permitan a la Argentina desandar las desigualdades estructurales y emprender la senda del desarrollo y la soberanía. La educación nos salva y nos hace libres. Convocamos a la sociedad Argentina a defenderla”